Frente a una nueva tarea, adicional a las que ya tengas, la reacción puede ser un “no”: “estoy sobrecargado”, “no puedo más”, “ya tengo bastante”, “¿por qué no se lo das a….?”, “siempre me toca a mí”,…

Analiza tu respuesta antes de ofrecer el “no”, porque responder un “no” rápido puede ser una reacción simplemente rebelde, o cómoda para no querer salir de la zona de confort o deberse a miedo al cambio, inseguridad,…. Analizar la situación te puede aportar una grata sorpresa, buscar el lado positivo te ayudará enormemente. Puede no ser el caso y entonces, es mejor mantener el no, pero dale una oportunidad, valora la empleabilidad que puede aportarte, si puedes crecer profesionalmente y todo lo que de la experiencia puedas aprender. Luego decide.

Si la tarea tiene carácter:

  • temporal, puede que tengas sobrecarga, siempre que no sea excesiva, esta no será para siempre, si es nueva adquieres conocimiento y si es para ayudar a un compañero, seguro que la relación con él se vuelve más colaborativa
  • indefinido, está bien valorar que te va a reportar, seguro que más carga, pero puede que también puedas aportar una nueva forma de hacer las cosas, que signifique aprender algo nuevo, ampliar tu networking dentro de la organización, ser más visible para tu grupo habitual de trabajo, adquirir una visión más global de tu impacto en la organización,….

Analiza, cuestiónate el “no”, sal de tu zona de confort y ¡sácale el máximo partido a la situación! Seguro que ya te ha pasado y tienes una experiencia positiva. Vívelo a medio plazo, genera empleabilidad, renueva tu curriculum y apórtale algo nuevo.


POR EMPLEABILIDAD EN EL BLOG DE VICTORIA REDONDO

FUENTE Y AUTORA: VICTORIA REDONDO

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