LOS SEIS GRADOS DE SEPARACIÓN EN LA BÚSQUEDA DE EMPLEO

 ¿Puede Internet, al ser un canal que permite pulverizar la distancia, ayudarnos a estar más cerca de nuevas oportunidades laborales?

Desde que Stanley Milgram realizó su experimento en 1967, consistente en coger a un grupo de personas residentes en el medio oeste de EEUU para que enviaran paquetes postales a unos desconocidos que vivían en Boston -el otro extremo del país-, hasta Facebook en 2011, los estudios realizados sobre la materia de los seis grados de separación son contundentes: estamos más cerca de lo que pensamos los unos de los otros. Como establecía el antropólogo Robin Dumbar, cada humano puede tener un contacto cercano con, más o menos, 150 personas (este dato se conocerá como el número de Dumbar). Multipliquemos en cada grado de separación con cuánta gente estamos conectados y veremos que son miles.

Si todas las estadísticas sitúan que entre el 70% y el 80% de los puestos de trabajo se cubren gracias a la red de contactos, parece una tontería diseñar un plan de búsqueda de empleo que no tenga en cuenta este principio. Como ahora se dice Networking , a veces, con tanto concepto que pretende ser muy moderno, olvidamos que, en el fondo, la cooperación en la búsqueda de empleo funciona en base a círculos. Profundicemos un poco en el tema:

  • El círculo familiar: padres, hermanos, primos, tíos, sobrinos directos, pero también hay que sumarles los indirectos, o sea, primos de primos, tíos de primos, etc. Un lío, pero este círculo es muy amplio. Si buscas empleo, ¿no puede haber un familiar que conozca alguna empresa?, ¿un amigo o conocido que te pueda ayudar?
  • El círculo de amistades: tus amigos íntimos, los amigos de tus amigos, los familiares de tus amigos… pueden tener alguna oportunidad profesional para ti. Quizás no, pero si no lo saben tus amigos, pierdes la oportunidad. Diles que buscas empleo, aunque más adelante diré cómo creo que hay que estar en la mente de todos estos contactos sin resultar muy pesado y que terminen por olvidarnos.
  • El círculo profesional: antiguos compañeros de trabajo, conocidos, referentes profesionales, etc. Aquí entrarían las redes sociales e Internet de forma muy directa. ¿Acaso no puedes intentar contactar con ellos?, ¿mantener un vínculo?, ¿ofrecerte profesionalmente? Internet te permite ampliar este círculo.

 

La cuestión es que la gente confíe en ti, en tus posibilidades y requiera de tus conocimientos adquiridos para desenvolverte profesionalmente. Tu blog profesional, tu perfil en las redes, es tu espacio. Conseguir entrelazar los tres círculos de contactos de tal forma que te puedan servir para encontrar empleo o, por lo menos, para abrirte puertas que te ayuden a mejorar tu experiencia mediante charlas, ponencias o, simplemente, conseguirte una entrevista, es el verdadero objetivo delnetworking. No seas tímido pero, para no serlo, tienes que confiar en ti mismo. No pretendo ponerme en plan coach ni psicólogo; no lo soy, lo mío son las ciencias sociales, pero si no te lanzas, no recoges.

Por suerte o por desgracia, en este mundo si quieres algo, tienes que ofrecer algo. Si hablamos con alguien y no nos contesta o, por el contrario, nosotros no respondemos a nuestro interlocutor, la conversación se pierde. Tenemos que ofrecer nuestros servicios profesionales, pero en el mundo 2.0 eso exige dedicación y, cómo no, proyectar al exterior una gran cantidad de contenido por el que no nos pagan. Sin embargo, convertirnos en referentes dentro de esos tres círculos de los que os hablaba es crucial. ¿Acaso eso no nos conectará con los círculos de nuestros círculos? Para no ser pesado o dedicarnos todo el día a decir que sólo se busca trabajo hay que ofrecer contenido interesante que responda a nuestro sector profesional. Después, mover los círculos. No perdemos nada, hay que intentarlo.