Se habla mucho de la transformación digital de las empresas, y a menudo se olvidan de un elemento clave para su éxito, los empleados. Al fin y al cabo este proceso afecta a cómo las personas realizan su trabajo en una empresa. Por eso antes de lanzarnos a definir como tiene que digitalizarse nuestra organización tenemos que evaluar las competencias necesarias en los trabajadores para impulsar la transformación digital de la empresa.
Porque una de las principales factores para el éxito o fracaso de la implantación de la tecnología en la empresa es el humano. La resistencia al cambio hace que muchas veces proyectos tecnológicos bien definidos y planteados fracasen. O simplemente se conviertan en un gasto, no en una inversión que mejora la competitividad de la empresa.
Trabajadores luditas, no gracias
Hay trabajadores que tienen fobia a las nuevas tecnologías. Al menos aquellas que están relacionadas con su trabajo, porque luego no han tenido problemas de pasar del teléfono al smartphone. Mal comienzo. Si en nuestra empresa tenemos a muchos de estos que no saben ni cambiar el toner de la impresora, el proceso será duro.
Hoy en día la empresa necesita profesionales digitales. No solo se trata de que sean competentes en su campo profesional, sino que también tengan una buena relación con las nuevas tecnologías y los procesos digitales. Los profesionales digitales deben contar con una formación híbrida, que sume a sus conocimientos tecnológicos la necesaria comprensión de los principios del negocio.
¿Son tus empleados autónomos para trabajar por su cuenta?
A menudo tenemos un perfil de empleados muy eficiente bajo supervisión, cuando están en un entorno controlado de oficina y horario preestablecido. Pero estos trabajadores pueden perder su efectividad si tienen libertad para realizar sus tareas desde casa, si tienen que moverse a las instalaciones de clientes, etc.
Un entorno digital en la empresa facilita la movilidad y poder trabajar desde cualquier lado. Esto implica que necesariamente empleados autónomos, que puedan trabajar sin tener la aprobación o supervisión constante.
Trabajar en equipo sin estar sentados en la misma mesa
Esto no implica que tengan que trabajar aislados, pero si cambia la forma de trabajar en equipo. Ya no es necesario que todos estén sentados a la misma mesa o en la misma habitación para hacerlo. Es necesario que sepan adaptarse y tengan capacidad de trabajo en equipo a distancia.
Para ello es fundamental mejorar la capacidad de comunicación digital, ser capaces de mostrar empatía emociones y transmitir un mensaje que se entienda con facilidad. Si tus empleados se niegan a utilizar otras herramientas que no sean el correo electrónico, no es buena señal.
El papel es el enemigo de la digitalización
También tenemos que evaluar qué cantidad de papel y el uso que hacen del mismo los empleados en la empresa. Si vemos que todavía dependemos de una forma o de otra del papel en una gran parte de los departamentos no será el mejor punto de partida para la trasformación digital.
La eliminación del papel debe darnos la agilidad en la toma de decisiones, en la mejora de productividad, evitar introducir los mismos datos una y otra vez, etc. Imprimir tiene que ser un recursos muy limitado. Manejar los datos a través de pantalla debe ser la norma, ya sea el monitor del ordenador, una tablet o el propio smartphone.
Flexibilidad y capacidad de adaptación a los cambios
Por último para que todo el proceso de transformación digital triunfe los empleados tienen que ser flexibles y tener capacidad de adaptación a los cambios. Si vemos que en nuestra plantilla cualquier pequeña variación en cómo se hacen las cosas supone un problema, el cambio digital se a a encontrar con innumerables frenazos.
En todo caso los trabajadores harán bien en no poner tantas trabas. A lo largo de su vida laboral van a tener que pasar seguramente por varias transformaciones digitales. Si no se adaptan cada vez tendrán más complicado mantenerse en un mercado laboral cambiante y exigente con las adopción de las nuevas tecnologías.
Formación digital continua
Por último, es fundamental tener una formación digital continua. No basta con implantar los cambios, sino que es necesario que los empleados se formen para sacarle partido. Aquí es donde la capacidad de formación a nuestro ritmo, a través de un curso online tiene que ser aprovechado por los empleados.
No todo el mundo tiene la capacidad de concentración, la disciplina necesariapara lograr completar cursos de formación online. Y esto es imprescindible a día de hoy en la mayoría de las empresas. La formación continua y digitalizada es algo casi obligatorio.
Por mucho que la transformación digital de la empresa vaya a mejorar la competitividad, si al final las personas que van a utilizar dichos medios no son capaces de adaptarse, de sacarle partido, el resultado no será el idóneo. Y lo más probable es que acabe en desastre.
AUTOR: CARLOS ROBERTO
FUENTE: En Pymes y Autónomos
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