Una de las dudas que las personas que oriento me preguntan es qué hago después de la entrevista. Sobre todo si pregunto o no pregunto.
Todos nos preparamos para hacer la entrevista, pero nunca (o casi nunca) nos comentan que tenemos que hacer cuando termina la entrevista. ¿Mando un email o llamo para preguntar si han finalizado el proceso de selección?
Hoy quiero que hablemos de unas opciones que puedes hacer para tener más oportunidades de ser tú el candidato seleccionado.
Después de una entrevista de trabajo tienes que tener una actitud de iniciativa, frente a “esperar a que me llamen”. Es lo mismo que hacen la mayoría de las personas a la hora de buscar trabajo: “esperar a que me llamen para hacer la entrevista”.
Recuerda que tú eres diferente, que te diferencias de la mayoría, y en estas cosas se tienen que notar la diferencia. Así que toma tú la iniciativa de preguntar cómo está el proceso de selección.
Cuando salimos de la entrevista tenemos que hacer un análisis de lo que ha ocurrido. Lo hago aunque no me interese el puesto, porque así puedo corregir errores para la próxima que realice.
Tengo que responder a preguntas como:
- Qué ha estado bien: Fue corta, hubo fluidez con el entrevistador, las preguntas fueron las que yo esperaba,…
- Qué ha estado mal: Fue larga, no hubo comunicación con el entrevistador, no esperaba esas preguntas,….
- Te dieron más información que no esperabas o ya contabas con eso.
- Qué mejorarías. Es importante que seas crítico contigo mismo. Saber siempre de tu punto de vista que has hecho mal o podrías haberlo hecho mejor.
Una vez que respondes, anótalo todo. Apunta y evalúalo. Y si el trabajo te interesa, pues empezamos a hacer lo debes para conseguirlo.
Envía un email a la persona que te ha entrevistado (o el email de la empresa). El email sustituye aquella carta de agradecimiento que en algunos talleres (anticuados) te encuentras que tienes que enviar.
Si la entrevista “ha estado bien”, tenemos que reiterar el interés en el puesto ofertado. Tienes que volver a incidir en aquello que te hace el mejor candidato para el puesto.
Si por el contrario, la entrevista “ha estado mal”, intenta solucionar los fallos de la entrevista. Pero, al igual que antes, no puedes olvidar de resaltar tus ventajas frente a otros candidatos.
Para estos casos, pide ayuda a tu red de contactos. En el email de agradecimiento puedes enviar alguna referencia. Esto se hacer por dos motivos. El primero para dar confianza a la persona que selecciona, y, en segundo lugar, saber que estás interesado en el puesto, después de la entrevista.
Cuando evalúes la entrevista de trabajo, acuérdate de ver los detalles. Es importe saber si al entrevistador le diste buena imagen. Para saberlo, pídele el email, y trata de que le llegue el email post-entrevista.
FUENTE: ISABEL LOUREIRO vía @isaorien