Cuando hemos pasado de tener trabajo a no tenerlo, el abanico de sentimientos que se sucede es amplio y variado. Desde cierto alivio, si se estaba en un entorno laboral nocivo, hasta una profunda sensación de vacío, al saber que el próximo lunes no seguiremos con nuestra rutina.
Estar en búsqueda de empleo es un punto de inflexión en nuestra carrera, pero también un punto de partida para reciclarse, aprender nuevos conocimientos y explorar áreas que hasta ahora creíamos imposibles mientras se busca trabajo.
Este planteamiento, que en la teoría resulta sencillo, puede estar condicionado por la frustración o la impaciencia por encontrar una ocupación. ¿Cómo podemos combatir estos sentimientos y hacer más llevadera la búsqueda de empleo? Javier González, CEO y coach en el Instituto Superior Magna Coaching, propone las siguientes pautas:
Crea rutina. Es importante vencer el impulso de quedarse en la cama; por ello, fíjate un horario donde tenga cabida la búsqueda de empleo y la formación, ya sea a través de cursos online o presenciales. Saber que estás activo es el mejor antídoto contra la frustración.
Prepara un plan de acción. Te servirá de hoja de ruta, puesto que incluirá los pasos que deberás dar en la búsqueda de empleo. Por ejemplo, crear o actualizar tu perfil de Linkedin, grabar un vídeo-currículo como nueva tarjeta de visita, localizar grupos profesionales que hagan actividades de networking a las que sumarte, contactar con los responsables o departamentos de Recursos Humanos de las empresas a las que quieres acceder, etc. El techo lo pones tú.
Elimina las creencias limitantes. Éstas son pensamientos negativos que nos encasillan y con los que nos convencemos de que somos incapaces de alcanzar nuestras metas. Es fundamental desterrar estas creencias limitantes y poner el foco en nuestros logros, fortalezas y habilidades en las que destacamos.
RRHHpress.com