Hace casi un año la OMT (Organización Mundial del Turismo) y el Pacto Mundial de Naciones Unidas se basaron en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS, 2015-2030) para determinar los retos que debían marcar la transformación del modelo turístico global y que marcaban el inicio de un 2017 definido como Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo. Estos Objetivos son la igualdad de género, el trabajo decente y crecimiento económico, la producción y consumo responsables, y las alianzas para conseguirlos.
El Gremio de Hoteles de Barcelona y Segundo Mundo RSCC celebrado el pasado mes de diciembre la IV Jornada Anual de Turismo Sostenible & RSC, un encuentro del sector para, en palabras de Pili Malagarriga, cofundadora y directora de la consultora especializada en ambos ámbitos, “hacer balance y debatir sobre el papel y la aportación del sector hotelero de Barcelona al turismo sostenible: lecciones aprendidas, prácticas desarrolladas e inspiración para el futuro”.
En concreto han analizado la situación del sector ante los cuatro ODS citados y las propuestas de mejora en cada uno de ellos:
1.- Igualdad de género
El turismo proporciona muchos puestos de trabajo a las mujeres. De hecho representan el 55,5% del empleo turístico a nivel mundial, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Pero tienen un status más bajo, están peor pagadas y realizan trabajos más precarios; además de afrontar riesgos ante externalizaciones, parcialidad contractual y temporalidad (‘Las Kellys llevan su lucha a Europa’, publicado por HOSTELTUR noticias de turismo). Además Malagarriga ha hecho hincapié en que “es preciso pensar en la clienta hotelera”.
Ante este panorama sugieren identificar disparidades de género dentro del hotel, incluir estos temas en la formación existente, adherirse a campañas de sensibilización como los días mundiales 8 de marzo y 25 de noviembre, elaborar Planes de Igualdad que estipulen aspectos como la retribución, conciliación, promoción y oportunidades (para las hoteleras con más de 250 trabajadores es obligatorio según la Ley de Igualdad de Cataluña de 2015); establecer políticas y estrategias activas de no discriminación (maternidad, contratación, etc.); así como investigar y crear mecanismos de evaluación.
2.- Trabajo decente y crecimiento económico
El trabajo decente está definido por cuatro pilares según la OIT: creación, protección social, derechos del trabajo y diálogo social. Además implica un salario digno, que la Organización define como aquel importe anual de ingresos suficientes para cubrir vivienda, alimentación, vestido, salud, impuestos y atención infantil. Existe una correlación directa entre trabajo decente y crecimiento económico, pero a menudo los puestos de trabajo tienen perfiles bajos en la escala laboral. En Cataluña la tasa de temporalidad del sector es del 33,1% y ha aumentado 10,9 puntos respecto a2016. A ello se suman los impactos negativos en la economía local por hoteleras que impiden que productos y servicios locales sean accesibles a los turistas.
Entre las propuestas de optimización destacan mejorar las condiciones laborales(salario digno, estabilidad, carga de trabajo adecuado, planificación horaria, conciliación y pago de horas extras), especial atención a colectivos más vulnerables y garantizar condiciones laborales dignas en las externalizaciones.
3.- Producción y consumo responsable
En este ámbito hay razones para el optimismo, ya que crece un 10% el número de clientes más concienciados que quieren saber si el hotel que eligen se preocupa por la sociedad y el medio ambiente donde está ubicado. Además al 52% de los viajeros le gustaría elegir un destino que cuidara su impacto ambiental y contribuyera al desarrollo de la comunidad local. Y es una tendencia al alza, a la que contribuye la búsqueda de la experiencia local y la autenticidad.
Por ello proponen diseñar una política de compras y realizar un análisis de la cadena valor bajo el criterio ético y de RSC (Responsabilidad Social Corporativa), crear negocios inclusivos que incorporen en la cadena de suministro a centros especiales de empleo, empresas de economía social y ONG; aplicar una política de consumo responsable contra el derroche alimentario, a favor del comercio justo y el consumo responsable; así como una política medioambiental que mida la huella ecológica, el ahorro de agua, la eficiencia energética y la gestión residuos en base a las 3R: reducir, reciclar y reutilizar.
Asimismo recomiendan incorporar temas de consumo y producción responsables en las formaciones internas, establecer estrategias de comunicación interna y externa de las buenas prácticas, implicar activamente al cliente (toallas, amenities, agua, energía, cartelería…), y adherirse y/o crear campañas de sensibilización.
4.- Alianzas para lograr los objetivos
Para Pili Malagarriga “afrontar los retos actuales implica ir juntos; buscar consensos, proyectos compartidos que generen mayores sinergias y experiencias compartidas”. A ello se suma “marcar criterios que permitan la agenda sostenible para todos, los ODS, y proyectos más colaborativos y menos competitivos”.
Como propuestas de mejora enumera la afiliación a iniciativas internacionales en turismo sostenible y RSC como el Pacto Mundial de la ONU, GRI (Global Reporting Initiative) y el Código Ético de la OMT; la certificación de sellos internacionales como Biosphere, Rainforest, GreenGlobe, Ecolider o GSTC (Global Sustainable Tourism Council); además de alianzas de barrio con comercios, otros hoteles y ONG; y con el sector público y privado (Agencia Catalana de Turismo, Gremio de Hoteles, etc.).
Los ODS según Segundo Mundo RSCC toman el relevo al Año Internacional 2017 para el Turismo Sostenible, “una agenda planetaria que apela a la implicación de todos: organizaciones públicas,privadas y ciudadanos. Por ese motivo, los ODS tienen mucha fuerza y debemos aprovecharla como marco guía para mejorar, aprender, orientar y medir nuestros avances”.
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Fuente: hosteltur.com