¿Buscas una plantilla de factura para tu negocio? Habrás visto que es fácil.

Cualquier búsqueda en internet te arrojará un resultado rápido. Basta con teclear las palabras plantilla de factura en Google y ya la tienes.

En cualquier página web te podrás descargar una plantilla de factura que cumpla con los requisitos legales fijados por la normativa de facturación (datos del emisor y del receptor, descripción del producto, precios, IVA, etc.).

Sin embargo, ¿es suficiente esa información para que la factura sea profesional? ¿Basta con cumplir con los requisitos formales?

La respuesta es sí y no. Veámoslo con el siguiente ejemplo de plantilla de factura:

 

Se trata de un modelo de factura de Word. Sin más pretensiones. Cumple a rajatabla la normativa de facturación que dicta Hacienda. Por lo que no habría que preocuparse más.

Ahora bien, ¿es esto suficiente? ¿Podemos conformarnos solo con esto?

Responderemos que no, pues una factura también es una forma de promocionar tu marca, de distinguirte de la competencia y dejar en tus clientes una huella visual de tu negocio.

¿Qué aspectos has de saber para fomentar tu marca en una plantilla de factura?

Tiremos de un poco de ciencia: el prestigioso paleontólogo Juan Luis Arsuaga señala que una de las cosas que distinguen a nuestra especie (humana) del resto de especies es que somos seres visuales.

Captamos y nos representamos el mundo con la mirada, a diferencia de otros seres que reconocen su mundo principalmente por el olfato o el oído.

Lo visual, para nosotros, es un aspecto importantísimo. Y esto, aplicado a una plantilla de factura, quiere decir que cuanto más importancia le des al aspecto visual, es decir, al diseño, mejor será el efecto (positivo) sobre tu cliente; y más fácil le será a este de reconocerte entre la multitud de la competencia.

Fíjate ahora en este ejemplo de factura de un redactor de contenidos:

 

Visualmente, está claro que la factura tiene un mayor atractivo que el primer ejemplo y que representa bien la imagen que un redactor freelance quiere dar a su cliente.

Con solo fijarte en los siguientes cinco elementos puedes lograr un mayor impacto visual de tu marca y, por tanto, promocionarla:

  • Logo. Es fundamental, pues el logo es lo primero que identifica tu marca y lo que, digamos, le da nombre propio, la personaliza.
  • Color. Usa aquellos colores asociados a tu negocio. Esto es algo que saben bien las grandes marcas, de ahí que la mayoría adornen siempre sus anuncios con los mismos colores.
  • Tipografía. Puedes identificar tu marca con una tipografía determinada, a poder ser, cualquiera que sea diferente a las más comunes (Times New Roman o Arial).
  • Imagen en el encabezado. Llama siempre la atención, pues el ojo humano empieza a leer de arriba a abajo.
  • Claridad y limpieza. Muchos modelos de factura pecan de una distribución confusa de sus elementos formales. Eso dificulta la lectura, es decir, que tu cliente la entienda.

 

Estos elementos los puedes tener en cuenta con cualquier plantilla de factura, ya sea de Word, Excel o de un programa de facturación que permita diseñar las facturas, como es el caso de Debitoor.