Se prevé que la tendencia de desaceleración en la creación de empleo, va a continuar a un ritmo parecido al que se ha estado dando en el mercado de trabajo durante este año. En concreto, frente a un aumento del 2,9 por ciento en 2016 pasa al 2 por ciento durante este año y se prevé que al 1,8 por ciento durante el 2018.
Pero la disminución del paro será sensiblemente mayor mientras disminuye la tasa de actividad económica. Según previsiones del Banco de España la tasa va a pasar del 19,8 por ciento en 2016 al 18,3 por ciento durante este año y se prevé un 17,1 por ciento en 2018.
Por tanto, la disminución estimado del paro en 3 décimas para este año se duplicará en los dos próximos años. La disminución del ritmo de crecimiento del empleo y una mayor disminución del desempleo se debe a un fenómeno que viene dándose desde el inicio de la crisis, la caída de la población activa. Es decir, habrá menos masa laboral que pueda o quiera trabajar.
Nos podemos preguntar: ¿Qué factores han condicionado la caída del paro a través de la población activa?
Existen 2 factores que reducen la población activa y con ello ayudan a descender el paro
Existen 2 factores en paralelo en el conjunto de la población que está influyendo en la reducción de la población activa en mayor cantidad a lo que se esperaba y que habrá que tener en cuenta para las proyecciones que se realicen.
- En primer lugar, se está produciendo un retraso en la incorporación al mercado de los trabajadores menores de 25 años. Muchos jóvenes están alargando sus estudios ante la dificultad de encontrar un empleo que se adecué a lo que han estudiado.
Además, hay jóvenes que han trabajado en alguna ocasión, han vuelto otra vez a estudiar, sobre todo para realizar cursos y ampliar su formación o para coger entrenamiento a espensas de algún cambio en el mercado de trabajo.
- En segundo lugar, la población sigue cada vez envejeciendo más, cada vez hay más personas con una edad avanzada que ya no están dentro del mercado laboral. La tendencia de la población en España es de pirámide invertida.
Todavía no se conseguido remontar el empleo con el aumento de la actividad económica
Según estimaciones del Banco de España, en fases bajistas es normal que la tasa de actividad caiga a medida que aumenta la tasa de paro y su duración media, porque los desempleados se desaniman, abandonando el mercado laboral y dejan de buscar empleo.
Este efecto solía revertirse cuando mejoraba el ciclo económico. Pero, en el caso de la actual fase que se encuentra España, la tasa de actividad ha alargado el camino descendente previo. Se ha reducido más de medio punto desde el inicio del proceso de creación de empleo.
Esta dinámica se da entre los hombres y entre las edades situadas entre los 16 y 24 años y también entre están entre las edades de 25 y 34 años, que han pasado a agrandar las filas de desempleados españoles. A esto se le puede añadir el aumento de los estudiantes en secundaria general y en educación superior, como se puede ver en la gráfica «Tasa de desempleo menores de 25 años»:
Desciende el crecimiento, el PIB y esto afecta directamente a la población activa
El crecimiento del tercer trimestre del año pasado respecto al 2017 es de 0,7 por ciento, una décima menos que en el 4 anteriores trimestres, en gran medida por el aumento del gasto de las familias y las empresas.
Esta disminución se tendría que haber producido en el segundo trimestre del año, pero, como consecuencia de que aumentó se mantuvo estable, el Banco de España ha aumentado en 4 décimas, hasta el 3,2 por ciento el crecimiento anual.
Sin embargo, este proceso de desaceleración va acentuarse para este año y para el siguiente con un crecimiento del PIB del 2,3 por ciento y el 2,1 por ciento, respectivamente, en particular por el descenso de las aportaciones del sector exterior y una menor demanda interna.
En todo caso, se estima que existen más riesgos a la baja. Entre otros, se estima la incertidumbre sobre la política económica y las reformas asociadas a la interinidad del Gobierno.
La población activa se ha reducido en más de 700.000 personas entre el segundo trimestre de 2012 y el tercer trimestre de 2017. En el primer trimestre de 2013, ese en el que la tasa de paro tocó su máximo, la tasa de población activa estaba en el 60 por ciento. Hoy en día, más de cuatro años después, la tasa está en el 58,92 por ciento.
En el siguiente gráfico podemos observar la evolución intertrimestral de paro en miles según la variación del tercer trimestre respecto del segundo trimestre del mismo año:
La población activa es la muestra más clara de la fuerza laboral de un país. Representa al número de personas que están en edad de trabajar y dispuestas a hacerlo y se calcula sumando ocupados y parados. Si baja este parámetro, es que muchas personas están abandonando el mercado laboral, algo que no deja de ser curioso si tenemos en cuenta que España es un país que crece sólidamente por encima del 3 por ciento y crea empleo.
Factores de la caída del paro a través de la población activa
Los principales factores de la caída del paro:
- La destrucción de la población activa en España es un proceso que no se puede dar por concluido, sobre todo entre los hombres. Y esto demuestra, a su vez, que la reforma laboral no ha conseguido revertir una fuerte tendencia hacia la inactivación en el mercado laboral español.
- La caída de la población activa no es el único problema en el mercado laboral, hay otro importante: el envejecimiento de la fuerza laboral. Y es que estos años se han perdido muchos activos jóvenes y ha aumentado el grupo de activos de más edad. Tanto es así que hoy en día hay más gente trabando de más de 50 años que de menos de 35 años, algo bastante negativo para el mercado laboral español.
- Reducir el paro de larga duración es una tarea prioritaria porque es un tipo de desempleo con efectos muy negativos en la sociedad
- El tercer problema de la situación del empleo es el paro de larga duración, que representa un 36 por ciento del paro general. Entre 2006 y 2009 este colectivo representaba solo el 11 por ciento de los parados, pero su peso se cuadriplicó en 2014 y 2015 y llegó a suponer el 43 por ciento. El paro de larga duración puede tener efectos muy negativos en las perspectivas de empleabilidad y reducirlo debería ser un objetivo prioritario.
- La vulnerabilidad de algunos sectores de la sociedad. Y es que la mayoría de los parados con prestación desde 2013, reciben una ayuda no contributiva, lo que de nuevo plantea dudas sobre la efectividad de la reforma laboral del año 2012 en lo relativo al apoyo a las personas más vulnerables.
Por tanto, se debe prestar más atención al envejecimiento de la fuerza laboral, a la pérdida de activos en el mercado de trabajo, sobre todo activos masculinos y a la lucha contra el paro de larga duración.
AUTOR: RAÚL JAIME MAESTRE @ruljaimemaestre
FUENTE: EL BLOG SALMÓN – vía @elblogsalmon