Entre ellas están:
- La excesiva locuacidad
¿Eres de los que acapara la conversación y no deja hablar a los demás? ¿Te encanta escucharte y acabas divagando sobre nada en concreto con tal de seguir hablando? ¿Eres incapaz de sintetizar tus ideas? ¿Interrumpes constantemente a tu interlocutor? Lo siento, pero con esta característica será muy difícil que superes una entrevista.
Debes aprender a autocontrolarte y dejar que, por una vez, sea otro el que lleve el peso de la conversación.
Recuerda que es el entrevistador el que dirige la entrevista y no tú. El pregunta y tú respondes sin que necesariamente tengas que tomarte media hora para la respuesta.
Aprende a sintetizar tus ideas y a exponerlas de manera clara y breve.
¿Recuerdas esos ejercicios que se hacían en el colegio y que consistían en leer y resumir un texto?, pues ahora pueden venirte bien para aprender a sintetizar tus ideas.
Puedes practicar con alguien que te indique el momento en el que empiezas a divagar, para que puedas ser consciente de ello y corregirlo.
Esto no significa que las respuestas deban limitarse a un sí o un no, sino que deben ser concisas y ceñidas a la pregunta que te están haciendo.
- Prepotencia
¿Eres de los que consideran que nadie hace las cosas mejor que tú? ¿Nadie como tú sabe lo que hay que hacer y cuando hay que hacerlo? ¿Tu tono de voz muestra cierto grado de “superioridad”? Pues esta actitud también puede arruinarte la entrevista.
Aprende a ser un poco más humilde. Tienes que venderte, si, y demostrar que eres el mejor para el puesto, pero no a costa de parecer prepotente.
Una actitud así puede dar a entender que arruinarás cualquier trabajo en grupo en el que tengas que participar, y nadie quiere esa situación en su empresa.
- Timidez
¿Te cuesta comunicarte y conectar con los demás? ¿No consigues transmitir tus logros sin ponerte colorado como un tomate? ¿No miras a tu interlocutor directamente a los ojos sino que sueles desviar la mirada? Seguro que eres la persona idónea para el puesto pero tu timidez puede arruinarte la entrevista.
Sólo te queda una opción: practicar tu forma de comunicar, porque esto, como todo, también se aprende.
Además de llevar bien preparada la entrevista hay unos trucos que pueden servirte:
Imagínate trabajando allí, piensa que estás con tus compañeros, visualízate en la mesa, con tus cosas. Eso hará que te sientas un poco más seguro.
Ensaya un apretón de manos firme y una sonrisa natural. Practica también a mirar a los ojos a quién te habla.
- Inseguridad
¿Te bloqueas ante preguntas como: háblame sobre ti, explícame tus logros…?
¿Consideras que en el fondo, tampoco has hecho nada destacable en tu vida laboral?
Con esta actitud tampoco lograras superar una entrevista. Humildad sí, pero inseguridad jamás.
Una cosa es reconocer que tus logros son también los de tu equipo porque sin ellos no se hubiera conseguido y otro es que consideres que tú no hiciste nada.
Siéntate y haz un ejercicio de memoria: anota en un papel todo lo que has conseguido en el trabajo, redáctalo e interiorízalo. Luego ponte ante un espejo y explícalo hasta que tu discurso sea coherente y efectivo.
- Ser cotilla
¿Eres de los que no puede guardar un secreto? ¿Te encanta enterarte de la vida de los demás y además contarlo?
Si esto lo demuestras en una entrevista probablemente pierdas cualquier oportunidad.
En una entrevista no deberías cotillear sobre tu anterior trabajo, a pesar de que te pregunten por él. Nunca debes hablar mal de tus ex – jefes, ni dar detalles que entren en el ámbito reservado de la empresa, ni criticar a tus ex – compañeros, ya que el entrevistador puede deducir, y no sin razón, que harás lo mismo con ellos en el caso de que te contraten.
- Excesivo nerviosismo
La entrevista de trabajo es una situación altamente estresante y a la que todo el mundo reacciona con cierto nerviosismo, pero debes ser capaz de controlarlo.
Si sueles actuar en estos momentos con movimientos nerviosos como juguetear con las manos, con un boli, con el reloj, o tocarte el pelo o la cara compulsivamente estarás dando a entender que no eres capaz de manejarte en estas situaciones y por lo tanto no podrás superarlas una vez incorporado al trabajo.
FUENTE: http://preocupacionesdeunparado.wordpress.com/. Muchas gracias Alicia López por tu artículo que me he permitido compartirlo.