Leemos noticias, nos bombardean con el mismo mensaje: «Sé tu jefe, tú mandas, tú pones los horarios». Pero se abstienen de contar lo que conlleva ser el director de una orquesta donde tú tocas todos los instrumentos. Ser autónomo y emprendedor es lo mismo y ni todos los negocios ofrecen una cuenta de resultados de miles de euros, ni los autónomos pueden considerarse unos privilegiados.

La burbuja del emprendimiento también muestra realidades que no son tan atractivas para recoger como noticia. No son casos de éxito. Hablamos de personas que se han arruinado, que no tienen madera para llevar un negocio y lo han hecho empujados por ese sentimiento de culpabilidad que viene a decir: «Si estás en el paro es tu responsabilidad, si no encuentras trabajo créalo»

Emprender con moderación

Al igual que hay personas que nacen con una vocación y tienen claro que trabajarán en ese puesto, también está el otro lado de la moneda quien con la misma vocación no ha logrado llegar a la meta. ¿Es un fracaso? ¿Es un triunfador? De lo que se trata es de pagar facturas y de vivir con dignidad.

La balanza está descompensada: a lo largo de estos años ha habido muchos gurús que ayudaban a otros a emprender y emprendedores/autónomos que no sabían en lo que se estaban metiendo.

Emprender por necesidad sólo traerá problemas si no contamos con una idea, con un respaldo económico y sobre todo con unos conocimientos básicos del mercado o del sector en el que pretendemos entrar.

El peligro de los discursos positivos vs la realidad

Las noticias de jóvenes que lograban un éxito arrollador en Internet eran un ejemplo para incitar a que se lanzaran a ese maná que se encontraba en la red.¿Dónde había una tasa de paro más elevada? Entre los jóvenes, ¿la solución? Dar visibilidad a casos de chavales que lograban triunfar.

Pero el tiempo ha ido pasando y algo ha quedado claro: para emprender en Internet se necesita dinero al igual que si abres un local.

La verdadera motivación: ayudas por parte del Estado

Tanto el nuevo emprendedor como el autónomo de toda la vida el estímulo que necesitan es un respaldo económico y no una suerte de obstáculos en forma de pagos y pocos incentivos para abrir un negocio que perdure.

La formación también es fundamental porque la tan manida frase de: «Si tienes una idea, ya tienes medio camino hecho» también es falsa. Para ponerse al frente de un negocio se necesitan conocimientos, dinero y una formación de calidad.

Abrir una empresa no es el averno, y la cultura emprendedora tampoco. El infierno es plantear como única alternativa en España al desempleo abrir tu negocio. En vez de apostar por apoyar a las pymes y a los autónomos para que emprender sea sinónimo de mejora no de endeudamiento.


VISTO EN : En Pymes y Autónomos

AUTORA: JOANA SÁNCHEZ 

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