Desde la revolución industrial, con la inclusión de las máquinas de vapor en las cadenas de producción, han ido apareciendo nuevos avances técnicos que han creando disrupciones  en los modelos productivos.  Actualmente parece que los próximos cambios serán el desarrollo de la robótica, bien sea en la industria, medicina o transporte. El miedo a que los robots sean capaces de sustituir a los humanos en tareas más o menos complejas es un hecho y produce rechazos generalizados.
Si recordamos el concepto de «destrucción creativa», es indudable que la llegada de estos robot,  conectados a una red global de conocimiento, va a destruir cantidades de empleos. El proceso natural debe ser que se sustituyan por otros empleos distintos. Y así será por un principio básico económico, tiene que existir demanda para esos productos, si no es así, no tiene sentido producir. Y la historia avala esta sustitución que siempre ha generado a largo plazo mayor riqueza y calidad de vida.
Sin embargo, no debemos caer en la simplicidad de que las grandes revoluciones industriales son avisadas en los periódicos generalistas. Si todos sabemos que la robotización va a llegar, es que ya ha llegado. Con lo cual, tenemos que dar por hecho que la siguiente revolución no es la robotizacion que debemos considerarla ya como un hecho real.

Fuente: https://www.linkedin.com/hp/update/6270175409858441216, Telefónica Business Solution

Para mi, el siguiente cambio de modelo serán los «robot lógicos» (denominación de mi cosecha) por separarlos de los «robot físicos». Un robot lógico es un proceso que sustituye la toma de decisiones de una o varias personas. Los «robot lógicos» serán los encargados de enviar las órdenes a los «robot físicos» para que realicen las acciones adecuadas a cada situación.
Si usamos la definición de robot de la RAE:

«Máquina o ingenio electrónico programable, capaz de manipular objetos y realizar operaciones antes reservadas solo a las personas»

El concepto de robot lógico sería:

«… que tiene capacidad de tomar decisiones de manera autónoma analizando información y que antes era reservada solo a las personas.»

Pensémoslo de este modo, si se consigue que las máquinas tengan mayor habilidad que los humanos para realizar tareas, parece lógico darle mayores capacidades de análisis y toma de decisiones, más rápidas, más ágiles y con mayor información. Un ejemplo sencillo y quizás simple. Hace poco una marca de coches vendió un número relevante vehículos de manera online en pocas horas.
Pensemos en un proceso robotizado completamente. La orden de compra llega a un robot lógico que decide donde lo va a producir, las máquinas lo construyen, otras comprueban la calidad y el robot lógico decide como enviarlo de la manera más eficiente y lo deja en la puerta de tu casa con un vehículo autónomo. Desde el botón de compra hasta la entrega no es necesaria la participación humana.
Este principio, que tiene sentido desde un concepto de pura lógica, puede parecernos extraño. Pero igual que hace 10 años no veíamos viable que un coche eléctrico hiciera 300 km de manera autónoma con menores índices de siniestrabilidad que la conducción humana. Hoy ya es una realidad en USA con Tesla.
Esta disrupción ya se intuye en ciertos sectores. Un ejemplo actual son los mercados financieros donde algoritmos apoyados en tecnología bigdata mueven los mercados usando la experiencia aprendida en millones de transacciones. No hablo del trading de alta frecuencia, creo que es algo ya del pasado desde el punto de vista de innovación. Me refiero a crear posiciones preveyendo el comportamiento global del mercado y variando precios y volúmenes con criterios psicológicos y a medio plazo. Estos «robot lógicos» pueden tomar decisiones propias sin intervención humana basadas en millones de escenarios pasados.
Es evidente que existe muchas limitaciones técnicas a este desarrollo en la actualidad, por ejemplo, las asociadas a la creatividad. La toma de decisiones no se basa solo en la experiencia, aún siendo importante, también implica crear «puentes neuronales» que permita dar soluciones innovadoras, o dicho de otra manera, distintas a las basadas exclusivamente en la experiencia propia. Hasta ahora la creatividad es casi exclusiva de la mente humana pero no todos los trabajos la necesitan.
Es necesario entender que podrá tardar años o décadas pero cada día está más cerca esta revolución. ¿Conoces que Netflix decide que series produce basado exclusivamente en Bigdata? Su modelo de decisión tiene un porcentaje muy alto de algoritmos matemáticos y datos.
Creo que está será la próxima gran revolución industrial y probablemente generará un nivel de disrupción similar a las máquinas de vapor.

FUENTE: BLOG DE PEDRO BARQUERO