Un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), deniominado ‘Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2015: El empleo en plena mutación’, ha constatado que la disminución de la protección de los trabajadores no estimula el crecimiento del empleo.

Según explica la OIT, cuando la crisis financiera mundial alcanzó su punto más crítico en 2008, algunos países, en Europa particularmente, introdujeron cambios legislativos que redujeron el nivel de protección de los trabajadores. En el contexto de un margen fiscal restringido y un creciente desempleo, consideraron estos cambios como parte de los esfuerzos necesarios para estimular el crecimiento económico y la creación de empleos.

Los resultados de la investigación, que ha analizado datos de 63 países, incluyendo las economías más avanzadas, así como diversos países de África, Asia y América Latina, a lo largo de los últimos 20 años, muestran que la fuerza relativa de la legislación laboral en un país determinado no tiene efectos sobre las tasas de empleo y de desempleo, ni positivos ni negativos. Esta conclusión es uniforme en todos los datos econométricos tanto en los países avanzados, como en los emergentes y los en desarrollo.

“El informe muestra claramente que, si está bien elaborada, la regulación del trabajo puede ofrecer protección a los trabajadores sin perjudicar la creación de empleo”, afirma Steven Jobin, uno de los autores del informe. “De hecho, un número de países emergentes y en desarrollo incrementó la protección de los trabajadores sin afectar la creación de empleo”, añade.

La concepción de las políticas es crucial

Según el informe, la cuestión es cómo concebir una regulación en función de la situación económica y del mercado laboral de un país en particular. Las regulaciones demasiado liberales pueden ser tan contraproducentes para el crecimiento económico, la creación de empleo, la igualdad y la cohesión social como las demasiado rígidas. De la misma manera, un sistema judicial eficaz es fundamental para garantizar que la legislación del trabajo sea efectivamente aplicada.

Además, las políticas adoptadas en materia de legislación laboral equilibradas tienen mayores probabilidades de producir resultados cuando el diálogo social entre los poderes públicos, los empleadores y los trabajadores permite encontrar el camino a seguir.

“Nuestro informe llega a la conclusión de que reducir la protección de los trabajadores no disminuye el desempleo. En efecto, muestra que los cambios mal concebidos que debilitan la legislación en materia de protección del empleo tienden a ser contraproducentes, tanto a corto como a largo plazo. Encontrar el equilibrio perfecto depende de las características estructurales específicas de cada país así como del estado del ciclo económico, motivo por el cual es indispensable que las organizaciones de empleadores y de trabajadores participen en el proceso de reforma”, concluye Steven Tobin.

Fuente: http://rrhhpress.com/index.php?option=com_content&view=article&id=30175&Itemid=159