Hoy, casi todos tenemos perfiles en multitud de redes sociales en las que volcamos todo aquel contenido que creemos interesante compartir con nuestros contactos. Profesionalmente, si ya has creado tu personalidad virtual, te habrás dado cuenta de que cualquier acción que realices en ella, por ejemplo, en Linkedin, afectará a tu reputación. Y tú, ¿cuidas la forma en la que cualquier usuario o empresa puede percibirte?
Si bien no es nuevo que algunas compañías realizan búsquedas y rastrean nuestros perfiles en social media, por ejemplo, monitorizando la información que prestamos en estas plataformas, es realmente crítica la necesidad de realizar un esfuerzo para preservar nuestra credibilidad. De alguna forma, podría decirse aquello de “todo lo que publiques se podrá usar en tu contra”.
Y es que la reputación profesional construida en base a tu currículum, extracto, o logrosconseguidos, puede verse dañada inevitablemente por el comportamiento con el que acompañemos nuestro paso por las redes sociales. Un ejemplo podría ser la forma en la quecompartimos información, creamos contenido más o menos atractivo o el tipo de imágenes que nos acompañan.
¿Qué quieres mostrar de ti mismo? Esta es la primera pregunta que has de hacerte cuando interactúes con una red social. Si te encuentras en plena búsqueda de empleo, con más razón, la forma en la que seas percibido afectará al estado de tus candidaturas, pues puedes estar siendo observado por empresas y usuarios que se interesen por tu perfil, ¿cuál es tu estrategia?
Para responder a estas preguntas, te desglosamos nueve puntos que pueden serte útilespara mejorar tu reputación online y encontrar el empleo que quieres:
– Autenticidad. Esta cualidad es importantísima. Enseña al mercado laboral qué tipo de profesional eres, y qué puedes ofrecerle. Muchas veces, en este proceso, se encuentran personas que maquillan sus perfiles profesionales al sentirse más resguardados detrás de un dispositivo, pensando que esto no les afectará. No es así, por supuesto, ya que las empresas que se interesen por ti, indagarán todo aquello que pueda servirles de utilidad para saber quién eres y cómo te comportas. Sé honesto, será la mejor vía para ganarte a esa empresa diana en la que te gustaría trabajar.
– ¿Eres una “huella digital”(Social proof) o influenciador (Social influencer)? La diferencia radica, básicamente, en que el primero compartirá todo aquello que realiza, sólo por el hecho de haberlo realizado. El influenciador social, en cambio, es aquel que tiene alrededor un círculo de seguidores que generan contenido precisamente por lo que ha hecho su líder de opinión.
– Bloguea e interésate por lo que se publica por ahí. Sal y observa. Considera tu blog como una buena opción para generar tu propia información, aquellos artículos que definan tu profesionalidad, tu forma de ver el mundo e interactuar con él. Es importante que nada pueda destruir tu perfil profesional y para ello, cuanto más completo sea, su éxito no tardará en llegar.
– Escribe un libro. Las publicaciones son tremendamente valiosas para un profesional. A veces, sólo algunos lo hacen por motivos profesionales, cuando la ocupación de un puesto puede necesitarlo, pero, lo cierto es que cualquier profesional podría hacerlo. No tiene que ser un best-seller, tranquilo, sólo necesita ser profesional y mostrar una idea de quién está detrás. Esto te dará muchísima relevancia.
– “Dime con quién andas y te diré quién eres”. A veces, los usuarios suelen errar en la forma en la que entienden la funcionalidad de ciertas redes sociales. Las empresas, por su parte, cuando no encuentran suficiente información sobre un candidato, investigan a veces sus contactos, pudiendo ser beneficiosos o no para esa primera impresión que se busca. En este caso, el hecho de tener una red de contactos muy amplia no siempre te acercará al éxito, por lo que deberás poner especial atención en aquellos contactos que puedan ser de calidad y deshacerte de los que puedan perjudicarte.
– Revisa libros que puedan proveerte de conocimientos. Renueva tu biblioteca con títulos nuevos, que actualicen tu forma de entender el mundo, desde lo general a lo específico de tu sector profesional. Nunca habrá sitio para el saber, y todo lo que te conecte connuevas perspectivas te hará más fuerte.
– Sé socialmente activo. El mundo de las redes sociales están revolucionando la forma en la que nos relacionamos, por ello, debes estar presente en ellas. No sólo necesitas crear perfiles personales y profesionales para conseguir tus objetivos, sino que debes investigar y nutrirte de toda información que te sea valiosa, y que a menudo se comparte día a día en estos portales. Interactuar con la sociedad es el primer paso para saber cómo mejorarla y gestionar sus cambios.
– Participa en podcasts. Existen multitud de plataformas que te permitirán consultar podcasts -pequeñas piezas multimedia, a modo de “audioblog” publicadas en internet- de tu interés. Se trata de una forma más de culturizarte y actualizarte.
– Únete a comunidades y foros. En ellos, personal o profesionalmente los usuarios hablan y generan información que puede serte útil. Encuentra los grupos de discusión en los que quieras participar y, una vez ahí, encuentra los caminos para ser útil en ellos.
– Googléate. Este término, hace unos años, era visto con recelo, pues empezábamos a cuestionarnos las ventajas y desventajas de situarnos en internet. Hoy, rastrearse a uno mismo en buscadores como Google puede darnos el feedback que queremos conocer. Esta investigación nos aclarará quiénes somos virtualmente, dónde estamos y cómo existimos para todo aquel que pueda consultar nuestros perfiles.
Si entendemos la realidad global en la que nos embarcamos hace ya unos años con la irrupción de internet y la evolución que ha sufrido hasta hoy, podremos sin duda hacernos una idea de la influencia inevitable ejercida sobre el mercado laboral. La reputación online de cualquier usuario, personal o profesional, habrá de ser cuidada al detalle pues, como es evidente, cualquier uso poco apropiado de estas redes sociales podría echar por tierra el gran esfuerzo curricular de un candidato.
