Diez lecciones del ‘profesor’ Rafa Nadal que deberían incluirse en todos los libros de texto

Como explica el filósofo, escritor y pedagogo José Antonio Marina, en todo proceso de aprendizaje participan la inteligencia y el talento, que es el buen uso de la primera. Es decir, la capacidad de elegir bien las metas, manejar la información, gestionar las emociones y poner en práctica las virtudes ejecutivas necesarias para alcanzarlas. En el caso del deporte, el talento suele asociarse a la habilidad que se tiene para practicar una determinada especialidad, aunque para llegar y no digamos ya mantenerse en la elite, con eso no es suficiente. Por mucho que en estos tiempos de adoctrinamiento, más que de educación, la cultura del esfuerzo esté bajo sospecha, de poco vale el talento si no se le riega con sudor e incluso lágrimas de sufrimiento.

En el complejo, exigente y competitivo mundo del deporte no hay un ejemplo mejor que el de Rafa Nadal, todo un compendio. Como dice su tío y ex entrenador, Toni Nadal, «Rafael lleva conviviendo con el dolor desde 2005, pero siempre sigue. Si queda una brizna de esperanza, lo sigue intentando. Esa es su grandeza deportiva». Grandeza deportiva, y también humana, pues Nadal trasciende a su figura de tenista. Revisando algunas de las últimas entrevistas que concedió tras ganar su decimocuarto Roland Garros, encontramos diez reflexiones de Rafa en las que se pueden comprobar los valores que no solo predica, sino, y he aquí lo más importante, practica tanto dentro como fuera de la pista.

Empezando por la educación y el respeto, ya sea hacia el rival o las reglas del juego. Su humildad y saber estar, tanto en la victoria como en la derrota, y su capacidad para aceptar las críticas, por más que la mayoría de las veces reciba elogios. El mencionado esfuerzo, no solo el físico, sino también el que conlleva una renuncia y, ahora que está pasando un calvario con las lesiones, incluso un sacrificio. El autocontrol y la autodisciplina. La pasión y la emoción. Por supuesto, su fortaleza mental y la ejemplaridad: tratar de mantener una conducta que ciertamente lo es. Diez reflexiones que en realidad son pequeñas lecciones del ‘profesor’ Rafa Nadal.

1. «La vida es mucho más importante que cualquier título. En el futuro me encantaría jugar con mis amigos. Mi felicidad va por delante de cualquier título».

2. «Sin el equipo y la familia, nada sería posible. Sin ellos, me habría retirado del deporte hace tiempo. Tengo confianza en el equipo que tengo a mi lado, no sólo deportivo sino también médico. Durante mi carrera la mayoría de las veces hemos tomado las decisiones adecuadas. En algunas nos hemos equivocado, pero es lo que hay».

3. «Yo era el primero que pensaba que no tendría una carrera tan larga como la que estoy teniendo, pero, al margen de las cosas que me han sucedido, siempre he mantenido la ilusión y la determinación por seguir»

4. «Soy realista y sé de la dificultad que tiene esto y de todas las circunstancias que se tienen que dar para que ocurra. Si lo he hecho yo, supongo que se podrá repetir. No voy a ser yo un súper elegido, aunque es evidente que se tienen que dar muchas circunstancias y en mi caso se han dado».

5. «Yo, como mero espectador, no puedo estar más contento de tener a alguien tan bueno como Carlos Alcaraz en nuestro país. Si ensalzarle tanto es faltarme al respeto a mí, yo no te lo sé cuantificar».

6. «Igual que se me ha elogiado muchísimo, entiendo que haya dudas sobre muchas cosas y las encajo con normalidad porque yo también las tengo. No me molestan para nada. Son lógicas y buenas. Si uno no tiene dudas en la vida es porque es un arrogante. Las cosas no siempre son claras y las dudas te ayudan a estar despierto y mejorar».

7. «Sé que la moda ahora es la inmediatez y que la paciencia no es una virtud muy valorada. Cuando queremos algo, lo único que tenemos que hacer es coger el móvil y hacer una compra, leer un artículo u obtener la información que necesitamos, pero las metas más grandes de la vida no se logran de un día para otro. Se consiguen luchando y aprendiendo a levantarte cuando te caes».

8. «Si no funciona el tratamiento (para la lesión que padece), me preguntaré si estoy listo para hacer una operación que no me garantiza ser competitivo y tardaría mucho en volver. La operación podría mejorarme, pero no me aseguraría la posibilidad de poder seguir. Tengo que hablar conmigo mismo y tomar una decisión de vida».

9. «Lo que puede pasar en el futuro no lo sé. Habrá un momento en que esto se terminará, pero yo sigo disfrutando con lo que hago».

10. «Yo siempre he sido feliz fuera del tenis, ni es algo que me quite el sueño ni tenga ningún miedo. Lo he dicho muchas veces: no tengo miedo a mi vida después del tenis. Yo tengo y siempre he tenido muchas cosas que me hacen feliz más allá del tenis».

Tras estas ‘diez lecciones del profesor Rafa Nadal’, viene como anillo al dedo otra reflexión de José Antonio Marina. Según él, «el primer problema de nuestra educación es su ideologización. En este país nunca va a haber un gran pacto de Estado al respecto, porque cada partido quiere mangonear en ella». Pues bien, ahora que tras la última reforma de la ley de Educación, conocida como LOMLOE o ley Celaá, está tan de actualidad el contenido de los libros de texto, tal vez sería buena idea que estas y muchas otras reflexiones de Rafa Nadal se incluyeran en ellos para que los niños aprendan del mejor deportista español de todos los tiempos, quien pasará a la historia no solo por todo lo que ha ganado, sino también por cómo ha ganado.

Después de ‘morder’ su decimocuarto trofeo de Roland Garros, Nadal ha confirmado que «en principio» jugará el torneo de Wimbledon, a partir del 27 de junio hasta el 10 de julio. Si lo gana o no, será lo de menos, aunque si definitivamente está, que nadie le dé por descartado y, cuando le llegue el momento de colgar la raqueta, hacia Rafa solo habrá palabras de reconocimiento y agradecimiento. Y es que, como en cierta ocasión dijo Vicente del Bosque, «el éxito sin honor es el mayor de los fracasos».