Este es nuestro cerebro. Nuestro maravilloso cerebro
A simple vista, la primera diferencia anatómica que observamos en el cerebro es que está dividido en dos partes, de manera relativamente simétrica. Sí, relativamente. No, no son iguales. Lo parecen. Y no sólo no son iguales anatómicamente, sino que funciónalmente tampoco lo son. A cada una de las divisiones, se les llama hemisferios. Hemisferio izquierdo y hemisferio derecho.
A grandes rasgos (muy grandes) podríamos decir que el hemisferio izquierdo se encarga de los procesos más analíticos, más objetivos y racionales. Por el contrario, el hemisferio derecho, sería el responsable de un pensamiento más global, artístico y emocional. Además, como consecuencia de la decusación de las vías (click para saber lo que es) muchos de los sucesos que ocurren en el lado derecho de nuestro cuerpo, se procesas en el hemisferio izquierdo, y a la inversa, de gran parte de la actividad ocurrida en el lado izquierdo de nuestro cuerpo, se encarga el hemisferio derecho.
Un ejemplo ¿te has fijado cuando alguien sale sonriendo en una foto, que parece que sonríe más con una mitad de la cara que con otra? No es cualquier mitad, no. La parte izquierda del rostro, por lo general es más expresiva que la derecha. Corre a mirar fotos y lo compruebas… ¿has visto? Ocurre. Esto se da porque el hemisferio derecho procesa de manera más específica las emociones, y a la vez este hemisferio es el encargado de mover la mitad izquierda de nuestro rostro. Ahora que lo sabes, no dejarás de mirar fotos para ver si ocurre
Algunos datos más
Como puedes ver en la infografía, la división en hemisferios, no es la única división anatómica y funcional que hay en el cerebro. Existe otro nivel de división, que hace que podamos dividir el cerebro en cinco trocitos. A estos trocitos los llamaremos lóbulos. Aquí más que explicar cuál es la función de cada lóbulo (que puedes consultarlo en la imagen) me gustaría contaros algo breve y simple sobre la localización de funciones en el cerebro.
Es importante que abandonemos la idea de que cada parte del cerebro se ocupa de una cosa o función específica. Si bien es cierto que a nivel didáctico puede ser útil asignar a cada lóbulo una serie de características, la realidad es que el cerebro funciona en red.
El funcionamiento en red es posible por la manera en la que las neuronas se comunican unas con otras. Mediante procesos sinápticos generados por corrientes eléctricas, una neurona puede recibir y enviar información a varias neuronas, y estas sucesivamente hacer lo mismo con otras neuronas, y así el número de conexiones crece exponencialmente hasta dar lugar a redes de procesamiento. Estas redes, que son las verdaderas encargadas de las funciones más complejas, se distribuyen a lo largo de todos los lóbulos cerebrales
Un sistema visual para explicarlo todo
Nuestro sistema visual, a parte de espectacular, es muy apañado, porque nos permite ejemplificar el funcionamiento del cerebro en red de manera sencilla. Imaginemos la siguiente escena, estamos tranquilamente en un paso de cebra esperando a poder cruzar, vemos un coche venir a una velocidad a la que sabemos que no le permitirá frenar a tiempo. Decidimos no cruzar. ¿Cuánto hemos tardado en tomar esta decisión? 1 o 2 segundos, seguramente menos.
¿Cómo funciona la información en nuestro cerebro?
La primera parte del procesamiento, es visual, y a un nivel muy básico, formas y colores, es cierto que lo localizamos en el lóbulo occipital. sin embargo, todo el procesamiento posterior, que es el relevante y el adaptatitvo, ocurre de manera simultánea. Para tomar esta decisión, la información tiene que viajar por todo el cerebro para obtener de cada zona, lo que necesita. Necesita pasearse por la corteza visual secundaria para saber que es un objeto que se mueve. Necesita pasear por el sistema límbico (la amígdala) para saber que nos da miedo cruzar. Necesita pasar por las áreas motoras, para inhibir nuestro comportamiento de cruzar. Cada uno de esos pasos o zonas que hemos visitado del cerebro, necesita a su vez de otras numerosas zonas para procesar la información, y así nos damos cuenta que no es «la zona» concreta la que es responsable de una función, sino que son las redes neurales las que se han encargado de orquestarlo todo para tomar la decisión adecuada.
¿Has visto las curiosidades sobre el cerebro?
Hay algunas más. Por ejemplo ¿sabías que sólamente este órgano es capaz de consumir un 20% de la energía que necesitas para un día? o ¿sabías que las neuronas que se mueren no se reemplazan? y que, junto las células musculares ¿son las únicas células dependientes de voltaje?
FUENTE: ALEXANDRA PSICOLOGÍA
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