El NMC Horizon Report: 2017 Higher Education Edition analiza el papel de la tecnología en la educación superior a través de la opinión de 78 expertos

¿Cuáles son los avances tecnológicos que las instituciones de educación superior deberían tener en cuenta en los próximos cuatro o cinco años? ¿Qué tendencias clave pueden acelerar la absorción de la tecnología educativa en dicho nivel educativo? ¿Cuáles son los desafíos que pueden impedir que la universidad absorba la tecnología educativa durante los próximos cinco años? Estas son algunas de las preguntas a las que intenta responder el NMC Horizon Report: 2017 Higher Education Edition, un informe realizado por New Media Consortium (NMC) y EDUCAUSE Learning Initiative (ELI).

A partir de la opinión de 78 expertos de todo el mundo, el estudio explica cuál puede ser el impacto de ciertas prácticas y tecnologías en la educación superior en los próximos cinco años, que se agrupan en seis tendencias, seis desafíos y seis desarrollos tecnológicos.

 

Seis tendencias para acelerar la adopción de nuevas tecnologías en la educación superior

El informe recoge seis tendencias clave que permiten acelerar la adopción de las nuevas tecnologías en la educación superior. Las dos primeras se producirían a largo plazo, las dos siguientes, a medio; y las terceras, a corto.

  1. Promover una cultura de la innovación. Los expertos recomiendan fomentar una cultura que fomente la experimentación, como por ejemplo valorar el fracaso como parte del proceso de aprendizaje, reconocer que las grandes ideas pueden proceder de cualquier persona, evaluar críticamente el plan de estudios o implementar cambios en los métodos de evaluación que no limiten el desarrollo de nuevas ideas.
  2. Diseñar enfoques de aprendizaje más profundo y activo. Mantener la motivación de los estudiantes resulta más sencillo si se establecen conexiones claras entre sus cursos y el mundo real, y se explica el impacto de los primeros en el segundo. Para ello, se recomienda recurrir al aprendizaje basado en proyectos, desafíos o investigación, lo que genera un aprendizaje profundo basado en el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la colaboración y el aprendizaje autodirigido.
  3. Medir el aprendizaje. Cada vez existen más métodos y herramientas que permiten medir el aprendizaje del alumnado. No obstante, las universidades «deben replantearse su modo de medir, definir y demostrar el dominio sobre un tema y habilidades» si quieren preparar a sus estudiantes para el mundo del trabajo.
  4. Rediseñar los espacios de aprendizaje. Nuevas herramientas y nuevos modelos de enseñanza y aprendizaje requieren reorganizar los espacios físicos que propicien en cambio pedagógico. Aquí también se tiene en cuenta la interacción de espacios físicos y virtuales, útiles para, por ejemplo, realizar simulaciones.
  5. Aprendizaje híbrido (blended learning). Cada vez más se combina el aprendizaje presencial con el online, gracias al aumento del uso de plataformas digitales de aprendizaje.
  6. Aprendizaje colaborativo. El trabajo conjunto entre estudiantes  y profesorado en actividades entre iguales o en grupo constituye otra tendencia a corto plazo, al mejorar el compromiso y el rendimiento del alumnado, así como la apertura a la diversidad.

 

 

Seis desafíos para incorporar las tecnologías en la universidad

Tras la explicación de las tendencias a largo, medio y corto plazo, el NMC Horizon Report: 2017 Higher Education Edition recoge los seis retos «significativos» a la hora de implantar las tecnologías en la enseñanza superior,  por este orden: los solucionables (los dos primeros), aquellos cuyas soluciones son imprecisas (los dos siguientes) y los muy difíciles de definir y solucionar (los dos últimos).

  1. Mejorar la alfabetización digital.  La irrupción de la tecnología requiere lo que se denomina alfabetización digital,  la adquisición de habilidades tecnológicas y una comprensión cada vez más profunda del entorno digital, que garantice un uso responsable de las nuevas herramientas.
  2. Combinar aprendizaje formal y no formal. La combinación del aprendizaje en las aulas y el informal puede contribuir a crear un ambiente de experimentación, curiosidad y creatividad. Sin embargo, todavía falta mucho para ofrecer créditos por la experiencia previa o modificar las estructuras de precios y modelos de ayuda.
  3. Superar las diferencias de rendimiento académico. El informe sostiene que «aún existen problemas importantes de acceso y equidad» entre estudiantes de familias con bajos ingresos, minorías, monoparentales y otros grupos desfavorecidos, lo cual se traduce en diferencias en el rendimiento y la fecha de finalización de los estudios.
  4. Avanzar en la equidad digital. Se trata de mejorar el acceso a la tecnología, especialmente a internet de banda ancha, ya que, según Naciones Unidas, este acceso es «esencial» para alcanzar un desarrollo sostenible y una plena participación social.
  5. Gestionar el conocimiento obsoleto. Interpretar, organizar y recuperar información «de manera eficiente y significativa» constituye otro reto para las instituciones de educación superior, así como mantenerse actualizadas sobre las tecnologías más útiles para la docencia.
  6. Replantearse el papel del educador. El cambio hacia un aprendizaje centrado en el estudiante exige que el profesor se convierta en un guía y facilitador, lo cual supone un desafío difícil de definir y solucionar.

Seis desarrollos de tecnología aplicables a la enseñanza superior

Finalmente, el informe concluye con las seis herramientas tecnológicas seleccionadas por el panel de expertos por su capacidad para mejorar la enseñanza, el aprendizaje y la investigación. Estas, a su vez, pueden dividirse en recursos a corto plazo (implantadas en un año), a medio (dos o tres años) y a largo (cuatro o cinco).

  1. Tecnologías de aprendizaje adaptativo.   El aprendizaje adaptativo hace referencia a las tecnologías de seguimiento del progreso del estudiante, utilizando los datos para modificar la formación en cualquier momento.
  2. Aprendizaje móvil. El profesorado puede aprovechar la omnipresencia de los dispositivos móviles para conseguir que los estudiantes conecten con los contenidos del curso y accedan al mismo desde cualquier lugar.
  3. Internet de las cosas. Los objetos conectados a un ordenador a través de sensores empotrados permite generar información sobre el aprendizaje de los estudiantes y la actividad del campus, y adaptarse a la misma.
  4. La próxima generación de LMS. Los sistemas de gestión de aprendizaje (LMS) o entornos virtuales de aprendizaje permiten ofrecer materiales online, así como hacer un seguimiento de la participación de los estudiantes. Ahora bien, la próxima generación, más conocida como entorno de aprendizaje digital de próxima generación (NGDL) supondrá el desarrollo de espacios más flexibles que contribuirán a la personalización y una mejor evaluación del aprendizaje.
  5. Inteligencia artificial. La inteligencia artificial o uso de máquinas inteligentes constituye un territorio que permitirá explorar las relaciones entre humanos y máquinas desde el punto de vista educativo.
  6. La interfaz natural de usuario. Cada vez más existen dispositivos que permiten el uso de interfaces naturales de usuario (NUIs), pues aceptan entradas de información en forma de pulsación, arrastres, movimientos de mano y brazo, etc. Todo ello está llevando a la creación de nuevas áreas de investigación y aplicación en la educación.

El NMC Horizon Projectconstituye una investigación que lleva más de 15 años analizando las tecnologías emergentes en el ámbito educativo.

 

 


 

FUENTE: EDUCA WEB

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