Desarrolladores de aplicaciones, ingenieros de ‘software’ y comerciales hacen pleno en el empleo. El mercado demanda estos perfiles que ya son los más cotizados. La retribución del director de tecnología ya supera los 100.000 euros anuales; y un analista de datos puede aspirar a un sueldo de 60.000 euros, que se multiplica por dos si trabaja en lugares como Silicon Valley.
En 2011 Apple, Google, Intel y Adobe decidieron firmar un pacto de no agresión para detener una guerra salarial que encarecía, y mucho, los costes laborales. Esta particular batalla por el talento en Silicon Valley lleva muchos años desatada y ha provocado una escalada de sueldos entre los desarrolladores de software. Tanto es así, que hoy en día la retribución de un ingeniero en Palo Alto puede alcanzar los 250.000 dólares anuales (225.500 euros); 75.000 euros en Barcelona. La diferencia salarial es más que evidente y, aunque los expertos coinciden en que la meca de la tecnología no es la referencia retributiva -se decantan por los hubs europeos como Londres o Berlín-, los fundadores de start up españolas están preocupados por un aumento de la demanda de estos perfiles escasos e indispensables para poner el tono tecnológico que demanda sus negocios. Por ejemplo, la cotización del CTO (director de tecnología) ya supera los 100.000 euros anuales. El data scientist (científico de datos) es otro de los que vivirá un buen momento retributivo. Se estima una demanda de 250.000 a medio plazo en España. Según Glassdoor, su retribución media anual en San Francisco es de 113.436 dólares (102.554 euros); y firmas como Facebook cotizan a 139.144 dólares (125.776 euros). Pero estas cifras no son un punto de partida. Nacho de Pinedo, cofundador y CEO de ISDI, afirma que «no hay aún un ecosistema digital global que sirva de referencia genérica para salarios, y menos en start up».
Una gran demanda y un exceso de capital fomentan la inflación salarial que existe en Silicon Valley
José del Barrio, CEO de Samaipata Ventures, asegura que España «ya tiene una de las mayores canteras de desarrolladores profesionales de Europa, aunque por detrás de Londres o Berlín. Es de esperar que los salarios para estas profesiones aumenten según se vaya afianzando el ecosistema start up en España». Eulogi Bordas, CEO de Photoslurp, apunta que «lo que sucede en Silicon Valley en relación a los sueldos no es extrapolable a España. Allí se concentra un exceso de demanda con un exceso de capital, lo que fomenta una tremenda inflación salarial». Sin embargo, parece que esta escalada tiene los días contados. Santi Herrero, socio fundador de EDpuzzle, apunta que «en San Francisco y alrededores se es consciente de que esta tendencia al alza debe parar, mediante medidas legales o una transformación en Palo Alto. Los primeros síntomas ya se perciben: desde mediados de 2015 el crecimiento de la oferta profesional está disminuyendo».
En España la situación va a otro ritmo. Iñaki Arrola, fundador de Coches.com, afirma que «al haber escasez de personas con formación técnica estos puestos pueden tener una mayor inflación en precios y la tendencia a medio plazo es claramente alcista». La respuesta ante esta situación no se ha hecho esperar. Del Barrio explica que «tanto por razones salariales como de productividad, las start up están preocupadas por la captación y retención de talento. De hecho, muchas rondas de financiación se destinan, casi exclusivamente, a la creación de equipos TIER 1, es decir, equipos técnicos».
Evolución natural
Hasta un 31% de las empresas emergentes prevé incorporar programadores de aplicaciones
«A las start up no les queda otra que hacer frente a esta inflación salarial», asegura Jorge Schnura, COO y Cofundador de Source{d}, por lo que «incluso las que se niegan, acaban aceptando mejores nóminas. Y las que aún se resisten simplemente se conforman con la atracción de talento menos cualificado».
De todas maneras, todo depende de la fase en la que se encuentre la start up. «En la etapa inicial se suelen demandar perfiles de programadores full stack, es decir, que se manejen suficientemente bien en distintos lenguajes de programación (front-end, back-end o incluso arquitectura de sistemas y bases de datos); en una fase más madura se buscan perfiles muy concretos que dominen un lenguaje específico. Ahora, además, se aprecia un boom del desarrollo mobile y se requieren desarrolladores de aplicaciones», apunta Ramón Egea, director de recursos humanos de JobandTalent. Alberto Díaz, fundador de Digital Migration Partners, menciona a los programadores sénior, «los de ruby on rails son los más difíciles de encontrar. En España proliferan más los de PHP y Java». La cotización de estos puestos roza los 50.000 euros; a distancia de las 500 libras diarias que puede ganar un programador freelance (eso estaba pagando la alcaldía de Londres para un proyecto que licitó hace poco).