Aunque el concepto no es nuevo, fue en mayo de 2020 cuando la OMS identificó el síndrome de estar quemado o burn out como un trastorno emocional, legítimo y diagnosticable. Sus efectos son muchos y de gran alcance; desde problemas de salud mental y física en la fuerza laboral mundial (y, como resultado, millones de bajas médicas), hasta enormes caídas en la productividad de las compañías.
Las perspectivas futuras son sombrías: que este síndrome aumente a causa de la presión financiera sufrida por el impacto económico de la COVID-19, el estrés provocado por los riesgos en la salud de la pandemia, el miedo a perder el empleo, o las altas cargas de trabajo consecuencia de los recortes de personal.
Se estima que hasta el 82% de los profesionales ha sufrido alguna vez el síndrome del trabajador quemado durante su vida laboral. Por este motivo, la consultora Robert Walters ofrece 10 prácticas clave a desarrollar por las organizaciones y sus responsables para combatir este síndrome entre sus empleados:
1. Comunicar los objetivos de manera clara
Bajo esta última lógica, aproximadamente el 20% del esfuerzo origina el 80% de los resultados, por ende, se han de comunicar, destacar y revisar de manera diaria las tareas más importantes y prioritarias con el fin de dedicar la mayor parte del tiempo a la realización de las actividades que tengan un mayor impacto en el negocio. Además, cuando los objetivos se revisan de manera regular, es más fácil identificar valores atípicos importantes o áreas de trabajo que pueden haberse “abarrotado” de tareas excesivas.
2. Enfatizar sobre la importancia del bienestar
Animar a los empleados a tomarse unas vacaciones sin que se sientan culpables por ausentarse de su trabajo unos días, ayudará considerablemente a su bienestar. Fomentar la realización de descansos regulares durante la jornada laboral mejorará también su entusiasmo, productividad, y su salud física y mental. La implementación de iniciativas de bienestar en el lugar de trabajo, por ejemplo, clases de yoga, acceso a aplicaciones de mindfulness o la provisión de healthy snacks, resultan asimismo muy efectivas.
3. Implementar modalidades flexibles de trabajo
La flexibilidad laboral puede reducir la tensión y el estrés, permite conciliar trabajo y vida personal de manera más óptima, y resulta una vía para atraer al mejor talento ya que los profesionales actuales suelen buscar oportunidades de empleo que incluyan este tipo de modalidades.
4. Poner en marcha medidas para la desconexión laboral
No permitir que los empleados incluyan sus correos electrónicos corporativos en sus teléfonos móviles/dispositivos personales para facilitar que desconecten y descansen durante su tiempo libre. Además, se ha de mostrar respeto por el «tiempo en casa» limitando las comunicaciones más allá del horario de oficina.
5. Dar a los empleados autonomía y control respecto a su rol
Una de las causas principales del burnout entre los profesionales es la falta de control sobre el propio puesto de trabajo y sus posibilidades de desempeño. Los principales métodos para combatir este problema son:
- Establecer las expectativas desde cero: la organización ha de ser clara acerca de las habilidades y competencias que demanda el puesto. Si se espera que un rol evolucione o cambie con el tiempo, se ha de dejar esto muy claro durante el proceso de entrevista.
- Valoración de las posibilidades de rendimiento: la existencia de plazos ajustados es común en cualquier negocio, al menos de vez en cuando, pero el agotamiento ocurre cuando una persona simplemente tiene demasiado que hacer o sufre una falta de recursos y habilidades para hacer lo que se le requiere dentro del tiempo asignado.
- Involucración en decisiones: si bien algunas decisiones deben tomarse a puerta cerrada, consultar y demostrar a los empleados que se valoran sus aportaciones, y de que forman parte del futuro del negocio es clave. Esto conducirá a un aumento de la satisfacción laboral, y del interés profesional y personal del empleado por el éxito de la empresa.
- Solicitarles feedback: proporcionarles canales seguros para que puedan ofrecer su opinión respecto a la compañía y a la gestión de sus responsables es crucial.
6. Reconocer y recompensar por los buenos resultados
Asegurarse de que los empleados se sientan recompensados por su trabajo es fundamental para mejorar su satisfacción laboral, y prevenir el síndrome de burnout. La recompensa no siempre tiene que ser económica; puede ser un reconocimiento público (en forma de elogios o comentarios positivos) o intrínseco (sentirse orgulloso del resultado del propio esfuerzo). Lo más importante es recompensar a un empleado por sus resultados, y no por el número de horas dedicadas en la oficina.
7. Transparencia respecto a las posibilidades de desarrollo profesional
Se ha de definir un plan de carrera para cada puesto – asociado a unos objetivos comunicados de manera plenamente transparente – con el fin de que el empleado sea consciente de sus posibilidades de progresión laboral, y de las metas que necesita cumplir para lograr un determinado título, nivel o salario. Se ha de hacer referencia a este plan de manera regular y ofrecer feedback respecto a los avances realizados, especialmente durante las evaluaciones anuales.
8. Invertir en la creación de una comunidad
Una cultura corporativa diversa, abierta. sólida y positiva que acoja a todo tipo de profesionales aumentará el compromiso de los empleados, que se sentirán más involucrados con la organización. Además, mejora la satisfacción laboral en general, y en consecuencia, reduce el riesgo de burnout.¡
9. Asegurar una igualdad de oportunidades e imparcialidad
Permitir ambigüedades respecto a los criterios de promoción/aumento salarial podría fácilmente conducir a situaciones interpretadas como injustas. Establecer políticas salariales claras y en línea con el mercado laboral, e implementar planes de mentoring que faciliten que todo empleado tenga la posibilidad de crecer y desarrollarse, llevará a la creación de un entorno inclusivo y diverso.
10. Convertir las palabras en acciones
Tiene sentido que los empleados tengan más probabilidades de sufrir burnout si no se sienten identificados o incluso desconocen cuál es la misión de la empresa, ¿cómo transmitirla y ponerla en práctica de manera efectiva? Asegurándose de que los perfiles públicos de la compañía (websites, redes sociales, notas de prensa, informes…) transmiten sus valores y misión con claridad. Esto ayudará a la plantilla a comprender mejor si encajan dentro de la organización, y cómo su trabajo contribuye a su éxito.
FUENTE: a través de @muypymes