Dinamarca ha reducido su desempleo gracias a la flexiseguridad, que facilita la contratación y le despido combinándolas con unas potentes políticas de ayudas y empleo activo.

Muchas veces ponemos a los países nórdicos como ejemplo a seguir en materias como educación, pero no está de más mirar también al empleo. Por ejemplo, en Dinamarca se acercan al pleno empleo gracias a la flexiseguridad, el modelo laboral instaurado desde hace años en el país y que ha permitido generar 100.000 puestos de trabajo en los tres últimos años. Con solo 5,7 millones de habitantes, el desempleo ha bajado hasta el 4%, y encadena 14 meses seguidos bajando, algo excepcional en la Europa actual.

Todos los expertos apuntan al modelo de flexiseguridad como la clave de la bonanza en el mercado laboral danés. A grandes rasgos podemos definir esta flexiseguridad como un modelo donde se combinan la flexibilidad tanto en la contratación como en el despido con una gran protección social para los parados y una política activa en el mercado laboral. La clave del invento, explican desde el LO, el sindicato más importante de Dinamarca, es la potente red de seguridad social que tiene el país escandinavo.

Uno de sus economistas, Mette Hordum Larsen, explica que gracias a este modelo y a sus condiciones laborales flexibles, se puede contratar y despedir rápidamente, sin las ataduras que hay en otros países. Así, cuando entre 2007 y 2008 estalló la crisis económica las empresas danesas no tuvieron problemas para suprimir el excedente de mano de obra que tenían. De la misma manera, tras los primeros síntomas de recuperación en 2013 pronto absorvieron la creciente oferta laboral, aumentando la ocupación.

Eso sí, no es oro todo lo que reluce. El aumento de la oferta de mano de obra se produjo, entre otras cosas, porque Copenhague elevó la edad de jubilación hasta los 67 años; y pese a encadenar 14 meses en los que baja el paro todavía no se ha llegado a los niveles de ocupación previos a la crisis. La actual tasa de paro del 4% es un punto superior a la de 2008, aunque también es cierto que la diferencia es mucho menor que en otros países comunitarios, empezando por España.

Prestaciones y formación

Si la flexibilidad en la contratación y el despido es una de las patas sobre las que se asiente la flexiseguirdad danesa, la otra son las políticas activas de empleo, tanto el forma de prestaciones como de formación. Dinamarca presume de ser uno de los países que mejor cuida de sus parados en la Unión Europea, y eso que en los últimos años las prestaciones se han reducido de cuatro a dos años.

Pese a la reducción de la duración de los subsidios, las ayudas al desempleo se complementan con una serie de prestaciones dirigidas a los estudiantes o a las familias. De hecho, un 1,5% del PIB danés se dedica a impulsar las políticas laborales activas. El sistema incentiva la formación de los jóvenes y su acceso al mercado laboral a partir de un modelo de rotación, lo que explica por qué Dinamarca suele aparecer entre los países con una tasa de paro juvenil más bajas de toda la Unión Europea.

El funcionamiento de este sistema de rotación laboral es muy simple. Las empresas reciben una subvención por enviar a sus empleados a hacer cursos de formación. Mientras los trabajadores se forman sus puestos de trabajo no quedan desiertos, sino que están ocupados por otros empleados de forma temporal. Uno de los elementos que hacen posibles todas estas ayudas es la elevada presión fiscal que soportan los daneses, una de las más altas de la Unión Europea: cerca del 40% de sus ingresos acaba convirtiéndose en impuestos.

El peligro de quedarse sin mano de obra

Este aumento progresivo del empleo registrado en los últimos tres años que ha venido acompañado por el descenso del paro ha llevado al Banco Nacional de Dinamarca a situar el desempleo en unos niveles estructurales, alertando de que algunos sectores podrían quedarse sin mano de obra. La industria o la construcción serían dos de los sectores que, según el Banco Nacional danés, podrían tener problemas a la hora de cubrir sus vacantes.

Según la máxima autoridad bancaria del país escandinavo esta hipotética falta de mano de obra podría tener sus efectos en los sueldos que se ofrezcan y en los precios. Sin embargo, desde el Gobierno de Dinamarca encabezado por el conservador Lars Lokke Rasmussen quitan hierro al asunto y los asesores y economistas gubernamentales apuntan a que se trata de una cuestión más de cualificación que de falta de trabajadores.

Llegados a este punto solo nos queda preguntarnos si es posible que un modelo como el de la flexiseguridad danesa se instaure en España, pero no podemos ser muy optimistas. Una de las claves del modelo danés es el impulso de la formación y las políticas activas de empleo, pero como vimos hace unos meses los españoles no confían en el SEPE ni los servicios de empleo autonómicos para regresar al mercado laboral; y mientras no se solucione esta situación -sin olvidar los problemas económicos- parece difícil que se adopten unas políticas de empleo efectivas.

 


FUENTE: BUSCAREMPLEO @Buscarempleo_es

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