Aunque trabajar desde casa puede sonar a maravilla, también tiene sus desventajas… sobre todo en verano, cuando hay más familiares en casa y el calor se puede volver insoportable
Separar el espacio de trabajo del entorno familiar
A menudo, quienes viven contigo te exigen que les prestes atención a toda hora para realizar diferentes tareas. Aunque les explicas que estás trabajando y que al final es igual que si estuvieras en una oficina, no parecen entender tu posición.
De ahí que lo mejor sea separar el espacio de teletrabajo del entorno familiar. Podrías, por ejemplo, habilitar una habitación a modo de oficina. Tu nicho debe estar bien acondicionado y contar con todo lo que necesitas para trabajar: escritorio, material de oficina, conexión a internet, ventilador o aire acondicionado, etc. Lo más importante, sin embargo, es tener privacidad y un horario. Da igual qué sitio de la casa elijas: nadie debe molestarte hasta que llegue tu “hora de salida”.
Como es lógico, evita que sea tu propio cuarto: la cama suele ser una cruel tentación. Tampoco elijas la sala, pues acostumbra ser el lugar más concurrido de la casa y te será difícil concentrarte. Puedes emplear, en cambio, un despacho (si lo tienes), el desván, el garaje o cualquier otro espacio no habitado.
Pero si no te queda más remedio que usar tu propio cuarto para el teletrabajo, trata al menos de contar con un escritorio con las condiciones adecuadas, y que ocupe un espacio distintivo que merezca ser llamado puesto de trabajo.
Programar un horario de teletrabajo flexible
El teletrabajo puede volverse una pesadilla si no tienes una rutina que te ayude a mantener la motivación y la concentración. Aun así, recuerda que estás en casa: ¡aprovéchalo! Eres dueño de tu tiempo de teletrabajo y puedes elegir el horario que más te convenga.
Sin embargo, este horario no tiene que ser tan rígido como el de un centro laboral. Estos últimos son estrictos porque contemplan procesos administrativos en que intervienen muchos trabajos, divisiones de roles, planes productivos, etc. Pero tú eres uno solo, así que un poco de flexibilidad no solo resultará más saludable, sino que te ayudará a conseguir un mejor desempeño.
El horario ideal para el teletrabajo será aquel que te permita armonizar aquellos momentos en que te sientes más productivo o tienes una mayor tranquilidad, con las tareas del hogar, los plazos de entrega, y otros factores que solo tú conoces.
Combinar el teletrabajo con actividades fuera de casa
Si no haces nada al respecto, el teletrabajo en verano puede llevar a que te sientas aislado y presa de una suerte de cautiverio voluntario. Las consecuencias pueden ir desde la ansiedad y el estrés, hasta la depresión en caso extremo, hecho que se traduce en una pérdida de creatividad y rendimiento.
Por eso, si te decantas por el teletrabajo en verano es aconsejable que salgas todos los días de casa. No importa lo que hagas: ir al gimnasio, ir a tomar un café o a un bar con los amigos, sacar a los pequeños, hacer deporte al aire libre. La idea es realizar cualquier actividad que te saque del encierro inherente al teletrabajo y te ayude a no perder contacto con la realidad. Y tienes un punto a tu favor: las opciones se multiplican ya que estás en verano.
FUENTE: @Infojobs
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