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La crisis de 2008 frenó los flujos migratorios y la llegada de inmigrantes a las zonas rurales, aumentó la marcha de los jóvenes a las urbes y congeló las reagrupaciones de familias extranjeras. Desde 2017 las llegadas al medio rural vuelven a superar a las salidas, aunque, a causa de los fallecimientos, no aumenta la población absoluta.
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Los flujos de población han cambiado la fotografía del medio rural. En 2019, casi el 10% de los residentes en municipios españoles de menos de 10.000 habitantes habían nacido en el extranjero. En el caso de la franja entre 20 y 39 años, el porcentaje sería del 16%. Los inmigrantes rejuvenecen la España rural.
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La realidad rural española se transforma. La mayor natalidad de la población inmigrante y la reagrupación familiar hacen que emerja una sociedad más diversa y cosmopolita.
El asentamiento de la población extranjera es un fenómeno cambiante y complejo. En los mapas se observa cómo entre 2001 y 2018, a pesar de la década de crisis, aumenta notablemente el porcentaje de habitantes rurales que han nacido fuera de España. Esto se produce en la mayoría de las provincias, excepto en algunas zonas de la España occidental. La presencia territorial de población extranjera sigue un proceso de difusión continua desde los enclaves rurales de las regiones litorales mediterráneas vinculados a la agricultura intensiva, construcción, hostelería y tareas de cuidados, hacia las zonas del interior más despobladas. La secuencia de mapas permite observar un claro flujo de este a oeste y el progresivo asentamiento de la población inmigrante en las áreas más despobladas a partir de su incorporación a la economía de cuidados, en un marco de fuerte envejecimiento, y a la de los pequeños comercios y la industria, en un contexto de baja presencia de población activa.
La realidad rural en España está en proceso de transformación a causa de la procedencia y características de los nuevos residentes. En el año 2019, casi un 10% de la población rural española había nacido en el extranjero. En el grupo de entre 20-39 años –con más posibilidades de tener descendencia–, la cifra ronda el 16%.
Marruecos y Rumanía son las comunidades más numerosas, aunque se da una gran diversidad de procedencias. Queda patente la diversidad que existe en las áreas rurales, diversidad que se opone al imaginario rural de población inmóvil, permanente y local.
FUENTE Y AGRADECIMIENTOS A: a través de
- Luis Camarero, UNED
- Rosario Sampedro, Universidad de Valladolid
- Adaptación: Lluís Reales
- DEL OBSERVATORIO SOCIAL DE LA CAIXA
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