Los últimos años hemos visto como la globalización a de construido las premisas que siempre hemos dado por sentados. El “mas es mejor” “poseer mejor que compartir” y “el desarrollo económico es lo primero” han marcado todas las políticas de desarrollo de los países, sin embargo, desde los años 60 ya se auguraba que llegaríamos a un tope. Un momento en que el planeta tierra ya no fuese capaz de asimilar la codicia humana y el paradigma del crecimiento sin límites se vería en entre dicho. Y ha ocurrido: con la globalización nos hemos encontrado con mayor desigualdad social tanto en los países en desarrollo como en los  “ricos”, el poder de las empresas multinacionales son superiores a los gobiernos, existe una mayor degradación ambiental y poco a poco, vamos ampliando la visión humana de bienestar. Todo esto ha favorido la aparición de un nuevo concepto de desarrollo: “El Desarrollo Sostenible” que tiene en cuenta las dimensiones sociales y ambientales además del rendimiento económico. ¿Y cómo podemos beneficiarnos los trabajadores sociales de este nuevo concepto de desarrollo? Pues estando atentos a las distintas manifestaciones que esta nueva concepción está adoptando en nuestro día a día como profesionales. Así, podemos decir que ante nosotros se nos abren ocho nuevas opciones laborales que a medida que avanza la globalización, la necesidad de cuidar el medio ambiente y los nuevos movimientos sociales y empresariales nos dejan vía libre para experimentar (o recordar) nuevas formas de intervención social. A continuación procedo a enumerarlos:

  1. Responsabilidad Social Corporativa: Políticas voluntarias de la empresa privada que van encaminadas a medir y aumentar sus impactos sociales, económicos y medioambientales. En este campo estamos trabajando en la gestión de la diversidad de la empresa, la prevención de riesgos psicosociales, en los planes de igualdad, voluntariado corporativo etc.
  2. Alianzas ONG- Empresa: aquí intervenimos o bien desde la empresa o como técnicos del tercer sector. Esta alianza social es un acuerdo formal de cooperación entre una empresa y una organización no lucrativa para acometer, de forma conjunta, un proyecto social.
  3. Economía Colaborativa: Creamos y gestionamos como profesionales bancos del tiempo, espacios co-working, o red de trueques …distintas formas de consumir que busca el desarrollo sostenible y el bien común compartiendo recursos.
  4. Inversión socialmente responsable: rompe con la inversión tradicional y añade a los criterios financieros tradicionales objetivos sociales y medioambientales. Tenemos el ejemplo de Triosos Bank. Como profesionales podemos conocer este tipo de inversión y utilizarlo para nuestros emprendimientos o para financiar un proyecto de nuestra entidad. También es mencionable la posibilidad de especializarnos en medir el impacto social de estas inversiones.
  5. Consumo responsable: como profesionales del cambio social podemos trabajar en consumo responsable, concienciando a la población sobre el Comercio Justo por ejemplo o creando y gestionando redes de consumo sostenible urbanos.
  6. Movimientos sociales: Grupos de la sociedad civil cuyo propósito principal es la promoción de objetivos sociales y/o ambientales, antes que conseguir el poder económico en el mercado o el poder político a través de procesos electorales. Aquí encontramos el movimiento Simplyfing, las Ecoaldeas. Estudiar e intervenir sobre estos movimientos sociales forma parte de nuestra profesión.
  7. Emprendimiento social: Crear o participar en proyectos sociales sostenibles económicamente y cuyo objetivo primordial sea el impacto social y medioambiental.
  8. Pleno Desarrollo de la Condición Humana: El Desarrollo Sostenible amplía las nociones de desarrollo humanos. Ya no sólo importan las necesidades básicas. El aspecto psico-ambiental toma relevancia al igual que las acciones preventivas para evitar el riesgo social.

El concepto de Desarrollo Sostenible está ampliando nuestras áreas de trabajo e investigación que si no nos ocupadas por nosotros lo serán por otras profesiones menos preparadas curricularmente pero con más ganas de innovar e investigar los nuevos movimientos sociales que están surgiendo. Os animo a tener en cuenta estos ocho nuevos espacios de trabajo para vuestro desarrollo profesional o personal. Yo por ejemplo escogí dedicarme al emprendimiento social y la responsabilidad social corporativa y actualmente es lo que me da trabajo. Quizás podríamos dejar de quejarnos de la falta de salidas laborales y dedicar más tiempo a explorar otras opciones. Volver a las raíces creativas de la profesión.

Este artículo nos lo ha cedido una compañera especializada en este tema. Para más información, os podéis dirigir a la web/blog de: Trabajo Social Corporativo


FUENTE: http://www.trabajo-social.es/