Cerca de 11.000 empleados públicos de la Administración autonómica de Galicia están acogiéndose actualmente a flexibilidad horaria y teletrabajo como fórmulas de conciliación de la vida laboral, personal y familiar.
Estas nuevas modalidades de trabajo de la administración gallega se pusieron en marcha en 2014. Desde la Xunta se asegura que los datos están demostrando que ambas fórmulas están consiguiendo una buena acogida y que suponen ventajas tanto para la Administración como para los trabajadores.
Segundo los últimos datos a 31 de julio, 10.694 empleados públicos están haciendo uso de la flexibilidad horaria en su jornada de trabajo, lo que supone un incremento de 416 trabajadores más sobre la cifra registrada en diciembre de 2017.
Esta flexibilidad puede ser automática, que mantiene un horario fijo de presencia diaria de 9 a 14,30, mientras que la franja flexible hasta completar la jornada laboral es la restante, esto es, entre 7,30 y 9 y entre 14,30 y 18,30.
También puede ser por motivos de conciliación, en el caso de tener hijos menores de 12 años o personas dependientes al cargo. En estos casos, la franja de trabajo permitida se extiende entre las 7,30 y las 18,30 horas de lunes a viernes -excepto en los casos en los que sea preciso establecer una franja de trabajo obligatoria-.
Actualmente, hay 9.334 empleados con flexibilidad horaria automática, y 1.360 por razones de conciliación, lo que suma un total de 10.694.
Por género, la mayoría de las solicitudes autorizadas de flexibilidad automática son de mujeres (64,18 %), un porcentaje que aún es ligeramente superior en el caso de la flexibilidad por razones de conciliación (71,02 %).
Teletrabajo
Además de la flexibilidad, los empleados y empleadas públicas pueden desarrollar sus tareas fuera de las dependencias de la Administración autonómica mediante el empleo de nuevas tecnologías, siempre y cuando cumplan una serie de requisitos y que la naturaleza de su puesto lo permita. El número máximo de jornadas que podrán efectuarse en esta modalidad serán de 3 a la semana.
Actualmente, un total de 296 personas prestan servicios a través de esta modalidad de trabajo no presencial, la mayoría de ellos (67,9 %) en los servicios centrales. De este total, 174 corresponden a prórrogas, fruto de la buena experiencia y beneficios de esta medida.
Por género, las mujeres representan el 50,47 % de las personas que están teletrabajando, y los hombres, el 49,53 %.
Los puestos autorizados para teletrabajo por tipología son fundamentalmente asesores jurídicos, cuerpos de inspección (farmacéutica, urbanística, de trabajo, de salud pública…), traductores, informáticos y otros puestos que desarrollan funciones que pueden ser desempeñadas con un grado alto de autonomía y a distancia.