Hoy en día estamos acostumbrados a oír y leer sobre marca personal. La huella digital está muy relacionada con ella, porque es lo que dejamos en las redes. Cada día más departamentos de Recursos Humanos, integran en sus funciones, el ayudar a los empleados a gestionar de la mejor manera su huella digital. Así que, si eres candidato en busca de trabajo, has de cuidarla tanto o más.
¿Qué es la huella digital?
Habrás leído en muchas de mis publicaciones hablar de la transformación digital, del constante cambio y de que esto ya no hay quien lo pare. Lo cierto es que, si hubiéramos hablado de marca personal o de huella digital hace unos años, poquísimos sabrían de qué hablamos.
La huella digital es todo el rastro que vamos dejando en internet de manera pública. Muchas veces no somos conscientes, pero se trata de absolutamente todo lo que hay en relación al contenido que has colgado en cualquier red. Desde fotos, perfiles en redes sociales, comentarios, tweets, etc.
Pero entonces, ¿qué hacemos?
Estar en la red no es malo, pero debes tener en cuenta que, si buscas trabajo, hay que ser cuidadoso con lo que tienes publicado. Y no me malinterpretes, no voy a ser yo de las que te diga que seas políticamente correcto para tener la mejor imagen. No, pero sí te recomiendo que seas lo más coherente y honesto posible.
Todos tomamos copas, nos vamos de vacaciones y nos vamos de fiesta si nos apetece. Pero todo lo que hay colgado, dice mucho de nosotros. Por lo tanto, decide qué quieres que sea público. Y público significa que todos los que puedan estar buscando tu talento para sus organizaciones, también tienen acceso.
Hoy en día, es muy habitual que un proceso de selección conlleve la búsqueda de información del candidato en las redes, de hecho el 95% de los que buscan a alguien, reconoce revisar las redes sociales para analizar la huella digital de los candidatos. No se busca nada escabroso. Es una parte de la persona que ayuda a configurar un perfil, más allá del CV. Su historia, sus redes, lo que cuelga y comenta nos dice mucho de lo que es, pero sobre todo de su huella digital, de lo que quiere mostrar.
Aunque no lo creas, muchas veces se ven aspectos muy positivos en las redes que ayudan a descubrir competencias transversales muy interesantes. No todo lo que se recibe de la huella digital sirve para descartar. Por eso te animo a que no te estreses porque no es negativo estar en las redes. Solo tienes que cuidar tu imagen.
¿Cuántas veces alguien ha quedado marcado por un error o por haber sido algo impulsivo en la red? Eso puede provocar desde que, no seas contratado, a que, muchas veces teniendo el trabajo, te despidan. Que lo hagan porque va en contra de tus principios, ya no entro, pero si es porque no has tenido cuidado, tenlo en cuenta. Muchas personas se han arrepentido de haber colgado una foto o haber tuiteado algo de forma impulsiva.
Cómo cuidar la huella digital
Tratar de averiguar qué hay por ahí de ti mismo, puede ser un buen comienzo.
Si pones en Google tu nombre completo, puedes llegar hasta donde el seleccionador hace. Verás todo lo que hay sobre ti, lo que hayas publicado, lo que hayas dicho y tus fotos. Leer un CV es casi como apartar el ruido de la verdadera huella digital. Hay que saber leerlo.
Busca en todas tus redes sociales, qué tipo de contenido has subido. Una cosa es ver tu naturalidad y otra es leer comentarios que nada encajan por ser embarazosos o excesivamente agresivos o por ver fotos que puedan ser algo incómodas. Piensa que eliminar alguna cosa de este tipo puede llegar a ser prácticamente imposible. Así que esa es la razón principal de cuidar tu huella digital.
Lo importante es que independientemente de cómo te sientas en un momento dado, seas consciente del impacto que pueden tener tus publicaciones. No vale la pena que un calentón o colgar una foto en un momento inoportuno, te hagan perder oportunidades.
Publicar o no publicar, esa no es la cuestión.
Entrar en el debate de si es correcto publicar según qué contenido, no es la cuestión aquí. Incluso podríamos hablar de otro debate, el de si es bueno que los seleccionadores busquen en las redes, como si se estuvieran metiendo en tu vida privada. Lo cierto es que, si está ahí, no es algo que sea privado. De lo contrario, te cuidarías de no subirlo.
Pero esto ha llevado a la controversia de si no se ha ido de madre que muchas personas estén realmente obsesionadas con colgar absolutamente todos los pasos que dan en su vida. Una cosa es compartir momentos, y la otra es que tu vida esté publicada. Debes tener privacidad y los seleccionadores deberían encontrar historias, que puedan conectar o no con la cultura, pero como lo puede hacer una entrevista de trabajo, sin más.
Piensa en internet como aquel lugar donde estás constantemente expuesto. Muchas veces olvidamos que a pesar de que no queramos vendernos, lo hacemos. Y no lo veas como algo malo, esto te da la oportunidad también de mostrar tu talento, de dar a conocer el valor que puedes aportar, más allá de lo que hayan podido leer un trozo de papel. Y eso implica que no solo las cosas personales que colgamos puedan ser vistas. Todo lo que subimos sin tener en cuenta el impacto profesional, puede ir en nuestra contra.
El CV no es suficiente, por lo tanto, cuidar tu huella digital es imprescindible. El seleccionador quiere coherencia y ver reflejado lo que ha extraído de lo que ha visto en ti. Si se ven cosas que distorsionan, puedes ser descartado. Cosas como ser violento o hacer apología de la violencia, mostrarte agresivo, racista o discriminar a algún grupo social, pueden ser motivos más que de sobra para que la organización no quiera asociarse a ti, por muy excelente que sea tu CV.
Decir lo que piensas, mostrar tu opinión no es malo. Solo ten en cuenta si puedes estar ofendiendo a alguien, si puede que sea sensato decir eso o publicar ese contenido.
Autora: Maribel García
FUENTE: vía @IMFFORMACION