Las empresas como generadoras de empleo y riqueza. Este mantra tan repetido por nuestra clase política, y tan cierto antes y ahora, parece obviar una realidad: sí pueden ser consideradas sujetos con capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones, pero su carácter de “seres vivos” no les convierte en seres humanos, elemento clave de cualquier organización, que no por repetirse mucho en la fiesta de Navidad de la empresa, significa que fuese una realidad en la época pre-covid.
Ahora en esa “nueva normalidad” tan anormal como la que vivimos, con previsiones económicas y de empleo que asustan, una nueva forma de vivir y dirigir la empresa se impone. Es la nueva transformación humana en las organizaciones en donde tener presente una serie de factores puede ser el elemento diferenciador entre el éxito y el fracaso.
1. Acepta, planifica y comunica.
Ha pasado y la organización ha sufrido el impacto. Es el momento de pensar con calma, con estrategia a corto y medio plazo, quienes somos, que hacemos, que debemos en su caso hacer y como.
Ser capaces en su caso de “reinventar” el presente para tener futuro puede ser esencial ahora que las necesidades del mercado han sufrido un cambio tan drástico y en donde los importante y con valor antes, ahora puede carecer de sentido. Y para ello necesitas a las personas. El mercado son seres humanos. Tu equipo son seres humanos. Y tanto uno como otro precisan tu atención y comunicación eficaz y profesional. Administrar los mensajes tanto internos como externos al entorno resultan clave en una reactivación y puesta en valor de las personas de dentro y de fuera.
2. No somos tan listos. Ahora el momento de poner a prueba el liderazgo post-pandemia
Una de las claves mas importantes en la dirección de personas es afianzar cada dia nuestra capacidad de EMPATIA. Y si lo podemos hacer con quienes están bajo nuestro mando, también es un ejercicio muy recomendable hacerlo con quien tiene que tomar decisiones sobre nosotros. No lo olvidemos.
Porque un directivo o directiva también es humano o humana y tiene , al igual que todos , la misma dificultad a la hora de comunicar lo que siente, lo que desea expresar, las decisiones que tiene que tomar, y en definitiva, bregar con dificultades que a buen seguro muchas de ellas también serán las de su equipo.
3. Los espacios son importantes, pero las empresas crecen con personas
Cuando los espacios de las empresas ya se han convertido por fin en el foco de atención de muchas instituciones, cuando la innovación en los espacios de trabajo se había convertido en un nicho de mercado dentro del mundo de los negocios, llega una pandemia mundial que, con muy malos modos, nos vuelve a recordar que las oficinas no son catedrales perennes sino que van a tener que ser más flexibles y móviles que nunca.
Sin embargo, lejos de ir hacia atrás, hemos dado dos saltos gigantes hacia el futuro que estaba esperando quizás para un par de años en nuestro país. Es ahora cuando el espacio ha llegado a su prueba de capacidad de adaptación. Y al unísono, nos hemos dado cuenta de que la tecnología por sí sola no resuelve nuestros problemas de comunicación. Porque los negocios no los hacen los canales por sí mismos
4. Nuevas relaciones productivas
Es el momento de dejar de considerar anexos ejecutores a las personas que trabajan contigo. Porque hoy , sí, hoy más que nunca, van a estar más aislados si cabe. Y veremos ahora si somos un obstáculo para el equipo porque estamos más lejos físicamente, o somos todo un estímulo precisamente porque se han liberado de nuestra presencia física. Sea como fuere, la respuesta: consensuar un nuevo significado para la expresión “relaciones productivas”.
Nos hemos despertado en un tesitura que nos obliga a buscar en la experiencia humana de nuestros compañeros las respuestas para aumentar el rendimiento y la productividad.
No sólo es el momento de las personas ante la tecnología y la transformación digital a marchas forzadas. Es el momento de las vidas de esas personas, y todos los cambios que se dan en ellas van a incidir en el crecimiento o estancamiento del proyecto en el que trabajan. De las personas a la vida de las personas como pilar del progreso en una nueva era.
5. El branding humano… algo que te trasciende y que tiene resultados
Llevamos tantos años hablando de marca personal como gurús de la misma existen en el mercado. Sin embargo, si levantamos la mirada unos diez años atrás, veremos que los considerados “expertos” de antaño son hoy, a grandes rasgos, los mismos “expertos”. Y eso es un botón de muestra de que no se han hecho las cosas bien (¿Nadie en tanto tiempo se ha creado una fantástica marca para ser considerado un maestro en la materia?) o se han hecho demasiado bien (Los secretos de la marca personal siguen a buen recaudo para que nadie genere una feroz competencia).
Sea como fuere, el branding humano ha comenzado a superar la famosa marca porque engloba muchos aspectos que la marca limitaba a demostrar autoridad y comunicarla. Hemos llegado a la era de la influencia real. Cuando los “influencers” ya en 2018 comenzaban a dar muestras de flaqueza por los numerosos estudios sobre el nulo rendimiento de sus campañas comerciales, llegamos al otro influencer, el microinfluencer, que a principios de 2019 se mostraba mucho más efectivo, con un nicho concreto, donde no necesitábamos un millón de bots, sino 500 o 1000 personas con poder de decisión y comunicación a su comunidad.
Pues bien, 2020, el año que redefinió el trabajo y las relaciones humanas, también ha dado una nueva vuelta de tuerca. Del Influencer al Humanizer. Esto es, a las personas que no sólo atraen y crean comunidades. Sino que las cambian, las transforman, las inspiran, crean cambios con su interacción. De la parroquia virtual al encuentro vital que genera beneficios.
Cinco aspectos claves del presente en las organizaciones, que además genera beneficios más que nunca y da resultados. Los da porque llegamos a donde no llegaba la empresa y la marca por si solas. Del clásico y falso win to win (ya lo dice Harvard) al CHANGE TO CHANGE. Es la hora de la transformación humana de la empresa.
AUTOR Y FUENTE: Por Miguel Ángel Pérez Laguna, CEO de Grupo de Comunicación Humanos en la Oficina.
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