La producción ecológica resulta más rentable para los agricultores que la convencional y, a pesar de tener unos rendimientos más bajos, el margen de beneficio es significativamente más elevado para este método productivo más respetuoso con el medio ambiente.
Así consta en las conclusiones del estudio «Competitividad financiera de la agricultura orgánica en una escala global» –55 cultivos de 14 países de los 5 continentes- publicado en la revista científica de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos «Proceedings of the National Academy of Sciences».
Los científicos de la «Washington State University» David Crowder y John Reganold que firman esta investigación constatan que la agricultura biológica es uno de los métodos de producción más dinámicos del sector primario, aunque apenas suponga el 1 % del total dedicada a los cultivos.
Los resultados de estos investigadores permiten afirmar que hay espacio para que la agricultura ecológica se expanda, con sus beneficios medioambientales, y contribuya así, con una mayor participación, en la alimentación de un mundo más sostenible.
Motivados por la premisa de que «para ser sostenible, la agricultura ecológica tiene que ser rentable», Crowder y Reganold analizaron varios estudios comparativos sobre la rentabilidad financiera de la producción eco y convencional «La razón por la que analizamos la parte económica», señala Crowder, entomólogo que estudia los sistemas orgánicos, es porque «más que ninguna otra razón, este aspecto es el que realmente mueve la expansión o contracción de la agricultura ecológica». El hecho de lograr unas cotizaciones mayores por sus productos incentiva a los agricultores para llevar a cabo prácticas medioambientalmente más sostenibles.
En este sentido, los autores del estudio sugieren que las políticas gubernamentales deberían fomentar prácticas agrícolas ecológicas y apoyar a los agricultores convencionales en esa transición hacia métodos de producción más respetuoso con el entorno.
A grandes rasgos y sin entrar en particularidades de cultivos y países, los precios pagados a los productores biológicos es entre un 29 y 32 % superior a los alimentos convencionales y, aunque los rendimientos de los campos ecológicos son un 18 % inferior a los convencionales, siguen siendo más rentables.
Los investigadores, que partieron de 129 estudios iniciales, eligieron 44 que cumplían con sus criterios de inclusión en este metaanálisis basados en análisis de costes, rentabilidad bruta, ratios de beneficios/costes y valor neto.
Concluyen que, mientras persistan los desafíos de la degradación medioambiental, el aumento de población y el cambio climático, son necesarias prácticas agrarias que sean rentables al mismo tiempo que ofrezcan beneficios adicionales de sostenibilidad.
