Los cambios sociales, tecnológicos y económicos que están por venir en esta década amenazan con transformar la economía mundial y, con ella, a las empresas. Eso significa que serán imprescindibles trabajadores y directivos con nuevas habilidades y aptitudes hasta ahora impensables en los negocios.
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Longevidad extrema. La población cada vez vive más tiempo. En 2025, el número de mayores de 60 habrá aumentado un 70% en algunos lugares de Occidente, como los Estados Unidos.
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Máquinas y sistemas inteligentes. La automatización acabará con los empleos repetitivos y aumentará nuestras capacidades.
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El mundo de la computación. El aumento masivo en el número de sensores y la capacidad de procesamiento convertirán el mundo prácticamente en un ‘sistema programable’.
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El nuevo ecosistema de medios. Las nuevas herramientas de comunicación requieren de un dominio de lenguajes más allá de lo textual. La comunicación visual es la nueva ‘lengua vernácula’.
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Organizaciones superestructuradas. Las tecnologías sociales permiten nuevas formas de organización y trabajar a escalas extremas.
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El mundo conectado global. La diversidad y la adaptabilidad están en el centro de las operaciones debido al aumento de la influencia de las economías emergentes.
3.- Pensamiento adaptativo. Consiste en la pericia para pensar y encontrar soluciones y respuestas más allá de las rutinarias o basadas en reglas.
4.- Competencias interculturales. Es la aptitud para operar en diferentes culturas.
5.- Pensamiento computacional. Es la capacidad para trasladar vastas cantidades de información a conceptos abstractos y para entender el razonamiento basado en datos.
6.- Nueva alfabetización de medios. Habilidad para el análisis crítico y el desarrollo de contenido que utiliza nuevos medios y para apalancar esos medios para una comunicación persuasiva.
7.- Trabajador ‘transdisciplinar’. Es el conocimiento y la competencia a la hora de entender conceptos relacionados con múltiples disciplinas.
8.- Mentalidad de diseñador. Habilidad para representar y desarrollar tareas y procesos de negocio para conseguir un resultado determinado.
9.- Gestión de la carga cognitiva. Se trata de la aptitud para discriminar y filtrar información según su importancia y de entender cómo maximizar las funciones cognitivas (o del pensamiento).
10.- Colaboración virtual. Es la destreza para trabajar de forma productiva, aumentar el compromiso y mostrar presencia como miembro de una comunidad virtual.