Ni el que más horas trabaja es el más productivo ni el que más habla en las reuniones el que más aporta

¿De verdad hay que llegar primero e irse de último de la oficina para progresar en su carrera? ¿Es mejor ocultar que uno no ha durado más de seis meses en ningún empleo si uno quiere salir bien parado en una entrevista de trabajo? ¿Debe participar activamente en toda reunión a la que haya sido convocado para dar la impresión de que está trabajando duro?


Algunas personalidades influyentes en LinkedIn han estado opinando durante esta semana sobre algunos consejos tradicionalmente aplicados al mundo laboral que hoy resultan desfasados. Además, cada vez triunfan más las trayectorias que consiguen una buena idea, totalmente diferente, para hacer de trampolín. He aquí cinco premisas caducadas.

1. Nadie quiere contratar a gente que no dura en las empresas. La sabiduría popular dice que los empleadores no quieren contratar personas que cambian de compañía frecuentemente por temor a que, si han cambiado una vez, podrían repetirlo. Sin embargo, ya no es realista pensar en un trabajo para toda la vida, precisamente al contrario: el futuro se basará en el cambio. Esto no impide que el comportamiento pasado permita adivinar el futuro, pero no es necesariamente negativo.

2. Siempre hay que hacer aportaciones trascendentales en una reunión. ¿Quieres que tus compañeros de trabajo y tus jefes sepan lo duro que has trabajado? Fantástico, pero cada reunión a la que estás convocado no es lugar para hacerlo. Puede que haya reuniones en las que solo debas escuchar, y puede que haya otras en las que crees que tu presencia es prescindible. Admítelo en los dos casos y actúa en consecuencia.

3. Al fin y al cabo, el sueldo es lo único que importa. A todos nos gustaría despertarnos un día siendo millonarios, pero las probabilidades de que nos toque la lotería son muy bajas y de que nos suban el sueldo…también. Hace mucho tiempo que ha quedado comprobado que el sueldo, si bien es valorado, no es lo que hace a los trabajadores más felices. Además, si el único interés que te genera tu trabajo es la cifra al final de mes, igual es el momento de replantear las cosas.

4. Hay que ser el primero en llegar y el último en salir. Siempre ha existido el concepto equivocado de que ser el primero en llegar todas las mañanas y el último en salir todas las noches es la mejor manera de avanzar profesionalmente, pero cada vez queda más alejado de la realidad. Desde luego, hay que echarle horas para obtener buenos resultados, pero es fundamental sacarles la máxima productividad y poder combinarlas con la vida fuera del trabajo.

FUENTE: equiposytalento.com