Identificar a los principales intermediarios laborales y saber cómo trabajan es el primer paso para nadar como pez en el agua en la búsqueda de empleo.
Empresas de trabajo temporal, consultoras de selección y cazatalentos son los intermediarios laborales más habituales. Estas firmas se encargan de poner en contacto a candidatos con empresas y viceversa. A estos tres grandes colectivos se han sumado numerosas plataformas digitales que tienen el mismo objetivo, en clara competencia con las redes sociales como LinkedIn, que ha visto un filón de negocio más que apetecible para sacar partido de todos los profesionales que cuentan en su haber. Así ha lanzado el Economic Graph, una representación digital de la economía global basada en datos de 610 millones de miembros, 50.000 aptitudes, 30 millones de empresas, más de 20 millones de vacantes y 90.000 centros educativos. Estas cifras son el reflejo de información suficiente para identificar tendencias como la migración de profesionales, tasas de contratación y aptitudes más demandadas por zona geográfica.
Selección y búsqueda
El big data ha propiciado el nacimiento de diferentes plataformas online. El nethunting -proviene de la unión de las palabras headhunting y network-, o lo que es lo mismo, la búsqueda de talento a través de las redes sociales, se ha impuesto de tal manera que hay quien aún cree que desbancará a los motores de búsqueda típicos. Nada más lejos de la verdad. Los intermediarios laborales, sobre todo las empresas de trabajo temporal y las consultoras de selección, han usado a su favor el potencial de las nuevas tecnologías como reclamo para ‘cazar’ a un buen puñado de profesionales, pero sin dejar de lado otros canales como la publicidad, el networking o el contacto directo.
Las firmas de cazatalentos también recurren a las redes para localizar a directivos en activo -su target-, pero lo suyo es la búsqueda directa. Su trabajo consiste en localizar y convencer al candidato para que deje su actual puesto por otro mejor en otra empresa. Además de una retribución lo suficientemente atractiva, suelen ofrecer otros alicientes, como una compensación que cubre lo que deja de ganar el candidato por abandonar su puesto -bonos anuales, retribución por cumplimiento de objetivos, stock options, etcétera- y, en algunos casos, también pactan un bono de retención por un periodo de tiempo para que el ejecutivo se lo piense dos veces antes de aceptar otra oferta.
Este proceso de búsqueda difiere del que utilizan los intermediarios laborales especializados en la búsqueda de perfiles cualificados para ocupar puestos de cierta responsabilidad. Una metáfora puede ayudar a entender la diferencia. Imagine un árbol repleto de manzanas. Para conseguir la mejor tiene que observar, escoger e ir de rama en rama hasta alcanzar aquella que cumple todas sus expectativas. Eso es búsqueda directa. Mientras que si lo que desea son unas cuantas buenas puede dar una patada al árbol -lo que viene siendo lanzar un anuncio- y de las que caen escoger las más aceptables. Nunca sabrá si son las excepcionales. Esto es selección.
Las plataformas
Junto a estos procesos para dar con los mejores, compiten las plataformas online que ponen en contacto a candidatos con empresas. Algunas de ellas son aglutinadores de otros portales y otras han optado por la especialización. Es el caso de Ticjob, que agrupa ofertas del sector Tic. Junto a esta y otras más generalistas para trabajar por cuenta ajena, están surgiendo los portales por y para los freelances. Estas webs son el nexo entre empresas y trabajadores independientes. Ahí conviven grandes comunidades de freelance que desarrollan su trabajo en cualquier parte del planeta.
AUTORA Y FUENTE: a través de @expansioncom / MONTSE MATEOS – @montsemateos
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