Me han despedido y ahora ¿qué?

Me han despedido y ahora ¿qué?
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Posiblemente lo veías venir. Si algo  tiene de bueno hoy en día es que tenemos la posibilidad de ir preparándonos emocionalmente y también profesionalmente para lo que pueda desencadenarse. Tu vida en un segundo se tambalea, se viene abajo, seguro que sabes de lo que hablo. “No tenemos buenas noticias para ti… y así empieza todo” Palabras que olvidas o eres incapaz de repetir porque se produce tal convulsión emocional que te cuesta echar la vista atrás y recordar ese momento.

Pues te diré una cosa, en ese mismo momento, comienza sin que tú lo sepas tu próximo proceso de selección. De tu actitud, de cómo gestiones la conversación de tu salida, de tu primera conversación en el pasillo con un compañero, esa llamada de teléfono… marcarán los próximos pasos hacia el éxito, hacia el fracaso.

Y te preguntarás ¿por qué?. Tus pasos, lo que hagas siempre y cómo lo hagas, condicionará siempre lo que sucederá después. Por eso es tan importante que cuanto antes te pongas manos a la obra y que desde el mismo momento en que te lo notifiquen empieces a trabajar para conseguir tu objetivo: encontrar un nuevo proyecto profesional.

Sé que no siempre es fácil, que cada situación es diferente, que puedes verte condicionado, pero finalmente tu actitud la marcas Tú, la controlas Tú, la decides Tú y nadie más que Tú. No hay peros, no hay excepciones

Así que respira, piensa y actúa. Tómate tu tiempo de duelo, vívelo en la intimidad. No te castigues pensando una y otra vez ¿por qué a mi?. Las cosas pasan, nuestra vida está llena de cambios, de momentos, y por eso es tan importante que nos preparemos para ello. Que sepamos ver que se abren nuevas oportunidades, que la vida sigue y que tu principal objetivo a partir de ese momento es trabajar para encontrar un nuevo proyecto que te ilusione. Y tu estado de ánimo, tus palabras, tus acciones irán dejando una huella que no podrás borrar y que en función de como la construyas te acercará o te alejará de tu objetivo.

Y te preguntarás ¿cómo?. Pues bien aquí te dejo una serie de claves que te ayudarán a encarrilar ese caos momentáneo, a ordenar tus pasos, tus acciones, tu futuro.

Cuida tu desvinculación. Reflexiona, no te dejes llevar por el impulso, por el dolor. Controla tus primeras conversaciones, deja a un lado el rencor, esa sensación que te quema y vete a casa. Necesitas templarte pero en la intimidad, así que despídete de tus compañeros y deja un bonito recuerdo. Agradece su apoyo, su ayuda, deja abiertas las puertas a un café cuando las cosas se calmen, se apacigüen, seguro que lo agradecerás, y lo agradecerán.

Resuelve la burocracia que acarrea un despido. Te aliviará y te dejará libre para empezar a poner las cosas claras y así dedicarte 100% a lo que realmente importa, tu vuelta al trabajo.

No pierdas la rutina. No te abandones, no te dejes caer en el sofá. Es lo más fácil. Respeta los horarios. A partir de este momento trabajarás para encontrar trabajo. Y si hasta ahora dedicabas por ejemplo 40 horas de tu semana al trabajo esto no deberá cambiar. Organízate, hazte un planning que te ayude, que te acompañe, que te permita ver lo que haces y sincronizar tu vida. Incluye en el por supuesto, un tiempo también para ti. Algo de deporte, cuidados, comida sana, no te abandones. Cuídate, quiérete, te ayudará enormemente.

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Plantilla del itinerario para la inserción laboral del desempleado de TalentForYou

Rodéate de gente positiva que te acompañe en esta etapa, que te apoye. Tener la mente sana es clave. Deja atrás los resentimientos, la desidia porque no te ayudarán en nada. Evita caer en un círculo que retroalimente tu desesperación.

Piensa, Actúa, Consigue. Son tres fases fundamentales por las que pasarás. Por este orden, cada fase llevará su tiempo. Y posiblemente tú me dirás ¿tiempo? ¡Si no tengo tiempo! ¡Necesito trabajar ya!. Lo entiendo pero te aseguro que mandar curricula a diestro y siniestro no funciona, no te diferencia, únicamente te frustra y desanima hasta que llega un momento que tiras la toalla y piensas “bueno cuando las cosas mejoren, ya me llamarán” y te refugias en el consuelo de todo tu entorno que te anima y te dice eso de “no te preocupes” ya saldrá algo, ya llegará tu oportunidad.

Por eso es fundamental No quemar cartuchos y antes de actuar, piensa. Seguramente en tus primeras conversaciones todo el mundo quiera ayudarte y te dirá “mándame tu c.v. hoy mismo y lo pongo en circulación”. Y tú dirás ¿qué C.V.? Y te pondrás como loco a redactar unas líneas para salir del paso, y repartir sin sentido alguno. Y también te meterás en mil portales de empleo para cumplimentar todo cuestionario que te soliciten. En eso ocuparás tu tiempo y cuando el trabajo no llegue, caerás en la desesperación. Por eso, es fundamental que no te saltes esta fase y que antes de actuar, dediques el tiempo necesario a la reflexión.

La situación actual hace que cada vez sea más necesario diferenciarse y para ello tienes que pararte a pensar y descubrir tu valor diferencial. O trabajar tus debilidades, que es aquello que te aleja de tu objetivo, formación, idiomas, habilidades. Todo se entrena y una vez que te encuentres reforzado, tengas claro lo que puedes aportar, tu mensaje para darte a conocer, tu c.v. escrupulosamente trabajado es hora de compartirlo. En definitiva,  ¿qué quiero hacer realmente? ¿Estoy capacitado? ¿Qué necesito para conseguirlo? Entonces sí, será el momento de pasar a la acción.

Trabaja la Red de contactos. Porque sólo en ese mismo momento podrás decir “Sé lo que quiero, lo tengo claro, y quiero compartirlo contigo”. Permanecerás más en la memoria de tus contactos si consigues tener cinco minutos de conversación con ellos, un café, para contarles quién eres, qué buscas, en qué eres bueno. Sin titubeos, con decisión. El 80% de los trabajos se consiguen a través de contactos, mientras que el 20% se consigue a través de búsqueda directa. Así que dedica al menos el 80% de tu tiempo a trabajar tu red.

No pidas trabajo pide consejo. Un día me dieron este sabio consejo y es cierto. Elabora una lista de todo aquel que te pueda ayudar y abre contacto con él. Queda, tómate un café, comparte con ellos tu elevador pitch y pídele consejo como experto en tu sector, en tu profesión. Quizá te de buenas pistas y te abra nuevas puertas que desconocías.

Y por supuesto, en función de tus objetivos elige tus canales de comunicación.Aprovecha al máximo el potencial del off-line (presencial) y on line (redes sociales, portales de empleo…) y construye tu currículum 2.0. Deja tu huella, hazte visible y deja que te encuentren como dirían mis queridas Ana Carmen Moruga y Eva Collado. Las Redes Sociales no te van a dar un empleo pero si son un buen escaparate para darte a conocer.

Y por último, te recomiendo que antes de avanzar y llegar a la desesperación, Busques ayuda profesional, déjate orientar. Te aseguro que será tu mejor inversión. Necesitas que te escuchen, necesitas escuchar, necesitas una guía, necesitar recuperar las riendas de tu vida. No dejarte arrastrar por la situación, dirigir tus próximos pasos. Construir una estrategia, medir, analizar lo que te está funcionando y lo que no. Mejorar aquello que necesites, pequeños gestos y acciones que te impulsarán hacia el éxito.

“Porque no existen recetas mágicas ni pócimas que sirvan para todos, diseña tu propia estrategia y ponla en marcha”

Fuente y agradecimiento a :  http://www.talentforyou.es/me-han-despedido-y-ahora-que/