Como en Año Nuevo, el fin del verano se convierte en uno de los puntos de inflexión: buenos propósitos de salud y trabajo, cambio de vida y nuevos planes profesionales que nos llevan a pensar en otro empleo, en cambiar de empresa y hasta de sector o profesión. Estos son algunos consejos para acertar con la reinvención personal y las posibles ofertas que llegan con el nuevo curso.
La reinvención profesional es posible, y siempre hay una oportunidad de cambiar de trabajo si sientes que de verdad es tu momento. La vuelta de verano es una nueva ventana de oportunidad para este cambio, para crear tu propio empleo, o modificar la vida que llevas en tu actual ocupación o empresa.
Crea una nueva posición y gana empleabilidad
Lo primero que debes tener en cuenta es que hoy tu carrera profesional está en tus manos, no en la de los empleadores. El cambio profesional que puedas iniciar implica la necesidad de ser muy flexible. Esto incluye aspectos como la ubicación geográfica, la disposición a moverte e incluso a cambiar de sector y de profesión. Y, por supuesto, la posibilidad de adoptar nuevas fórmulas laborales, sin ceñirte únicamente a la empresa tradicional.
Tu respuesta a un mercado laboral que cambia casi cada día es que te conviertas en un nuevo tipo de profesional que desarrolla competencias y que aplica nuevos métodos de búsqueda, porque está claro que el mero envío de currículos, la consulta de portales de empleo o la misma presencia en las redes sociales, no son tan eficaces como eran.
Haz un diseño previo de tu futuro profesional
¿Qué preparativos puedes hacer antes de iniciar la aventura del cambio? Para ser más eficaz, conviene que centres tu búsqueda en aquello que sabes que se te da bien, para lo que vales.
Analiza qué proyectos has realizado; en qué has sido especialmente talentoso; y en qué has disfrutado.
Pero también debes mirar hacia delante: visualiza tu futuro profesional, y que éste resulte retador e ilusionante. Piensa qué te gustaría estar haciendo dentro de 10 ó 15 años.
Tu carrera profesional está en tus manos y no en la de los empleadores. Debes ser muy flexible
En el caso de aquellos que buscan su primer empleo, los preparativos deben encaminarse a incrementar la eficacia y a enfocarse adecuadamente antes de decidir qué carrera elegir; qué profesión o sector escoger. Recuerda que entre las decisiones más importantes están qué vas a estudiar y a qué te quieres dedicar en tu vida profesional. Desgraciadamente, ambas se toman en un momento en el que no somos suficientemente maduros para decidir. Sin olvidar que casi nadie puede aconsejarnos hoy sobre este asunto, teniendo en cuenta la velocidad a la que cambia el mercado laboral.
Pero además, como si fueras una empresa, debes analizar cuáles son las profesiones emergentes y las tendencias de mercado que te ofrecen datos objetivos sobre tus nuevas oportunidades profesionales.
Plantéate incluso si la profesión que has escogido tiene futuro o va a desaparecer; si el mercado va a necesitar los mismos profesionales; o si eres realmente bueno en lo tuyo. Quizá tengas que cambiar de vocación y buscar el desarrollo personal en otra actividad.
Traza un plan de acción -un plan de negocio- en el que vendas adecuadamente tus capacidades.
¿De verdad crees que controlas tu currículo?
La cuestión es si realmente seremos capaces de pilotar nuestra propia empleabilidad. Hay quien piensa que en un mundo interconectado como el actual, resulta cada vez más complicado controlar nuestro propio currículo. Éste pasa de ser meramente descriptivo a convertirse en cualitativo y, para bien o para mal, somos cada vez más transparentes. En el CV importa lo que dices, pero cada vez más lo que dicen de ti aquellos que te rodean y conocen, porque somos lo que nuestros amigos (sobre todo en las redes sociales) creen que somos; lo que valen y pesan nuestras interacciones; la imagen que damos. Y esto conforma nuestra reputación profesional. Resulta determinante cuando inicies un cambio o busques un nuevo trabajo. Se tiene cada vez más en cuenta la información sobre tu trayectoria de vida.
Además, debes tener en cuenta que para los empleadores resultan cada vez más irrelevantes tus éxitos pasados y la forma tradicional en la que sueles venderlos, porque la historia laboral anterior en otra empresa no suele repetirse. Si vas a iniciar una nueva aventura, esto es determinante en tu búsqueda.
Y si el mercado te pide otras habilidades y capacidades profesionales y exige que adoptes nuevas fórmulas de búsqueda de trabajo, también tienes que tener muy presente que las ofertas de empleo tienden a dejar de ser como siempre han sido. Prepárate para diferentes reclamos que responden a una manera diferente de reclutar y que demuestran una capacidad para sintetizar y comprender los valores de la compañía.
El embrujo (con riesgos) de las nuevas profesiones…
La velocidad a la que cambia el mercado laboral se traduce en la aparición de nuevas profesiones y en la necesidad de perfiles nunca vistos. Ya se sabe que las ocupaciones que tendrán éxito en los próximos cinco años aún no existen, pero has de tener cuidado con el embrujo que pueden causarte denominaciones originales que se refieren a puestos inéditos que quizá no sean la panacea cuando se busca empleo en un entorno laboral que exige estrategias diferentes.
Debes plantearte si los trabajos con éxito -muchos de los cuales ni siquiera existen hoy- son sostenibles y perdurarán en el tiempo o te dejarán estancado, tras perder peso, influencia y utilidad.
Debes aportar un nuevo valor y presentar nuevas credenciales profesionales
En ciertos casos, esos nombres originales para designar profesiones inéditas -a veces son sólo funciones- no resultan positivos ni para las empresas ni para quienes deciden dedicarse a ellas.
Debes tener en cuenta que muchas de las posiciones tradicionales se mantendrán, pero irán cambiando y hay que estar en constante adaptación, en formación permanente. Y eres tú quien debe ocuparse de estar en la cresta de la ola.
Tampoco es fácil distinguir entre lo que es y será una nueva profesión y lo que tan sólo es una función o tarea temporal a la que la tecnología vigente en el momento obliga.
La tecnología va muy rápido, y hoy todo lo nuevo se queda viejo enseguida. La que se considera ocupación de futuro, mañana puede ser algo innecesario.
… Demuestra que necesitas nuevas capacidades
Todo lo dicho anteriormente nos conduce a la necesidad de contar con nuevas capacidades y habilidades profesionales que vienen a ser algo así como la lista de la compra de las empresas que acuden al supermercado del talento. O las tienes, o estás fuera del mercado y de las exigencias básicas de las organizaciones que ofrecen empleo.
Debes estar preparado para hacer las cosas de un modo muy diferente a como las hacías hasta ahora. Si tu objetivo es el cambio, no te queda más remedio que aportar un nuevo valor y presentar esas nuevas credenciales profesionales adaptadas al nuevo mercado de trabajo.
Aquí entra en juego la adaptabilidad, el autoaprendizaje, la capacidad de reciclaje o la habilidad multidisciplinar, que tienen mucho que ver con la capacidad para trabajar en un entorno cambiante.
También la flexibilidad -citada anteriormente- y la polivalencia, que es la capacidad de trabajar en diferentes puestos, de ser un comodín y de demostrar flexibilidad funcional.
La creatividad, la innovación, las habilidades relacionales y comunicativas, se relacionan con una faceta internacional relevante, que lleva a manejarse y a ser eficaz en diferentes culturas en sentido amplio.
¿Cuál es la primera impresión que das en las redes sociales?
Cultivar una actividad solvente y real en las redes sociales es crucial hoy para buscar empleo. El rastreo de tu vida personal y profesional en LinkedIn, Twitter o Facebook forma ya parte del proceso habitual de selección que desarrollan las empresas y los reclutadores.