La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado unas nuevas recomendaciones, vinculadas al estilo de vida y basadas en la existencia de evidencias científicas, para reducir el riesgo de padecer deterioro cognitivo y demencia.

En ellas se incluyen hábitos saludables que hemos abordado en el blog, tales como practicar ejercicio físico, no fumar, evitar el sobrepeso, llevar una dieta equilibrada y controlar los factores de riesgo cardiovascular, entre otros.

Las directrices lanzadas por la OMS responden a la necesidad de actuar sobre los factores de riesgo de desarrollar demencia que son potencialmente modificables. Dado que uno de cada tres casos de demencia se podría evitar mediante un control de estos factores de riesgo, la implementación de estrategias de salud pública dirigidas a fomentar hábitos saludables puede ser clave para retrasar o desacelerar el deterioro cognitivo y la demencia.

Las pautas ofrecen información básica para que los profesionales de la salud puedan hacer recomendaciones a sus pacientes. También pretender ser una guía para la elaboración de políticas y programas que fomenten estilos de vida saludables.

 

Las recomendaciones de la OMS son las siguientes:

  1. Realizar actividad física de forma regular.
  2. Dejar de fumar.
  3. Llevar una alimentación saludable tipo Dieta Mediterránea. En este punto, llevando una dieta saludable y equilibrada no se aconseja complementar la dieta con suplementos de vitamina B y E, de ácidos poliinsaturados y de suplementos alimenticios complejos. Recordamos que, antes de tomar cualquier suplemento, es importante consultar con el médico.
  4. Evitar el consumo de alcohol o moderar su consumo, atendiendo especialmente a posibles patologías que se puedan padecer.
  5. Respecto a la actividad cognitiva se indica que hay estudios que sugieren que las actividades que suponen un reto cognitivo podrían ser beneficiosas aunque la evidencia científica que apoye la realización expresa de intervenciones sistematizadas de estimulación cognitiva para la prevención de la demencia, es baja.
  6. Cultivar las relaciones sociales. Aunque se precisan más pruebas de su potencial efecto sobre el riesgo de deterioro cognitivo o de demencia, la actividad social se relaciona con la buena salud y el bienestar general.
  7. Evitar o combatir el sobrepeso y la obesidad.
  8. Controlar la tensión arterial alta, ya que existen consistentes evidencias entre la hipertensión y el desarrollo de deterioro cognitivo y demencia.
  9. Tratar la diabetes.
  10. Vigilar los niveles de colesterol.

Ante otros aspectos, como la depresión o la pérdida de audición, la OMS concluye que los datos disponibles son insuficientes para justificar la recomendación expresa de medicamentos antidepresivos o el uso de audífonos para reducir el riesgo de deterioro cognitivo o demencia.

 


 

FUENTE:   FUNDACIÓN P MARAGALL

VER + EN:   https://recursos.fpmaragall.com/prevencion-alzheiemer

 

Imagen de Werner Satzger en Pixabay