Está lleno de definiciones de “Emprendedor”, algunas muy académicas, otras muy abstractas pero lo real es que el emprendedor es un ser humano ordinario buscando lograr algo extraordinario, como dejar un legado, marcar una huella, abrir un camino, romper un paradigma o, como dice mi amigo Claudio Destéfano, “Construir historia”.
Como sea, me pareció interesantísimo compartir un listado de diez puntos que elaboró la directora de la Fundación Schawb, Pamela Hartigan que tienen en común los emprendedores. Prestá atención porque vas a encontrar que muchos de estos puntos te servirán para cualquier acto de la vida cotidiana.
Impaciencia: quien busca su sueño no se queda esperando a que las cosas sucedan: ve los problemas de ayer como las oportunidades de hoy. Por causa de su impaciencia, es frecuentemente obligado a cambiar de rumbo, pero es esa adaptación la que lo hace madurar.
Conciencia: quien busca su sueño sabe que no está solo en este mundo, y cada gesto suyo tiene una consecuencia. El trabajo que está haciendo puede transformar el ambiente que le rodea. Al comprender este poder, él pasa a ser un elemento activo de la sociedad y eso le reconcilia con la vida.
Innovación: quien busca su sueño cree que todo puede ser diferente de cómo es, pero para ello necesita encontrar un camino que aún no fue recorrido. Aunque esté siempre rodeado de la vieja burocracia, de los comentarios ajenos y de las dificultades de penetrar en una selva aún no conquistada, él descubre las maneras de hacerse oír.
Pragmatismo: quien busca su sueño no se queda esperando los recursos ideales para comenzar su trabajo: se remanga las mangas de la camisa y se pone manos a la obra.
Aprendizaje: quien busca su sueño es generalmente alguien que tiene un gran interés en una determinada área, y cuya observación detallada hace que encuentre nuevas soluciones para problemas antiguos. Pero este aprendizaje sólo puede ser alcanzado a través de la práctica y de la constante renovación.
Seducción: nadie consigue sobrevivir aislado en un mundo competitivo: consciente de eso, quien busca su sueño consigue hacer que otras personas se interesen por sus ideas. Y esas personas se interesan porque saben que están delante de algo creativo, comprometido con la sociedad y que, además, podría resultar lucrativo económicamente.
Flexibilidad: quien busca su sueño tiene una idea en la cabeza, y un plan para transformarla en realidad. Sin embargo, a medida que avanza, se va dando cuenta de que tiene que adaptarse a las realidades del mundo que le rodea, y es a partir de ahí que su responsabilidad social pasa a ser un factor importante en la transformación del medio ambiente. Un ejemplo: para disminuir la mortalidad infantil de una determinada ciudad no basta cuidar la salud de los niños; es preciso modificar la estructura sanitaria, el sistema de alimentación, etc…
Obstinación: quien busca su sueño puede ser flexible en su camino, pero está al mismo tiempo concentrado en su objetivo. Por causa de sus ideas innovadoras y por estar siempre moviéndose en terreno desconocido, jamás dice “lo probé, pero no dio resultado”. Al contrario, siempre busca todas las alternativas posibles y gracias a eso los resultados terminan apareciendo.
Alegría: quien busca su sueño pasa por momentos difíciles pero está contento con lo que hace. Sus eventuales confusiones y errores nada tienen que ver con su incapacidad, y él es capaz de sonreír cuando da un paso en falso porque sabe que podrá corregir su movimiento más adelante.
Contagio: quien busca su sueño tiene la capacidad única de hacer que las personas que le rodean perciban que vale la pena seguir su ejemplo y hacer lo mismo. Por ese motivo jamás se sentirá solo, incluso si de vez en cuando se siente incomprendido.
Que todos y cada uno tenga la mayor parte de estos 10 rasgos. Cuanto más seamos, mejor será nuestro mundo.
Marcelo Berenstein
mberenstein@emprendedoresnews.com
fuente: http://emprendedoresnews.com/
http://emprendedoresnews.com/editorial/los-emprendedores-comparten-estas-10-caracteristicas.html