Según Daniel Goleman, la empatía es un componente fundamental de la inteligencia emocional. De hecho, se trata al mismo tiempo de un sentimiento y de una capacidad que puede desarrollarse si se trabaja de la manera adecuada. Ser empático implica ser capaz de identificarse con alguien y con sus sentimientos, algo que puede ayudarnos a tratar mejor a las personas a nuestro alrededor y gestionar los conflictos interpersonales que surjan.
Entonces, ¿la empatía se puede educar? ¡Claro! Como en otros muchos casos, la mejor forma de trabajar esta capacidad es mediante el ejemplo, por lo que un paso esencial para inculcar su relevancia a tus estudiantes es aplicando la empatía a tu día a día en el centro educativo.
Además, es necesario trabajar la empatía con ejercicios y actividades concretas. A continuación, te compartimos una selección de 10 propuestas, ¡toma nota!
Para todas las edades
- Los zapatos de otro: En esta actividad tus alumnos deberán traer los zapatos de alguien conocido, ya sea un familiar, amigo, vecino… En clase tendrán que caminar usando este calzado y explicar cómo se sienten en los zapatos de otro, intentando imaginarse cómo es vivir la vida de esa otra persona.
- El poder de la empatía: Brené Brown, doctora en Trabajo Social explica mediante un genial corto qué es la empatía y de qué forma puede mejorar el entorno. Se trata de una interesante propuesta para entender el concepto de manera fácil y diferenciarlo de otros que en ocasiones generan confusión. ¡Imprescindible!
Para los más pequeños (de 6 a 12 años)
- Mundo Cruel: Este fantástico juego de mesa ha sido creado por la especialista en la práctica de filosofía con niños Ellen Duthie, a la que tuvimos la suerte de entrevistar. Se trata de un libro-juego formado por mapas y preguntas, una invitación a explorar y reflexionar sobre la crueldad y nuestra relación con ella. Las escenas que propone tratan desde el maltrato animal hasta el castigo o la violencia.
- Pasar lista de sentimientos: Se trata de una forma muy sencilla de trabajar la empatía. Para empezar, tus alumnos tendrán que hacer una lista en la que cada número se corresponda con un sentimiento. Así, cuando cada mañana les llames por su nombre para pasar lista, deberán contestar con el número que identifique los sentimientos que tienen.
- El huevo o la gallina: El protagonista de este divertido cortometraje, un cerdo muy elegante, deberá tomar una decisión vital. ¿Será capaz de actuar de forma empática y dejar de comer huevos por respeto a su nueva pareja, la gallina? Puede ser muy interesante realizar un role-playing, y que los estudiantes se pongan por parejas para compartir cómo se sentirían si fuesen los diferentes personajes de la historia.
- ¿Qué te pasa?: Esta actividad favorecerá que tus alumnos se pongan en el lugar de sus compañeros de clase. Divididos por grupos, tus estudiantes tendrán que plantear a uno de sus compañeros una situación ficticia, y más tarde hacerle preguntas para averiguar cómo se sentiría en esa hipotética realidad.
Para los más mayores (de 12 a 18 años)
- La cadena de la empatía: Se trata de un anuncio que se hizo viral en 2011 y que muestra una secuencia en la que, gracias a la empatía, cada persona ayuda a otra con pequeños gestos. Tus alumnos entenderán la importancia de mirar a su alrededor y de prestar ayuda a quien más la necesita.
- Conferencia de Sam Richards: ¿Podríamos alguna vez llegar a entender a nuestro enemigo en una guerra? El sociólogo estadounidense ofrece una genial ponencia acerca de la empatía y el contexto mundial actual, un planteamiento que hará pensar a tus estudiantes sobre “el otro”, el diferente, y las maneras de acabar con esas distancias entre personas.
- Mirando la vida desde otros corazones: Un emotivo vídeo de una clínica estadounidense, que en cuatro minutos y medio nos permite recordar que cada persona tiene unas circunstancias, que todo el mundo tiene una historia detrás. Te recomendamos que cada estudiante elija uno de los personajes e intente desarrollar cómo se siente y cómo reaccionaría ante los diversos hechos. ¿Trataríamos de forma diferente a los demás si conociéramos por aquello que están pasando?
- Recordar situaciones: Esta actividad favorece que tus alumnos sean autocríticos respecto a sus actos. Así, te proponemos que recuerden una situación en la que no fueron empáticos con otra persona y otra en la que sí lo fueron, y analicen las causas y las consecuencias de las mismas.
Como ves, existen herramientas de diversos tipos para fomentar el desarrollo de la empatía entre tus estudiantes, las que te proponemos son solo algunas de ellas. Pero, recuerda, ¡el (buen) ejemplo es siempre necesario!
FUENTE: BLOG TICHING – vía @tiching
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