Cuando preparamos una entrevista de trabajo tenemos que preparar las respuestas a preguntas que desconozco. Nadie sabe lo que te van a preguntar. Por eso te preparé un archivo con 100 preguntas, 100 respuestas que te puede ayudar (al final del post).
Sin embargo, hay unas preguntas que no sepamos cómo responder porque, la verdad, no sabemos qué decir.
Hoy quiero que preparemos las respuestas a preguntas incomodas.
¿Cómo te defines?
¡Empezamos fuerte! La mayoría (por no decir la totalidad) que no sabemos quiénes son profesionalmente ni son capaces de decir unas palabras de cómo son personalmente.
La respuesta habitual es “no sé”. Y esa no es la respuesta. Necesitamos conocer qué puedo hacer, qué sé hacer, qué puedo aportar. Es decir, poner en valor nuestros puntos fuertes y minimizar mi debilidad (donde no soy tan bueno).
¿Por qué quieres dejar tu trabajo habitual?
Esta pregunta se la realizarán a las personas que están trabajando en el momento de la entrevista. Lo que se pregunta es por qué quieres cambiar.
La respuesta lo que mostrará es que tipo de motivación tiene esta persona con el trabajo o con el puesto.
Las razones pueden ser muy variadas, pero lo que tienes que transmitir es lo que para ti es lo importante ante el puesto o la empresa. Y el entrevistador valorará si se ajustan a lo que realmente busca para ese puesto.
Te diría que no mientas ni exageres. Di la verdad porque así evitarás y se evitaran decepciones.
Aunque el candidato se encuentre que necesita el trabajo (porque le termina el contrato en la que está ahora), pero aun así se debe recalcar que es importante para él.
¿Por qué dejaste el empleo anterior?
Lo que quieren saber es si hubo algún problema. Entonces, es una respuesta que tienes que llevar preparada. De alguna manera “va a caer”.
Tiene que notarse que lo dices con toda la naturalidad, que no es forzada ni cortante.
Puedes decir algo así como: se terminó el contrato y no me renovaron por la crisis; el volumen de trabajo se redujo y no había carga de trabajo y no me renovaron; La empresa cerró o iba a cerrar y ya no me renovaron;
Lo que debes evitar es contar todo y hacer larga la respuesta. Concreta. No debes de entrar en problemas personales o profesionales. No debes dar por hecho tu interpretación. Evita “el humor” como por ejemplo: “alguien se tenía que ir y me tocó a mí”. Y por supuesto, no comentes cosas que pueden encajar en “falta disciplinaria” como por ejemplo: “le dije cuatro cosas bien dichas al jefe/a, y claro me echaron”.
Las razones de la marcha voluntaria pueden ser variadas: por salario, porque sienten que han tocado techo, porque las condiciones que les habían prometido no se han cumplido, por el horario, por cambio de domicilio, por cambiar de profesión, por el estilo de liderazgo…
Será el entrevistador quien tenga que decidir si el candidato es compatible con lo que quiere la empresa.
¿Cuánto quieres ganar?
Ante todo, no te pongas nervioso. Es un tema más de la entrevista, no el único.
La mejor manera de abordarla es decir qué esperas un sueldo acorde con tu formación, experiencia y responsabilidad. Lo importante es informarte de cuál es el sueldo que se paga en ese puesto.
Si hay tienes que dar una cifra, muévete en una banda salarial. “En este sector, este tipo de puestos se está pagando entre 30.000 y 36.000 euros brutos al año”. El momento de negociar definitivamente esta cuestión llegará al conseguir el empleo.
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Finalizo, espero que el post de hoy te ayude y si te puedo ayudar como orientadora profesional, contacta conmigo
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