Hace unos días una persona dejó un comentario en el blog que me puso los pelos como escarpias.
Se queja de la falta de trabajo estable después de haber estudiado Filología inglesa y advierte que no es buena idea estudiar esta carrera si uno no lo tiene muy claro, muy claro.
Como no tengo su correo y ella no ha contestado al comentario que dejé tras del suyo, no le he podido dar mi opinión sobre su situación.
En realidad, me hace falta información más específica para contestarle algo acertado. Por ello, con este post, NO intento dar respuesta a sus inquietudes.
No obstante, sus palabras me han servido de inspiración ya que pienso que hay mucha gente, con problemas similares de inestabilidad laboral, a quienes les vendría bien una ayudita.
Tanto si ya tienes un trabajo, como si estás buscando uno, aquí tienes algunos consejos para incrementar tus posibilidades tanto de encontrar un trabajo como de promocionarte con tu inglés.
1) Obtén, al menos, un nivel C1
Cualquiera sea el trabajo que hagas, o quieras hacer, la verdadera rentabilidad del inglés empieza a aparecer a partir del nivel C1.
Sí, sí, un nivel avanzado.
Por tanto, es la primera meta en que debes pensar.
No te conformes con un B1 o B2; sigue y sigue hasta obtener el C1, si no es con un título al menos con tu habilidad para hablar. Ver siguiente punto.
2) Practica, sobre todo, el listening y el speaking
Lo que el mercado laboral quiere de ti, en primer lugar, es que HABLES inglés, no que sepas qué es le Present Perfect o similar.
¡Ojo! no se trata de un título (que sí, te vendrá bien para poner en el currículo), se trata más bien de que demuestres que puedes coger el teléfono, que puedes ir a una reunión y decir cosas coherentes, que puedes, en definitiva, desenvolverte para resolverle los problemas a la empresa.
Por tanto, deberás tener en cuenta que para ti será fundamental escuchar mucho inglés e intentar hablar con nativos.
De todo el tiempo que dedicas al inglés, emplea al menos el 80% en practicar estas dos habilidades: el listening y el speaking.
Recuerda que aunque obtengas una titulación C1, si no entiendes y te cuesta hablar, puedes guardar el título en un cajón.
3) Cambia el chip
Hace tiempo que ya no estamos en una economía de empleo fijo ni de trabajos para toda la vida.
No voy a entrar en los detalles de porqué esto es así, ni de si es justo o no.
Lo cierto es que la vida no es justa, y los que nos ha tocado vivir en esta época debemos aprender a pensar que todo es más precario que nunca.
Pero, con ser esto algo difícil de aceptar, no significa que no haya otras interesantes y gratificantes posibilidades laborales.
Lo que NO debes hacer es llorar por los pasillos (bueno, puedes pero solo un poco) porque no tienes, o tendrás, ni empleo ni sueldo fijo.
Puedes unirte a los grupos que quieren cambiar esto, pero hasta que esto no ocurra, lo mejor es emplear tu energía en cambiar el chip; ya que no de hacerlo te amargarás la vida.
Cuando la gente me escribe para quejarse de su precaria situación laboral, siempre tengo dos reflexiones.
En primer lugar, pienso en los hombres primitivos; cuando no había ni luz, ni gas, ni comida. ¿A quién se quejaban de su situación?
A nadie porque no tenían a quién, solo intentaban sobrevivir y los que lo hicieron pasaron sus genes, generación tras generación.
Esos son precisamente TUS GENES y te deben servir para lo mismo, es decir, para sobrevivir en situaciones difíciles.
Y, tú dirás, sí, pero eso fue hace miles de años, ahora la situación es diferente.
Sí, es verdad.
Pero, supón que viniera un tsunami y arrasara toda tu ciudad (algo que ha ocurrido en muchos pueblos).
¿Qué harías? ¿Quejarte de tu situación laboral?
No, por supuesto que no. Si no has muerto, lucharías por salir adelante conjuntamente con los tuyos.
No te confundas: el hecho de que tengamos casas con calefacción y aire acondicionado, coches que cuestan el sueldo de un año o más, luz y comida en el supermercado no significa que sea algo inmutable que siempre va ir a mejor.
Puede, perfectamente (como se ha demostrado en muchas ocasiones a lo largo de la historia) ir hacia atrás (y no siempre por culpa del gobierno de turno).
Y, en segundo lugar, pienso en la alternativa. Siempre está la extrema: pegarme un tiro si todo va muy mal. Bueno, ya lo sé, es muy extremo, pero más de alguno seguro que lo ha pensado.
Suponiendo que hayas decidido seguir viviendo ¿no será mejor tomártelo con optimismo?
Es que si te lo tomas con pesimismo es mucho peor; enfermas, te frustras; agobias a los demás.
Y alguno pensará: «como si fuera tan fácil vivir con optimismo».
Si, es verdad, no es tan fácil, pero se puede intentar porque merece la pena.
Pondré un ejemplo para que veas porqué merece la pena.
Cuando yo tenía 40 años perdí mi empleo por un ERE (Expediente de Regulación de Empleo). Nos quedamos sin empleo al menos unas 30 personas. TODOS, salvo 2, encontraron empleo en un plazo aproximado de un año.
¿Sabes quiénes fueron los que no encontraron trabajo?
Los que tenían el carácter más difícil; los que hicieron de su frustración una bandera; los que pensaban que se merecían algo mejor; los que siempre le echan la culpa a los demás de todo lo malo que les ocurre.
Y, lo peor de todo es que a estas personas si alguien se atreve a mencionarles que el problema puede estar en ellos, montan en cólera.
Imposible que tengan una visión que les haga responsabilizarse de sus actos.
Por eso, otro aspecto importante de cambiar el chip es autoevaluarte y ver cuánto hay de tu propia responsabilidad en tu situación.
Recuerda que tu presente es, en gran parte, producto de las decisiones que has tomado en el pasado.
Por tanto, para mejorar tu futuro debes pensar en las buenas decisiones y una de esas debe ser: no ver problemas, sino oportunidades.
4) Conoce tu medio
¿Has pensando alguna vez que el mundo parece estar dividido en dos: los que tienen contactos y consiguen buenos trabajos y los que no tienen contactos y deben buscarse la vida como sea?
Si estás en el segundo grupo, bienvenido al club.
Sé de lo que habló porque yo siempre pertenecí a este segundo grupo; sin contactos, sin familia importante, y sin saber si quiera cómo hacer contactos.
Nuevamente, no voy a entrar a valorar si esto es justo, o injusto, porque eso es harina de otro costal.
Lo que sí es importante es que adquieras cierta perspectiva sobre el medio que te rodea para tomar mejores decisiones.
Siempre habrá gente que tenga mejor situación que tú, muchas veces, sin razón aparente.
Pero eso no quiere decir que tú no puedas mejorar.
Si no sabes venderte, puedes aprender.
Si no tienes contactos, los puedes hacer.
Si no tienes dinero para montar un negocio, puedes desarrollar tus habilidades y vender servicios. En este último caso solo necesitas un ordenador y contactos.
Todo esto está muy relacionado con el siguiente consejo.
5) Haz del marketing personal tu gran aliado
Recuerdo que hace un par de años me invitaron a una presentación de un app para aprende inglés en una empresa tecnológica.
Antes que yo, hablaba un músico que hacía música con diferentes objetos. La verdad es que era bastante creativo y me gustó su ingenio.
Cuando habló, ya no recuerdo lo que dijo, exactamente, pero fue una frase que me pareció muy negativa.
Tuve la estúpida idea de acercarme a él para decirle que me había encantado su presentación, pero que tuviera cuidado con las cosas negativas que decía porque era «mal marketing».
Se puso como una hidra y me dijo que por culpa del «marketing» la sociedad iba como iba.
Yo no pretendía entrar en el tema de si el capitalismo es bueno o malo. Solo pretendía ayudarle a que su arte fuese más conocido.
Pero fue un consejo no solicitado y, por tanto, inútil. Me equivoqué en la forma.
Ahora bien, sigo convencida de que yo tenía razón en el fondo.
Es más, cuanto más sé sobre marketing, ventas y psicología, más convencida estoy de que estaba en lo cierto.
Todo el tiempo tenemos que vendernos.
Esto es así, no es un cuento chino; quieras o no siempre tienes la opción de no venderte, venderte muy mal o venderte bien.
Puestos a elegir ¿por qué no elegir venderte mejor? Si siques pensando como el músico artista, está claro que debes dejar de leer este post.
Pero si te preguntas cómo puedes venderte mejor, creo que debes de seguir leyendo.
Bueno, es algo complejo de explicar y, sobre todo de hacer.
Pero empezaré poniendo las ideas en contexto.
¿Te has preguntado alguna vez porqué en las empresas hay gente que no vale mucho y, sin embargo, consigue promocionarse mejor que otros que tienen más conocimientos técnicos?
Marketing, my friend.
También llamado en este caso, «communication skills», es decir, habilidades de comunicación.
Cuanto más arriba estás en la jerarquía de una empresa más importantes son estas habilidades de comunicación, y menos importancia tienen tus conocimientos técnicos. Así es.
Por tanto, además, de aprender inglés bien, intenta formarte en este sentido.
No se trata de aprender a vender humo, se trata de mejorar tu forma de comunicarte: qué decir, cómo decirlo, cuándo decirlo.
Esto también afecta a la redacción de tus escritos.
Si no sabes escribir medianamente bien, quedarás fácilmente descartado.
Así que empéñate, con todos tus sentidos, en aprender a hacerlo lo mejor que puedas.
Ahora, veamos dos ideas claves para aprender a venderte mejor; hay muchas más, pero estas son el «núcleo»:
a) Todo lo que hagas, hazlo poniéndote en el lugar del cliente, empresa, compañero, proveedor y, hazlo pensando que tu objetivo es que todas estas personas te envíen «cartas de amor».
Claro, no me refiero a «cartas de amor» de verdad, si no a que estén tan agradecidos con tu trabajo que quieran escribirte para darte las gracias.
b) Piensa que todo el mundo en las empresas tiene una espinita clavada. Todo el mundo, sin excepciones. Por ejemplo, un departamento que no funciona, un equipo poco productivo, pérdidas de clientes, pérdidas de tiempo, mala relación con los compañeros.
Intenta ser tú el que les quita esa espinita, o contribuye a hacerlo. No se trata de fingir, ni de actuar por conveniencia, se trata de ayudar de verdad a resolver problemas.
Si lo logras, es probable que tu nombre quede grabado con fuego en la memoria de estas personas.
Eso es Marketing personal, puro, simple y tremendamente efectivo.
Un par de pegas.
Primera: ¿Si aún no tengo trabajo cómo voy a conseguir todo esto?
Estas ideas se pueden trasladar a la situación anterior a tener trabajo remunerado.
Un trabajo (el proyecto de fin de carrera, por ejemplo) que haces mientras estás estudiando en la Universidad, o los contactos que haces mientras estás formándote en el campo que sea.
Alrededor tuyo siempre hay una red de contactos; quizás no has reparado en ello; pero es una de las principales formas de conseguir un empleo.
Si destacas por tu buenhacer antes de encontrar empleo, las personas que te rodeen pondrán primero los ojos en ti que en otras personas que no hacen lo mismo.
Segunda pega: No soy la madre Teresa de Calcuta; esto de hacer cosas no remuneradas ni recompensadas no es lo mío.
Tienes dos posibilidades, entonces, ignorar este consejo y seguir haciéndolo como tú creas que es mejor para encontrar un trabajo; o no ser la madre Teresa de Calcula (que es muy díficil), sino que simplemente intentar ver SOLUCIONES en lugar de problemas. Solo con hacer esto durante el día ya tendrás mucho ganado.
6) Empéñate en mejorar cada día
Veamos qué significa mejorar.
Significa que debes practicar mucho una habilidad; todo lo que sea necesario hasta poder obtener de ella una rentabilidad.
No necesariamente debe ser una rentabilidad económica; puede ser otra como, por ejemplo, sentirte orgulloso de tus logros. Esta es una rentabilidad psicológica que tiene muchos beneficios ya que te hace ganar seguridad en ti mismo.
Esto, si te das cuenta, es igual que aprender inglés.
Es un proceso lento que requiere la práctica continua; pero si sigues y sigues, mejorarás, sin lugar a duda, y con el paso del tiempo serás, cada vez, más valioso.
Para recapitular:
¿Te has fijado como las posibilidades de encontrar empleo, o promocionarte en tu actual empleo van en dos sentidos?
Uno. Ser muy bueno en uno, o dos (mejor aún), campos.
Dos. Saber comunicar a tu entorno que eres muy bueno en esos campos.
Créeme, si aprendes a manejar bien estas dos variables, no habrá quien pueda contigo.
Gracias Mónica
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fuente: http://elblogdelingles.blogspot.com.es/2015/11/6-consejos-para-aumentar-tus.html?m=1