LUCHA CONTRA LA BRECHA DE GÉNERO
El 54% de los negocios que se inician en el medio rural los emprenden mujeres
El 54% de las personas que inician un negocio en el mundo rural son mujeres. Algo que no se da en la ciudad, donde el colectivo femenino representa el 30% de los emprendedores, según un informe de la Fundación Comercio para el Desarrollo (COPADE). Este informe también explica las barreras que limitan a la mujer y como acabar con ellas.
El 54% de los emprendedores del mundo rural son mujeres. Esto demuestra que el colectivo femenino en este entorno tan importante para la economía y para la fijación de población está superando poco a poco la brecha de género. Sería un ejemplo de como la mujer está empoderándose paulatinamente y está rompiendo con los cánones tradicionales del mundo laboral. Una tendencia que no se hace tan evidente en la ciudad, donde la mujer solo inicia el 30% de los negocios, según el informe ‘Mujer, pobreza y desarrollo sostenible’ realizado por la Fundación Comercio para el Desarrollo (COPADE), en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid.
El 80% de las emprendedoras en el mundo rural son autónomas persona física y dirigen sus esfuerzos a comercializar productos o servicios que no se ofrecían hasta la fecha en su entorno más cercano. Entre ellos destacan el turismo rural, el ecoturismo, el agroturismo, el turismo de experiencia, la artesanía y los oficios artesanales así como la transformación de productos autóctonos y el sector agroalimentario.
Javier Fernández, Director General de COPADE y presidente de FSC España, señala que «un aspecto importante cuando se habla del emprendimiento es la economía social, que se desarrolla por medio de las cooperativas de trabajo asociado, siendo un mecanismo muy activo para generar empleo».
Un punto importante cuando se habla del emprendimiento es la economía social. En España existen alrededor de 12.000 empresas cooperativas, de las cuales casi 6.500 son cooperativas de trabajo asociado y emplean a más de 214.000 personas y, según informa Copade, el colectivo femenino aglutina la mayor parte de estas cooperativas, ya que el 55% de las personas que trabajan en este tipo de asociaciones son mujeres.
Las barreras que limitan a la mujer
La Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) del colectivo femenino ha crecido en tan sólo dos años un 7% en 61 países. A día de hoy, la TEA femenina global alcanza el 11% frente al 4,5% que se da en España, tras un periodo de caída durante el inicio de la crisis. Según el Informe Especial del observatorio de emprendimiento GEM sobre Emprendimiento Femenino publicado en 2015, 128 millones de mujeres en el mundo están liderando empresas consolidadas y la brecha de género ha disminuido un 6% desde 2012.
Sin embargo, COPADE señala que las mujeres ganan menos que los hombres. En la mayoría de los países, las mujeres ganan sólo entre el 60% y el 75% del salario que reciben los hombres. Por otro lado, las mujeres tienen más probabilidades de dedicarse a trabajos de baja productividad, empleos vulnerables, estacionales y subvalorados, con baja remuneración. “Muchas trabajan en el sector informal (sin contrato, sin seguro y con bajo salario) o incluso realizan trabajos no remunerados (en negocios de sus propias familias)”, señalan desde la Fundación.
El informe señala que son muchas las mujeres asalariadas y muy pocas las que deciden o consiguen emprender un negocio por su cuenta convirtiéndose en empresarias. Esto se debe en gran medida a la ausencia de organizaciones que las representen en el mundo y de la capacidad para la defensa de sus derechos, lo que lleva a perpetuar la dependencia económica de la mujer.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para romper con este círculo vicioso las administraciones deben reconocer la función de la educación y la formación para promover la ruptura de los estereotipos de género.
Por otro lado, es de vital importancia ofrecer capacitación a las mujeres y los hombres en campos no estereotipados y promover el espíritu empresarial de las mujeres.
Empoderamiento de la mujer emprendedora
La mujer del siglo XXI quiere empoderarse, y poco a poco lo está consiguiendo. Para alcanzar esta equidad de género, según COPADE, hay que empezar por la generación de emprendimientos e iniciativas económicas lideradas e integradas por mujeres.
Para la mujer, el emprendimiento es una oportunidad de generar su autonomía económica y ser dueña de su vida y decisiones. “Generando oportunidades para las mujeres, se consigue un impacto multiplicador inmenso. La mujer tiene la capacidad de educar, cuidar y distribuir recursos de una forma singular. Una mujer que se integra al mercado laboral, que se prepara y estudia impacta no solo a las demás mujeres de su alrededor; sino que genera un impacto en el país”, apunta la Fundación.
El colectivo femenino se ha dado cuenta de esto. Por ello, como ya informó este medio hace unos días, el 39% de las mujeres desea ser emprendedora. Una cifra que ha subido hasta seis puntos respecto al año anterior. Es por este motivo, que según GEM, la brecha de género lleva cayendo diez años de manera constante hasta reducirse en un 30%. Tanto es así, que el crecimiento de autónomos de 2017 lo protagonizó la mujer, con 4.087 afiliadas más. Unas cifras que, sin duda, ayudan a recuperar los niveles precrisis.
Las asociaciones de autónomos también son conscientes de la necesidad de aumentar el número de mujeres emprendedoras.
FUENTE : Pablo Escalona a través de @diarioAyE
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