Indudablemente el mercado laboral evoluciona, se adapta a las nuevas realidades, y fluctúa a la par que los movimientos económicos, sociales y políticos. Y obviamente, tecnológicos. Y las empresas no se quedan de lado: especialmente en momentos de grandes cambios como los que estamos viviendo son las primeras en adaptar sus dinámicas para seguir atrayendo y reteniendo el mejor talento.

Con todo, nos encontramos en un contexto de transición y adaptación a un nuevo modelo de gestión de personas a resultas de la revolución social y tecnológica en la que nos encontramos. En este sentido, la aparición de nuevos fenómenos en el ámbito de los recursos humanos está transformando el modus operandi de muchas compañías y marcará la diferencia de las empresas punteras.

Ante este escenario, Christopher Dottie, Director General de Hays España señala que “las áreas de recursos humanos necesitarán más herramientas para integrar la diversidad en la gestión de talento. Y no solo eso, sino que también será necesario estudiar cómo lanzar políticas que atraigan y motiven a los trabajadores, cada vez más exigentes”.

En este sentido, Dottie asegura que tres serán las tendencias que marcarán las prácticas en recursos humanos en 2019, derivadas de las reglas que impone un escenario más flexible y tecnológico.

La conciliación en el eje del negocio

La conciliación laboral es un tema central de debate en cualquier círculo. Y lo es desde muchos ejes. Esta necesidad cada vez más acentuada de conciliar la vida laboral y familiar hace que empresas y empleados busquen también modelos flexibles de contratación que pongan de manifiesto relaciones laborales alternativas y beneficiosas para ambas partes.

“Priorizar la flexibilidad en el trabajo cambiará la relación de la empresa con el trabajador. Aparecerán nuevas formas de contratación que llevarán a un aumento de los colaboradores más allá de la propia plantilla y más opciones de teletrabajo que fomentarán una mayor conciliación entre vida profesional y personal de los empleados”, expone Dottie.

Esta tendencia supone una ventaja para el trabajador y un punto atractivo para la empresa, ya que actúa como un imán de talento. Sin embargo, cabe destacar que ello supone también incertidumbres para las dos partes. Las compañías se verán obligadas a plantear nuevas formas de gestión que puedan combinar estos modelos contractuales, mientras que los empleados pueden llegar a temer por su estabilidad.

La tecnología como elemento catalizador

La hiperconectividad, a causa de las facilidades que brinda la tecnología, da lugar a un inevitable solapamiento entre la vida personal y profesional. Hoy en día consultar las redes sociales durante las horas de trabajo o enviar correos laborales desde casa es una práctica normalizada en la vida diaria de cualquier empleado.

Chris Dottie asegura que esto puede resultar un “arma de doble filo” que empresas y trabajadores deben “desde la confianza mutua. Para que la relación sea equitativa y satisfactoria para las dos partes, las empresas deben dejar de poner el foco en el tiempo invertido y empezar a hacerlo en los resultados conseguidos”.

La desvirtuación de las carreras laborales lineales en pro de las polifacéticas

Por otra parte, la noción de cambio en la estructura empresarial ha hecho que el acento se ponga en la necesidad de tener en cuenta la lateralidad de las relaciones. Probablemente estemos ante el fin de las carreras lineales y los equipos veteranos están quedando obsoletos, adoptando modelos que reduzcan las estancias prolongadas en la misma organización.

Este reto, según Chris Dottie, responde a una demanda creciente de estímulos y de desarrollo personal por parte de los empleados; requiere fichajes laterales, formación interna, onboarding, innovación y la admisión de nuevas maneras de pensar para ser capaces de retener al mejor talento.

A su vez, Dottie asegura que “la empresa necesita invertir en la formación de sus plantillas para que sus carreras se adecuen a lo que la realidad de las compañías demanda y, que, de momento, no les proporcionan las instituciones académicas.” En otras palabras, Dottie apunta la evolución profesional polifacética como elemento distintivo.

 


Imagen de Gerd Altmann en Pixabay