Tras la suspensión hace unos meses de los programas que permitían a jóvenes españoles estudiar y trabajar en Alemania, el gobierno de Angela Merkel modificó algunos importantes apartados que os vamos a resumir. La principal es que ahora las entidades que sean intermediarias, deben tener un carácter público-privado y ser reconocidas por el ministerio de Empleo germano.
La Ministra de Empleo, Fátima Báñez y su homóloga alemana, Ursula Von der Leyen, firmaron el año pasado un memorando de entendimiento para hacer posible que 5.000 jóvenes españoles se formasen y trabajasen en Alemania mediante programas de formación dual.

Sin embargo, a principios de este año, el gobierno de Angela Merkel decidió interrumpir este acuerdo y otros suscritos con otros países europeos, según unas versiones por la falta de presupuesto y según otras, por las irregularidades que se habían producido en su ejecución.

Uno de los cambios más importantes que incorpora el renovado MobiPro-EU es que elimina la posibilidad de que también vengan a Alemania jóvenes cualificados de otros países de la Unión Europea (UE) para ocupar un puesto de trabajo especializado. Esta opción fue mucho menos demandada en la primera versión del programa que la de los cursos de formación profesional dual, como demuestra el dato de que en el primer trimestre de este año el número de solicitudes para realizar una formación profesional en Alemania superase las 6.300, mientras que el de profesionales cualificados en busca de trabajo se quedó en 2.600.

El nuevo programa elimina además la posibilidad de la inscripción directa de los candidatos y establece la figura del «promotor de proyecto» para evitar que se repitan los problemas de descoordinación que afectaron a la primera experiencia como a los jóvenes españoles en Rostock y Erfurt.

Este intermediario, que tendrá que ser una institución público-privada con personalidad jurídica como una cámara de comercio o una asociación de empresarios, deberá en primer lugar acreditarse ante el Ministerio de Trabajo alemán entre agosto y septiembre.

Para ser seleccionado, cada promotor deberá presentar un proyecto -en el que será preciso contar con un socio del país del que se deseen obtener los jóvenes y aportar una financiación propia de al menos el 5 %- y, tras su admisión definitiva, sabrá con qué fondos concretos cuenta para elegir jóvenes.

Con este nuevo método se trata de evitar la descoordinación que lastró a la anterior versión del MobiPro-EU, cuya edición de 2014 se quedó sin fondos en marzo y dejó a algunos jóvenes que cumplían los requisitos para optar a ayudas y en principio seleccionados sin el dinero prometido.

El plan, creado por el Gobierno de Angela Merkel para ayudar a jóvenes europeos a formarse o trabajar en el país, agotó en los tres primeros meses del año los 48 millones de euros previstos para todo 2014 y para unos 10.000 beneficiarios.

FUENTE: PORTALPARADOS.ES