Las personas que trabajan en el ámbito de la ciencia y la tecnología suponen una parte sustancial y creciente de la población activa.
Según el Instituto de Estudios Económicos (IEE), el promedio de la Unión Europea de personas que trabajan en ciencia y tecnología se ha situado en un 33 % en 2015, con un avance de casi cuatro puntos porcentuales respecto al año 2007, cuando la media llegaba a un 29,2 %.
En la Unión Europea hay grandes diferencias entre países, donde los más avanzados cuentan con más del 50 % de su población activa empleada en actividades de ciencia y tecnología y otros en los que apenas se supera el 20 %, entre los que está España.
Luxemburgo encabeza la clasificación, con un 53,2 %, figurando a continuación Dinamarca (45,2 %), Suecia (44,9 %) y Finlandia (42,7 %).
Países Bajos se sitúa cerca del 42 %, mientras que Alemania registra un 39 % y el Reino Unido está cerca del 38 %. Austria, Bélgica y Francia tienen más de un tercio de su población activa trabajando en el ámbito de la ciencia y la tecnología, superando con ello la media de la Unión Europea.
Por debajo del promedio -pero con cifras todavía superiores al 30 %- están Eslovenia, Irlanda, República Checa, Estonia, Lituania y Polonia. Italia se queda en un 29,3 % y Portugal en un 27,5 %.
España figura en los últimos puestos de la Unión Europea, con un 23,1 %. En el año 2012, la cifra española había bajado a un mínimo del 22 %. A partir de ahí se ha producido una leve recuperación que ha alcanzado el 23 %.
Por debajo de España solo quedan Grecia (21 %) y Rumanía (20,8%).