La orientación académica y profesional se ha transformado a raíz de la crisis sanitaria del coronavirus: la pandemia ha propiciado cambios en las prioridades y metodologías de los orientadores y orientadoras, así como un mayor uso de plataformas y recursos online para continuar orientando durante el confinamiento. Así lo señalan las conclusiones principales del estudio La orientación académica y profesional en tiempos del COVID 19, elaborado por la consultora D’EP Institut a partir de una encuesta promovida por la Fundación Bertelsmann..
La investigación, realizada entre el 4 de mayo y el 6 de junio y que ha contado con la participación de más de 230 profesionales de la educación y la orientación, analiza los efectos de la pandemia en la orientación del alumnado.
La iniciativa «visibiliza cómo los orientadores, desde los centros, han sido capaces de realizar su mejor esfuerzo para sacar adelante la orientación en un entorno desolador agravado por el COVID-19», ha indicado Montserrat Oliveras Bagués, cofundadora y directora de D’EP Institut y Educaweb, durante un webinar organizado recientemente para dar a conocer el informe.
Así, durante el confinamiento se han utilizado nuevas metodologías para abordar los momentos clave de la orientación, como son el primer y segundo trimestre del año, «cuando la orientación se hace más evidente, ya que son los periodos de preinscripciones y de preparación para la elección de estudios», añade Oliveras Bagués.
Los nuevos retos y cambios de la orientación en tiempos de coronavirus
A raíz del estado de alarma generado por el COVID-19, los centros educativos señalan que sus principales retos han sido realizar un seguimiento académico y acompañamiento emocional personalizado al alumnado (70%), así como a las familias (53,8%).
Entre las acciones específicas que los profesionales de la educación y la orientación consideran como prioritarias para afrontar estos desafíos destacan: localizar y motivar a los estudiantes; realizar un seguimiento individualizado; ofrecer información y apoyo a los padres y madres, especialmente en los cambios de etapa, entre otras.
Entre los resultados del informe también destaca que «las tutorías individuales fuera del horario lectivo son ya una tendencia«, ha recalcado Laia Gall, responsable de proyectos de D’EP Institut. Por lo que se espera que estas se continúen realizando.
Ahora bien, dado que los colectivos más vulnerables han sido los más castigados por esta crisis sanitaria y educativa, los centros también se enfrentan al desafío de apoyar al alumnado con necesidades especiales y diseñar estrategias específicas de intervención, de máxima intensidad e impacto, según el estudio.
La digitalización de la orientación ya es tendencia por el COVID-19
Los resultados del estudio señalan que la digitalización de la orientación «aparece como una tendencia que ha venido para quedarse», dado que ha permitido a la comunidad educativa acceder más fácilmente a los recursos de orientación, así como a experiencias orientadoras y encuentros con profesionales que se han tenido que realizar a través de webinars o videoconferencias.
Antes del confinamiento, el 60% de las actividades de orientación no se realizaba de forma online, por lo que los orientadores y las orientadoras, en cuestión de semanas, han tenido que pasar de una orientación mayoritariamente presencial a una completamente virtual.
«La digitalización ha generado nuevas oportunidades que han permitido desarrollar estrategias más escalables que seguirán aplicándose cuando regresemos a la normalidad», ha explicado por su parte Juan José Suárez, Senior Project Manager de la Fundación Bertelsmann durante el webinar.
Este cambio de paradigma se refleja en el hecho de que el 71,5% de los profesionales de la orientación han utilizado plataformas online de apoyo a la docencia que les ha permitido organizar y digitalizar los contenidos de orientación, mientras que el 67,7% ha usado recursos de orientación online.
Asimismo, el 45% de los centros educativos consultados ha realizado actividades de orientación en línea no previstas inicialmente, entre las que se encuentran videoconferencias, videotutorías, entrevistas individuales, talleres vocacionales online para familias, webinars y ferias educativas virtuales, según el estudio.
Un 66,4% de los orientadores y las orientadoras han tenido o tienen la necesidad de formarse adicionalmente en herramientas, recursos y contenidos de orientación en línea, con temáticas como el uso de plataformas digitales o habilidades en gestión emocional. La orientación a distancia también ha permitido a los centros educativos ofrecer un seguimiento y acompañamiento más personalizado al alumnado y sus familias, apunta la investigación.
Los temas que más se han abordado en la orientación en línea
Los aspectos que más se han abordado en la orientación «confinada» han sido los referentes a la oferta formativa e itinerarios académicos (70,2%), mientras que el autoconocimiento, que era el aspecto más trabajado por los orientadores antes de la COVID-19 (89,5%), se ha visto reducido (47,5%).
Por otra parte, el 42,4% de los profesionales consultados han reconocido que han detectado nuevas necesidades de orientación durante el confinamiento, entre ellas el acompañamiento psicológico y emocional, información específica sobre procesos de matriculación y toma de decisiones a raíz del COVID-19, así como falta de formación y recursos online.
La necesidad de más implicación de las familias en la orientación
El confinamiento ha puesto de manifiesto la necesaria implicación de las familias en la enseñanza-aprendizaje de sus hijos e hijas, y también en la orientación. Por ello, los centros educativos han incorporado actividades, charlas, talleres y entrevistas para padres y madres con tal de fomentar su rol activo en la orientación.
Así, las reuniones con las familias han aumentado durante el estado de alarma debido a que la mayoría de las encuestadas tenían facilidad para poder organizarse y participar en videollamadas, que según el estudio es un buen recurso que los centros plantean seguir utilizando en el futuro.
Asimismo, los centros se han dado cuenta que las familias más vulnerables han tenido dificultades para disponer de recursos tecnológicos y de conexión a internet para poder recibir orientación, por lo que han diseñado estrategias específicas de intervención para estos grupos.
Para paliar estas desigualdades, algunos centros han prestado material informático al alumnado más vulnerable, han realizado tutorías telefónicas con una amplia flexibilidad horaria para orientarlo, y han puesto en contacto a sus familias con ayuntamientos y servicios sociales, según el estudio.
La orientación, más necesaria que nunca
La cofundadora de Educaweb y D’EP Institut ha recordado que «ahora más que nunca la orientación es necesaria, tal como lo sugieren expertos como Tristam Hooley, Donald Sultana o Rie Thomsen… La orientación debe ser un bien público y de acceso universal. Ahora es el momento de insistir en esto«.
La pandemia del COVID-19 también constituye una oportunidad para que los orientadores y orientadoras actualicen sus conocimientos y apuesten más por la orientación online. «Está claro que cuando las reglas del juego cambian, hasta el campo de juego cambia, nosotros tenemos que estar ahí», ha señalado Oliveras Bagués durante el webinar, haciendo hincapié en que ahora más que nunca se deben realizar esfuerzos para llegar a los colectivos más vulnerables y que tienen más dificultades de acceso a la orientación.
Ficha técnica
Los resultados del estudio La orientación en un escenario de confinamiento, elaborado por D’EP Institut y promovido por Fundacion Bertelsmann, se basan en las respuestas de una muestra de 238 profesionales de la educación y la orientación de centros educativos de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y ciclos formativos de grado medio y superior de España.
El trabajo de campo se ha realizado del 4 de mayo al 6 de junio de 2020 con una encuesta online autoadministrada mediante un cuestionario estructurado.
FUENTE Y AGRADECIMIENTOS: EDUCAWEB