Elisa ha trabajado los últimos 15 años en la misma empresa. Las cosas han ido mal y se ha quedado sin empleo. Se mantiene atenta a cualquier oferta en la que pueda encajar, pero tiene la sensación de que solo se piden candidatos recién titulados y nativos digitales. Piensa: “¿Acaso la experiencia no cuenta?”.

El desempleo se ha cebado con todo tipo de perfiles, pero algunas personas pueden tener la sensación de que su mayor activo, la experiencia acumulada en un puesto y un sector concretos, resulta una barrera para acceder a un nuevo empleo.

Todo lo contrario, la experiencia es un factor clave. Si has trabajado 10, 15, 20 años en una empresa, lo más probable es que cuentes con una amplia perspectiva sobre el funcionamiento de una organización (ya sea grande o pequeña) y que hayas adquirido habilidades valiosas para el desempeño de otros puestos (dotes de liderazgo, atención al cliente, gestión de equipos, resolución de conflictos…)  aunque no sean exactamente iguales al que has tenido o se desarrollen en otro campo de actividad.

Quizá pienses que un recién titulado tiene muchas más opciones que tú a la hora de encontrar un empleo, pero lo cierto es que la falta de conexión que hay, a menudo entre los contenidos formativos y la realidad empresarial, te convierte en un candidato mucho más valioso para cualquier organización. Eso sí, previamente es importante reflexionar sobrecuáles son esas habilidades que has adquirido con el tiempo y que no vienen reflejadas en el nombre del puesto que hayas desempeñado.

Pero debes tener en cuenta una cosa: la experiencia solo no basta.

Digitalizarse o morir

La tecnología transforma la sociedad, y por tanto los procesos de trabajo, a un ritmo trepidante. Estamos en la era digital y quedarse completamente al margen no es una opción. Puede que en 15 años no hayas tenido que usar el correo electrónico para nada, pero aunque solo sea para que esa persona a la que le entregaste tu CV en mano, pueda contactar contigo, es necesario que tengas una dirección de e-mail donde pueda localizarte. Recuerda que esa dirección debe ser lo más identificativa posible. Esto es, si te llamas Carlos Rodríguez Fernández, intenta que la dirección coincida con tu nombre, usando por ejemplo crfernandez@…, en vez de una del tipotigreton76@…

Formación continua

Otro elemento clave a la hora de reciclar nuestro perfil y poder adaptarlo a las necesidades del mercado es la formación. Seguramente en tu antiguo puesto de trabajo no tenías tiempo para formarte porque, mientras otros lo hacían… “tú estabas trabajando”. Pero el aprendizaje continuo es básico para no quedarse atrás. ¿De qué te sirve ser el mejor en lo tuyo, si tu conocimiento está obsoleto? Actualmente hay una gran cantidad de oferta formativa gratuita (tanto presencial como online) de la que te puedes servir para mejorar tus conocimientos o adquirir competencias nuevas.

Adaptación al cambio

Olvida lo que has perdido, las circunstancias cambian y lo hace constantemente. Permanecer atrapado en cómo eran antes las cosas no sirve de nada. Incorporar el cambio como algo habitual en tu día a día, te ayudará a gestionar tu tiempo y tu energía de un modo más eficaz.

En cualquier caso, la experiencia cuenta, y mucho. Eso sí, para hacerla valer en un proceso de búsqueda o mejora de empleo, es importante estar al día, mantener nuestros conocimientos actualizados y estar dispuestos a incorporar el cambio como parte inherente a nuestra vida laboral.

FUENTE: labrevolucion.wordpress.com