Tan solo un 50% de las empresas que operan en España declaran que su organización concede una importancia significativa a la prevención de los riesgos psicosociales, frente, por ejemplo, al 95% de empresas en Francia, que consideran los mismos parte fundamental de los riesgos laborales.

Así se desprende del ‘Barómetro PSYA de la Prevención de los Riegos Psicosociales en el Trabajo en España’, elaborado por PSYA, empresa especializada en la gestión y prevención de los riesgos psicosociales y la mejora de la calidad de vida en el trabajo, en colaboración con PRL Innovación, sobre una muestra de 152 empresas con más de 500 trabajadores.

Según este Barómetro, un tercio de las empresas entrevistadas dispone de un sistema de gestión, en un 80% de ellas existe una creciente concienciación sobre estos aspectos y un 59% piensa incrementar en los próximos años los presupuestos asociados su gestión.

Otra de las conclusiones obtenidas por PSYA con su Barómetro es que los profesionales utilizan los conceptos de prevención de riesgos psicosociales y gestión del bienestar en el trabajo como términos equivalentes, pese a que existe una pronunciada división a la hora de considerar el marco o enfoque desde el que se desarrollan estas prácticas, probablemente debido a cómo se integran en los diferentes departamentos/áreas de la organización, no siendo éste un ámbito privativo de los servicios de prevención en las organizaciones.

Incremento de los riesgos psicosociales

El Barómetro también pone de relieve una tendencia continuada al aumento de la incidencia de los riesgos psicosociales en el trabajo en los últimos años, de manera que casi la mitad de las organizaciones encuestadas han experimentado un incremento de la incidencia de problemas relacionados directamente con la salud mental.

La percepción generalizada es que el impacto de estos riesgos psicosociales se traduce en un aumento del absentismo, la disminución de la calidad del trabajo y un empeoramiento de la calidad de las relaciones sociales.

Causas

En cuanto a las causas más frecuentes de este aumento destacan el incremento de la carga de trabajo, con una mayor incidencia cuanto más grande es la empresa, y la inquietud por el futuro profesional, en un entorno de fusiones y reestructuraciones empresariales.

En cuanto al futuro, el Barómetro de PSYA recoge que, de cara a la adopción de políticas preventivas estratégicas en este campo, las organizaciones trabajan en la optimización de las prácticas de dirección de equipos, junto a la promoción de la conciliación de la vida personal-profesional, la mejora de la comunicación con los trabajadores y el establecimiento de cambios en la forma y distribución del trabajo, ejes de actuación considerados como prioritarios para la prevención de los riesgos psicosociales en las empresas.

Sin embargo, aspectos como la implantación y seguimiento de indicadores de riesgos psicosociales específicos, tales como el estrés organizacional y la fatiga psicológica, tienen un desarrollo testimonial en las organizaciones, excepto en el caso de la violencia en el trabajo, donde cuatro de cada diez empresas dispone de un seguimiento específico.

Igualmente, la asunción de medidas de control de riesgos, tales como la implantación de programas de asistencia al empleado o actividades relacionadas, tales como la promoción de hábitos saludables, siguen siendo una práctica minoritaria. Solo un 22% de las empresas encuestadas aplica en la actualidad un programa de ayuda al empleado, aunque sí se observa una aplicación progresiva de este tipo de prácticas.

En opinión de Christine Loos, Directora de PSYA en España, “la puesta en marcha de medidas de control de riesgos, la implantación de programas de asistencia al empleado, la promoción de hábitos saludables, si bien gozan de una aplicación progresiva, todavía son prácticas minoritarias; solo un 22% de las empresas encuestadas aplica en la actualidad un programa de ayuda al empleado”.

Principales beneficios

Después de analizar las respuestas de las empresas que han participado en el Barómetro PSYA, entre los principales obstáculos a los que se enfrentan las organizaciones a la hora de implantar políticas de gestión de riesgos psicosociales destacan la falta de confianza y apoyo de la dirección y de los propios profesionales sobre la posibilidad de realizar un acercamiento objetivo a la problemática, adoptando soluciones realistas y eficaces, y la ausencia de presupuestos asociados a esta gestión.

Para Fernando Toledano, Director Departamento Consultoría y Auditoría de PSYA, “el sondeo nos presenta un escenario en el que los profesionales otorgan un elevado valor a la gestión del bienestar y la prevención de los riesgos psicosociales, pero al mismo tiempo identifica un desarrollo insuficiente en las organizaciones en este ámbito, amplias y justificadas reservas sobre los perfiles y propias competencias, asumidas por los técnicos de prevención y otro personal habilitado, incertidumbre sobre los agentes que deben asumir esta materia y prácticas desajustadas o contradictorias en sus objetivos”.

Por último, entre los principales beneficios que consiguen las organizaciones con la implantación de un sistema de gestión de la prevención de los riesgos psicosociales, destacan, la mejora de las relaciones sociales, el aumento de la competitividad y productividad y la reducción del absentismo en la empresa.

Fuente: RRHHpress