“Preguntarte constantemente cuál es tu talento es menos importante que saber qué vas a hacer con él. Ahora es tu momento. Aprovéchalo.”
La visión, el punto de partida del talento
A mí me gusta siempre trabajar la marca personal de los profesionales comenzando desde la visión, ese concepto empresarial que enseñan en los manuales empresariales y que resulta un tanto difuso al inicio. No sé vosotros pero la primera vez que me enfrenté a ese concepto me pareció exagerado por su grandilocuencia y difícil definición. Esa llamada a pensar en grande y creer que tu actividad realmente transformará el entorno cuando en realidad tú te sientes más bien pequeña e insignificante o puede ser que incluso, irrelevante.
Pero hoy no sabría hacer mi trabajo de consultora de marca personal sin él y estoy convencida de su extrema importancia para gestionar el talento en el mundo profesional de hoy.
La economía “on demand” crea empleos “bajo demanda”
El otro día leía en The Economist el artículo Workers on tap que refrenda la idea que escribió Eduard Punset para el prólogo de “El Mapa de tu Talento”: “Vivimos en un mundo complejo y acelerado, cada día más libros como este se convierten en herramientas imprescindibles para sobrevivir y destacar en esta carrera hacia el éxito personal y colectivo”El mundo actual que describe The Economist está siendo transformado por dos poderosas fuerzas.
La primera como no: la tecnología, que divide y automatiza muchas de las tareas antes realizadas por un sólo hombre y que ahora son subcontratadas a especialistas en cualquier parte del mundo. Un cambio a una economía de “bajo demanda” –“on demand economy” como la llama Business Insider en este interesante artículo- donde la gente ha comenzado a comerciar con el excedente de capacidad de sus coches, casas e incluso de talento como en el caso de Uber, AirbnB e InnoCentive retando a los grandes que monopolizaban esos servicios creando ficticios estados de escasez.
La otra gran fuerza, el cambio de hábitos sociales. El semanario recuerda la frase de Karl Marx “el mundo se dividirá en dos tipos de personas: los que poseerán los elementos productivos (ricos) y los que trabajarán para ellos”. El hecho es que la división se está produciendo entre los que tienen mucho dinero pero ningún tiempo y los que tienen mucho tiempo pero poco dinero. La economía “bajo demanda” fomenta que estos dos grupos comercien entre sí y que se incremente la tendencia de contratar especialistas para necesidades concretas reduciéndose la costumbre de tener un empleado “para todo” a tiempo completo.
Este entorno cambiante impulsa el protagonismo de la visión. El profesional tiene que tomar plena responsabilidad sobre su aprendizaje, sobre su carrera, sobre la actualización y adaptaciónconstante de sus habilidades al entorno…y ha de hacerlo bajo el paraguas de su visión, del sentimiento de trascendencia a través de su talento, una orientación que le dará una dirección de crecimiento.
Es imposible con esta velocidad quedarse en algo rápidamente superado como es “el objetivo profesional”, es necesario conectar el talento con la vocación para discernir dos de los elementos que serán críticos a lo largo de toda la carrera:
- la creación y elección de las mejores alternativas profesionales
- encontrar y conectar con los mejores compañeros de viaje ya que sin duda se llega mejor y más lejos yendo acompañado.
Flexibilidad no significa soledad
La economía “bajo demanda” no hará desaparecer irremediablemente las empresas. Mutarán, se flexibilizarán, pero sin duda alguna seguirán existiendo organizaciones para unir el talento y crear resultados extraordinarios. Personas conectadas bajo una visión conscientemente compartida.
Las empresas deben fomentar la visibilidad de esa visión compartida, si me permitís la iteración, pararetener y desarrollar al máximo su talento interno y conectar y fidelizar a los clientes a los que va dirigida su propuesta de valor. Me viene a la cabeza en ese sentido un ejemplo que me contó hace unas semanas Marc de la agencia de branding MORILLAS. El grupo ONCE les pidió que les ayudara en ladefinición de los valores de las empresas del grupo (Fundación, Lotería, empresas de servicio asociadas). Muchas empresas bajo la misma marca con un trabajo diario crucial y una identidad global fragmentada. La dispersión permeaba en el sentimiento de las 28.000 personas que trabajan en ONCE y que, aunque identificadas con el objetivo solidario, sentían cómo ese gran concepto quedaba tristemente desdibujado por el ruido del día a día. Pertenecer a la ONCE, ser cliente y proveedor significa compartir unos valores pero ¿cuáles eran los más relevantes?. MORILLAS los identificó y le dio nombre y color:
ILUNION -“Ilusión” la definición de “anticipación esperanzada”, la fuerza combinada de todas las empresas del grupo y “Unión” que simboliza la sociedad entendida como un todo. Saber que se pertenece a algo solidario a veces no basta para conectar con la visión, cuando se le pone nombre e imagen a un sentimiento que lo identifica es cuando realmente adquiere la fuerza. Seguro que habéis visto por la calle la nueva imagen creada por MORILLAS que pretende recordar poderosamente a los empleados y a los clientes de la ONCE cuál es su visión compartida: la solidaridad y la ilusión constante por la vida.
Carreras profesionales flexibles requieren visiones, valores y direcciones
La vida profesional ahora es muy larga, siendo la esperanza de vida humana mucho mayor que la de las empresas en las que se trabaja (hoy tan sólo 15 años de media). Es sin duda el talento de las personas, de forma individual o colectiva, lo que convierte en trascendente un proyecto. Es el sentimiento de los 28.000 empleados de la ONCE al trabajar con una ilusión compartida lo que crea un impacto real gracias al gesto amable del individuo en su caseta y el profesional disminuido plenamente realizado gracias a que alguien le ha ofrecido un trabajo digno.
Y es también la flexibilización y la creatividad de personas que de continuar en un sistema estático nunca hubieran conocido una nueva faceta de su talento. Los cambios conllevan incertidumbre, inseguridad. Pero también producen una gran oportunidad.
Identificar la visión del talento, saber qué es aquello que nos motiva y ponerle nombre es crear un faro poderoso que arroja un potente haz de luz sobre el océano de la incertidumbre profesional. Una luz que ilumina oportunidades, redes y colaboradores que comparten las mismas ilusiones. Es el momento de pensar en grande, porque tienes talento y con una adecuada visión tu actividad contribuirá a mejorar la vida de aquellos que te rodean. Si crees que siendo pequeña no tienes impacto, dime qué opinas después de pasar una noche con un mosquito en la habitación. Eres relevante, dale alas a la grandeza de tu talento y ponle nombre.
Define tu visión. Y luego cuéntala.
La marca personal, haz visible la importancia de tu talento en cada etapa profesional
Es innegable que los profesionales tendrán que multiplicar sus habilidades y su capacidad de adaptación para sobrevivir en este agitado y dinámico mercado, que tendrán que mejorar su comunicación y sus habilidades de venta a través de sus círculos sociales y las redes digitales. En definitiva, cuando el medioambiente se transforma de sólido a líquido, para navegar sin duda se necesitará una poderosa marca personal. A la altura del extraordinario talento que reside en cada una de las personas.
Movilízate, tu talento es una causa por la que merece luchar. Únete a otros que compartan tus mismo valores e ideales.
Aprende y actualízate. Toma las riendas de tu carrera profesional. Es la hora de la revolución del talento.