Centrarse en los empleadores de más interés y adaptarse a la era 2.0 son algunas de las claves
1. Responder con rapidez a las ofertas de trabajo. Las ofertas publicadas reciben hoy en día centenares, a veces miles, de candidatos interesados en el puesto. Es importante reaccionar antes de que la oferta se cierre debido a ese volumen y no hay duda de que los primeros tienen una clara posición de ventaja para ser vistos.2. Centrarse en los empleadores preferidos. Es cierto que lamentablemente si uno está en paro tiene tiempo para dedicarlo a una lista muy larga de empresas, pero es recomendable centrar la actuación en las que son de más interés para dedicarles más tiempo en concreto, visitando sus webs, sus perfiles en LinkedIn, siguiendo a sus responsables de Recursos Humanos, etc.3. Adaptar el currículum a la era digital. Los distintos ponentes coincidieron en que para alguien se fije en todo lo que quieres explicar en el currículum, antes tienes que llamar su atención mediante palabras clave o un muy buen extracto. A menudo, esta es la única información que se tiene en cuenta en un primer descarte.
4. Trabajar el networking para llegar a las personas indicadas. Tanto cara a cara como mediante el entorno online, es importante tratar de establecer relación con personas que nos pueden acercar a nuestros objetivos. En este caso, los expertos afirman que los contactos que no son de Recursos Humanos pueden ser igual de útiles, así que no hay que obsesionarse.
5. Planificar el día alrededor de la entrevista, y no al revés. Es innegociable prestar atención a todos los detalles de la entrevista, y dedicar las horas previas a escoger el look adecuado, a trabajar las respuestas habituales y a llegar con 10 minutos de antelación a la entrevista. Son detalles que los reclutadores no solo aprecian, sino que resultan decisivos para ellos.
6. Hacer preguntas interesantes. Puesto que en las entrevistas no solo importa lo que se responde sino también lo que se pregunta, vale la pena ir preparado en este sentido. Resulta interesante preguntar sobre cuestiones específicas del puesto, como por ejemplo, el ambiente en la oficina, pero demuestra aún más amplitud de miras haberse informado sobre la actualidad de la empresa y preguntar acerca de la visión de futuro.
7. Aclarar los gaps en la trayectoria profesional. En caso de que haya habido un tiempo que uno ha estado inactivo laboralmente hablando, hay que dejar claro que se ha estado haciendo, por ejemplo, dedicar tiempo a los hijos o colaborar en un proyecto sin ánimo de lucro. Sea lo que sea, incluso si no es para presumir, hay que saber destacar qué se ha aprendido en ese tiempo y cómo puede aplicarse al trabajo.
8. Mostrar entusiasmo por la oferta. Puede sonar un tópico, pero es absolutamente innegociable. Los empleadores quieren contratar a personas que sientan pasión por su trabajo, y que lleven esa dinámica positiva a la vacante de empleo en discusión. De hecho, a menudo las personas recién incorporadas sirven como catalizador de un mejor ambiente en la empresa.