AUTORA:  MONTSE MATEOS   @montsemateos
fuente:  DIARIO EXPANSION


La hiperconexión y la hiperconectividad está provocando un aumento de estrés y tecnofatiga

Aunque se trata de algo puntual, puede interpretarse como el final del viaje de una revolución a la que nadie puede permanecer ajeno. Salvador del Rey, presidente del Instituto Cuatrecasas, asegura que «la tecnología es cultura y está ligada a la cultura corporativa de las organizaciones». Una frase que marca el punto de partida y justifica el Proyecto Technos (2016/2019), que tiene por objeto analizar La incidencia disruptiva de las nuevas tecnologías en el mercado de trabajo y en la gestión de recursos humanos y la necesaria adaptación del marco regulatorio. Este análisis forma parte del V anuario, elaborado por Adecco y el Instituto Cuatrecasas de Estrategia Legal en Recursos Humanos, junto con ABB, Acciona, Altadis, BBVA, Bankia, Campofrio Food Group, Grupo Eulen, Grupo OHL, Iberia, Inditex, Nestlé, Seat, Telefónica, UNIR (Universidad Internacional de La Rioja) y Vodafone.

En la presentación del primer informe, dedicado a las redes sociales y su incidencia en la gestión de personas, que tuvo lugar ayer, Guillermo Tena, director del Instituto Cuatrecasas, afirmó que «la utilización de las redes sociales como herramienta estratégica en la gestión de recursos humanos plantea un nuevo modelo de gestión y suponen la aparición de nuevas áreas de conocimiento, y la exigencia del desarrollo de habilidades digitales esenciales a los actuales trabajadores».

Un mundo conectado

El nuevo modelo de negocio rompe el concepto de espacio tiempo y modifica la forma de trabajar

El uso de las redes sociales y otros medios telemáticos como el WhatsApp -considerado una red social- o el correo electrónico están transformando nuestra vida. El informe hace referencia a la hiperconectividad -derivada de la generalización de los smartphones y otros dispositivos- y a la hiperinformación -provocada por el acceso inmediato a la información a través de Internet-. Ambos conceptos remiten a un nuevo modelo de negocio en el que el tiempo y el espacio pierden su sentido tradicional, modifican la forma de trabajar y la gestión de personas. «Las nuevas tecnologías y las redes sociales han facilitado la entrada de nuevos actores laborales como los freelance y los prestadores de servicios, lo que es un reto para la función de recursos humanos y para la organización del trabajo», explicó Tena. A todo esto sumó otros desafíos a los que se enfrenta el área de personas como la tecnofatiga y el estrés que generan la conectividad constante del candidato a un puesto y del empleado, sin dejar de lado la gestión de la libertad de expresión que favorece las redes.

El cambio

Que las empresas establezcan un marco que, de alguna manera, aclare cuál es el uso de las redes sociales corporativas es fundamental. Según Del Rey , «todos los profesionales deben saber cuáles son los límites, y es responsabilidad de la empresa hacerlo de manera accesible, coherente y regular». El presidente del Instituto Cuatrecasas remarcó la diferencia entre libertad de expresión -valoración- e información -cuando se refiere a un hecho concreto-. «No es lo mismo hacer una valoración del sueldo que se gana que, por ejemplo, poner en entredicho la calidad de un producto o servicio. Y además, no tiene el mismo impacto una persona que tenga diez seguidores que miles, la audiencia es determinante. Los tribunales son extremadamente cautelosos con este tema».

Todas estas cuestiones llevan a Del Rey a afirmar que «nos encaminamos hacia una reforma laboral neotecnológica que debe tener en cuenta el mercado de trabajo y las nuevas tecnologías». Y, en su opinión, las empresas y la negociación colectiva deben ser los protagonistas de este cambio y artífices de un nuevo marco de relación laboral.

El derecho a la desconexión

El pasado 1 de enero entró en vigor el derecho a la desconexión digital en Francia, lo que supone que el trabajador puede desconectar de su empresa una vez terminada su jornada laboral. Salvador del Rey, presidente del Instituto Cuatrecasas, es partidario de la flexibilidad laboral, «ya que esa posible inconexión viene dada por el tipo de trabajo». Explicó que en España «se está planteando un protocolo sobre desconexión, pero aún se está a la expectativa del regulador». Una de las recomendaciones a la política empresarial sobre medios digitales y telemáticos que recoge el informe de dicho instituto está relacionada con este asunto: «La desconexión del trabajador de los medios telemáticos cuando se encuentre fuera de su tiempo de trabajo ha de ser establecida por la empresa como medio efectivo de asegurar el descanso de sus empleados y de controlar efectivamente el tiempo de trabajo», considerando las características de los grupos de trabajadores.