La orientación laboral es una disciplina que, cuando sale de los libros académicos y se aleja de la teoría más impoluta para pelear contra esta crisis de granito, no cabe duda que se adentra en un terreno inhóspito. El escenario actual presenta a miles de personas desesperanzadas, e incluso un gobierno que muestra claramente sus dudas sobre si la labor realizada por los/as oreintadores/as sirve para algo en la coyuntura actual.

Cualquiera, con un mínimo de empatía, comprende las dificultades del asesoramiento para la empleabilidad. Por ejemplo ¿cómo se capta el interés de un/a usuario/a desiluionado/a? ¿Cómo se reinterpreta la fase de acogida, desarrollar un itinerario de forma regular, establecer compromisos de actuación, y demás contenidos teóricos en este momento tan complicado de la ocupabilidad?
Hoy quisiera aportar mi grano de arena al respecto. Desde la PNL hasta el sentido común popular, se sabe que la motivación aumenta cuanto más cercano se siente el objetivo, la meta a conseguir. Tanto en tiempo (si es corto plazo mejor), como en la proximidad entre nuestras expectativas y la información que definen el puesto. Siguiendo este razonamiento, el asesoramiento sobre diversas vías para buscar empleo deben sustentarse sobre ofertas de empleo reales y cercanas.
Toda esta reflexión viene provocada por la interacción con un perfil de usario/a muy concreto, inexperto/a en TIC,s y carente de un repertorio conductual adecuado para desarrollar diferentes vías a la hora de encontrar trabajo. La experiencia dice que el desánimo lógico se reactiva en interés cuando uno , en su rol de técnico, muestra ofertas de empleo que pueden casar con sus competencias. Tal vez sea un punto de partida apropiado para hablar de networking, de la necesidad que manejen herramientas informáticas para que sean ellos quienes pesquen peces sabrosos como estos y no necesiten de la unidad de orientación para recibir pescado, etc
Esta alegato a favor de los anuncios de puestos a cubrir, no significa que claudique en mi jerarquía sobre las herramientas apropiadas para conseguir un empleo. Hago mía las palabras de ese vídeo colgado en la web del SEPE: «el networking es la fórmula principal, el resto de alternativas son complementarias». Así de simple, así de rotundo; tal vez el entregar el caramelo de ofertas de empleo atractivas y adaptadas a cada persona ayude a comunicar la importancia de una red de contactos importante, si construimos una visualización donde el networking aumente las probabilidades de éxito para cada una de los anuncios aportados durante la sesión. La preparación de cartas de presentación, currículums, portales web, etc. se verán igualmente beneficiados por esta organización («estudio de casos») de las citas.
El empoderamiento, la autonomía al abordar diferente estrategias en este contexto laboral requiere el tiempo y las repeticiones necesarias que cualquier otro hábito que se desee adquirir. El dedicarle media hora a un portal de empleo, no nos garantiza su interiorización y ni mucho menos que se haya convertido en costumbre su uso. A estas alturas todos/as sabemos que la consolidación de conductas funciona a base de repasos. Pues bien, como técnicos/as de orientación, repasemos y ofrezcamos frecuentemente las ofertas más interesantes a lo largo del Itinerario Personalizado de Inserción que desarrollemos.
La evolución del «2.0» nos permite cada vez más alternativas para la caza de ofertas interesantes. No solamente me refiero al aumento de portales de empleo; desde las redes sociales encontramos opciones sugerentes como twitter (ej.: #empleo#trabajo#sevilla) o incluso los «jobs» que cada vez con más asiduidad se publican en los grupos de linkedin. Incluso en las redes de mi RSS cayeron recientemente 2 artículos sobre el uso de Pinterest por parte de los «headhunters».
FUENTE: ideaemocional.blogspot.com.es