«Cuando entiendas que no se trata de luchar, sino de aceptar y fluir, habrás entendido lo que es la vida»
La automotivación es la fuerza interior de la que nos ayudamos para conseguir el éxito personal y profesional. Con ella encontramos razones para hacer algo, para seguir un camino u otro, tenemos ganas de avanzar hacia nuestros proyectos y objetivos.
Está compuesta de una combinación de factores físicos, psicológicos e intelectuales que determinan tu voluntad o energía para hacer las cosas. La motivación se genera en uno mismo así que es una tarea de aprendizaje diaria.
No existen normas fijas ni recetas mágicas para generarla, ya que se trata de algo que cada uno modela de acuerdo a sus necesidades y deseos y por tanto es trabajo de cada persona diseñar la suya propia.
Algunos consejos que nos pueden ayudar en esta tarea son:
1.- Tener muy claras nuestras metas
Es muy importante tener definido en nuestra mente hacia dónde vamos para poder ver con claridad los pasos que debemos ir dando y seguir luchando por avanzar. Nuestra mente funciona mejor cuando sabe que es lo que hay que hacer y no va dando pasos en falso que dificultan y retrasan obtener resultados.
2.- Empezar cada día de forma positiva
Es muy fácil construir una atmosfera optimista a nuestro alrededor, simplemente levantándonos con una sonrisa puesta cada día. La sonrisa es la mejor arma de la que disponemos ya que es contagiosa y tiene el poder de acercarnos a los demás.
3.- Anotar los avances en un diario
Poner por escrito aquello que hemos conseguido nos ayuda a ver con mayor perspectiva los siguientes pasos que debemos dar y nos sirve de inspiración para seguir adelante.
4.- Aprender a ignorar las cosas que no nos importan
Este hecho nos aporta más beneficios de lo que podríamos pensar. Tener la atención puesta en demasiadas cosas nos agobia, así que el hecho de poder liberarnos de esa carga, nos da nueva energía para aumentar nuestra concentración y ser más productivos.
5.- Identificar las cosas que nos molestan
Y evitarlas en la medida de lo posible. Necesitaremos tiempo para identificarlas y para poder saber cómo hacer para deshacernos de ellas pero el esfuerzo merecerá la pena.
6.- Generar pensamientos positivos y reír a menudo
La risa es un magnifico mecanismo para prevenir y aliviar el estrés diario. Ver comedias, leer comics, contar chistes… puede acabar con esa terrible seriedad que nos oscurece. Pensar positivo hace que nazcan herramientas como la confianza en uno mismo y la paciencia que son de gran ayuda.
7.- Hacer ejercicio
Esta es la forma más fácil de motivarse. Hacer cualquier deporte o pasear a menudo se traduce de inmediato en la liberación de endorfinas útiles y necesarias para bajar la tensión, estar más tranquilos y tener el cuerpo en orden.
8.- Leer las historias de éxito de otras personas
9.- Crear un entorno adecuado
Ya estemos trabajando en casa o en la oficina, es importante hacer este espacio «nuestro» para sentirnos mas cómodos y poder dedicar el tiempo a las cosas necesarias. Siempre podemos hacer algunos cambios para mejorarlo o complementarlo y sentirnos «como en casa».
10.- Rodearse de personas positivas
La tristeza, las lagrimas o las quejas no son buenas amigas de tu motivación. Estar con personas llenas de energía, alegres y optimistas hace que tu estado de ánimo siempre se oriente en la dirección correcta.
11.- Utilizar recordatorios
Esto es algo que hacemos a diario de forma inconsciente, ¿por qué no hacerlo conscientemente?. Es algo que nos facilita mucho la vida y nos ayuda a tener más claro el grueso de tareas cotidianas. Poder recordar fechas, eventos y otras cuestiones nos dará la sensación de poder llegar a todo y subirá nuestra autoestima.
12.- Combatir los ladrones del tiempo
se trata de todos aquellos factores que nos roban el tiempo y nos impiden hacer todo aquellos que tenemos programado. Debemos identificarlos y después eliminarlos o reducirlos al máximo, si queremos optimizar el resto de tareas
13.- Hacer tareas diferentes
Ocupar demasiado tiempo en una tarea, hace que baje el rendimiento y la motivación. Por eso es aconsejable cambiar a menudo de tarea para tener la mente despierta y totalmente concentrada.
14.- Aceptar tus resultados.
Tanto el fracaso como el éxito forman parte de nuestras acciones. El miedo al fracaso nos desmotiva pero no por ello debemos dejar de hacer lo que estamos haciendo. Al contrario debemos poner lo mejor y luchar por conseguirlo.
15.- Premiarte por tus progresos
Aunque no hayamos conseguido aún la meta, cada pequeño paso merece un pequeño premio. Decidir la recompensa depende de los gustos, la creatividad y las circunstancias personales de cada uno. A veces la satisfacción de un trabajo bien hecho es suficiente otras debe complementarse con otro tipo de detalles. Eso lo decide cada persona.
Teniendo en cuenta todos estos puntos, cada cual puede construir su propia estrategia motivadora, lo importante es que nos ayude a conseguir mejorar cada día como personas, como profesionales y a ser más felices.