Lo más normal, sería explicaros como montar un bar y las directrices para tener éxito en esta aventura, pero ya tenéis muchísimas referencias en internet, libros y cursos sobre ello.
Familiares , amigos, políticos en la tele o vuestro inconsciente subconsciente muchas veces os ha animado a emprender una actividad de carácter hostelero (total el dinero os lo jugais vosotros).
Pues yo , el asesor hostelero, el que se gana la vida con la gente con bares en dificultad , seré el que os desanime a montar este tipo de negocios (del que ya hay mucha competencia por cierto) . Soy así de masoca .
Cada mes os iré exponiendo y explicando un punto de mi decálogo personal
Pero por qué? Porque amo mi oficio, amo la gastronomía, pero sobretodo AMO COMER BIEN, y malos bares ya hay muchos
Si pensáis en montar un bar debéis de saber que desde el inicio de la crisis , allá en el 2008 hasta finales de 2014 , 44.582 establecimientos echaron el cierre a sus negocios, frente a 39.596 que abrieron sus puertas. Nada alentador la verdad.
Antes de empezar , os planteo una cuestión:
Cuando estáis mal, seguro que vais a un médico, no? Requerís que tenga su titulación, estudios y practicas realizadas y experiencia demostrada . Pues al dueño de un bar habría que exigirle lo mismo.
Pero dejémonos de reivindicaciones, y analicemos el primer punto de mi decálogo.
#1 Servir un café es fácil
Esto es lo típico que suelo escuchar. Montar un bar con este pretexto, es toda una declaración de intenciones. Es la crónica de una muerte anunciada.
Como en todas las empresas, no hay ningún proceso fácil. Para montar un bar, no basta con coger un traspaso y a currar, hay que hacer números, mirar que modelo de negocio quieres implantar, costes, marketing y un largo etcétera que iremos describiendo aquí en LNRE.
“No si yo me lo quiero montar para ganarme un sueldecillo de mil euros. Con eso me conformo” . Amigo, déjatelo ya. Esa no es actitud emprendedora. El conformismo es para “perdedores” ya que no permite superarse día a día, y en este mundo donde la clave está en siempre dar mejor servicio no hay cabida para mediocres. Además eso no te exime de tener todos los aspectos de tu negocio controlados. Lo dicho, muerte anunciada.
Poner un café es fácil, el ponerlo bueno es difícil. Soy medio italiano, y en Italia la cultura del café está muy implantada, os aseguro que si no haces un café mínimamente bueno, cierras.
Aquí lo podemos extrapolar a las cañas de cerveza: si un bar tira cañas peor que “Los Serrano” (Antigua serie de televisión) con demasiada espuma, con poco gas , caliente o demasiado cara, cierra (en ese caso, benditos son los tercios )
Hay que esforzarse en mejorar día a día, darle un valor añadido a tu bar y buscar siempre una diferenciación coherente y positiva . Evita estos puntos:
– inventarse cosas, como por ejemplo un polo de cerveza. Si tienes experiencia en el sector mantente siempre dentro de una coherencia. Si no la tienes, esfuérzate en hacer primero bien las cosas. Para inventar hay que tener bagaje.
-Pensar que lo que te gusta le gustará al cliente. Nunca pensarás como el 100% de la clientela, ya que tus gustos te influenciarán en toma de decisión y te llevarán a ofertas inadecuadas. Ponte en su piel. Antes de servir una caña o un café piensa si tu te lo tomarías tal y como lo has servido. Haz un pequeño estudio de mercado . Te ayudará a mejorar la satisfacción de estos.
–Improvisar en la oferta. Controla tus costes. Tienes que saber cuánta caja tienes que hacer al día para por lo menos cubrir gastos. Muchos bares han cerrado por hacer ofertas inadecuadas, donde con precios económicos llenaban el local, pero no llegaban a fin de mes.
-Dar por sentado que eres el mejor. Y creérselo. Como dice el dicho popular siempre hay un pez más grande. El egocentrismo lleva a la relajación y esta al fracaso.
Esto son pequeños pasos que hay que dar en un mundo tan grande donde solo controlándolo todo, puedes tener éxito.
Quitémonos ya de la cabeza ese pretexto de que un bar no requiere un gran esfuerzo. Señores, es una empresa y hay que hacerlo bien y triunfar. Y hay muchos profesionales al que poder acogerse para lograr el éxito en cualquier campo del emprendimiento.
Como os dije: hay que emprender, pero con cabeza!
No he podido evitarlo… A pesar de las horas, a pesar de la distancia… ¡Tengo que quejarme! Un bar, del tipo que sea, es la empresa más difícil de llevar a cabo… Sobre todo, si quieres hacerlo bien. Por suerte o por desgracia (ahora me explico) he crecido entre hosteleros, hosteleros (Papá y Mamá) profesionales y responsables en su trabajo más que cualquiera. Ojalá yo pueda decir lo mismo dentro de poco… El tema está en que aunque poner un café es fácil, eso sólo es el resultado de muchísimas más acciones detrás: desde llamar al comercial para que te sirva el mejor café de la zona a un precio competitivo, para tu sacarle un beneficio, hasta que ese café esté disponible a las 12 de la noche porque ese cliente habitual (de la familia, que se suele decir) se lo tome cuando le gusta y como le gusta. Tener un bar es trabajar de sol a sol para dar un servicio al cliente, no siempre valorado y agradecido; no siempre bien pagado, hay horas que ganas mucho dinero, horas que te merecía la pena haber cerrado, pero no puedes hacerlo porque tu no has quedado con tus clientes como otras empresas, ellos van a venir cuando quieran; no siempre entendido: mi espinita clavada es que mi padre ha trabajado muchas Navidades y días especiales para mí como niña; no siempre bien remunerado: con la crisis hay muchas personas que se aprovechan tanto de los bajos salarios como de la baja cualificación; y no siempre bien cualificado: mi padre, tremendo profesional, ahora que es una persona madura, no sólo no le contratan por diferentes patologías que ha tenido y por su edad, sino que tiene que ver como jóvenes sin experiencia pasan delante de él en habilidades que él domina con los ojos cerrados… Con todo esto, ya me voy a dormir, pero decir que, un bar, es un negocio desde el sacrificio y el cariño de quienes saben llevarlo con ilusión. Gracias a los bares que tanto rechazaba de niña y adolescente, he sobrevivido desde que acabé la carrera. Sí, yo estudié, pero no he encontrado trabajo de lo mío hasta la semana pasada… cuatro años después de terminar… ¿Quién quiere montar un bar?
Gracias Agueda por tu intervención y paso por esta página. Es cierto, Gracias as los bares he logrado sobrevivir durante estos últimos cuatro años; el post es una provocación al futuro incierto de muchos emprendedores y emprendedoras que con esas ideas de negocio, solo creen que la responsabilidad de tener un bar es servir bien los cafés por la mañana; es muchísimo más que eso, como tu bien dices en el comentario, es una gestión integral del sacrificio, el cariño y la ilusión; ¿la alternativa a esta crisis es montar un bar? No.
Agueda un abrazo y espero que te vaya bien por esas tierras lejanas… ya nos contarás.
Cuídate mucho.
JOSE CARLOS.