El auge de la búsqueda de empleo en Internet ha vuelto más accesibles las ofertas de trabajo, pues es posible encontrar cientos de ellas a tan solo un clic, desde cualquier ordenador, teléfono móvil o tablet.
Sin embargo, esa mayor accesibilidad también ha traído consigo algunos riesgos evidentes, como el aumento de las estafas laborales online o, más recientemente, el descarte automático de candidaturas por software.
Lee Hecht Harrison, la división del Grupo Adecco especializada en procesos de recolocación y desarrollo del talento, ha detectado que, actualmente, 3 de cada 4 candidaturas cualificadas que se reciben de manera online en los procesos de selección son descartadas por los llamados Applicant Tracking Systems (ATS).
Los ATS son herramientas que filtran las candidaturas por palabras clave y que se puede convertir en el peor enemigo de un buen perfil que no haya sabido posicionarse de manera adecuada en Internet y sea descartado automáticamente por estas aplicaciones.
¿Qué son los Applicant Tracking Systems?
Los ATS (en sus siglas inglesas) son literalmente sistemas de seguimiento de candidatos. Ante procesos de selección masivos, muchas empresas están intentando facilitar la ardua tarea de la búsqueda y filtrado de perfiles a los reclutadores instalando software especializados en sus procesos de reclutamiento.
Los Applicant Tracking Systems buscan y filtran en base a algunos parámetros y palabras clave para seleccionar los perfiles más adecuados a cada oferta de trabajo.
Igual que ocurre con las herramientas SEO (Search Engine Optimization) -sistemas de indexación utilizados por los buscadores en función de palabras clave- para las páginas web, estos ATS generan un ranking establecido en base al posicionamiento de palabras que, en muchas ocasiones, tienen sus propias reglas de interpretación -que no todas las candidaturas respetan por desconocimiento- y pueden descartar automáticamente un perfil válido para la oferta.
Esto es así porque los ATS son programas estándar que filtran los currículos vitae por criterios preestablecidos como la edad, la formación o la experiencia laboral, sin detectar otros aspectos positivos que puedan ser determinantes a la hora de optar por uno u otro candidato.
Aunque en la mayoría de los casos no se hacen visibles, estos programas de búsqueda de currículos por palabras clave son cada vez más utilizados por empresas e intermediarios que gestionan cada día un gran número de procesos de selección y necesitan herramientas que minimicen esa tarea.
¿Cómo evitar ser descartados?
Cuando se presenta una candidatura a una oferta a través de Internet, para evitar ser descartados por los ATS lo ideal es tratar de optimizar los perfiles en redes sociales profesionales y los currículos vitae con el objetivo de conseguir un posicionamiento mayor en la búsqueda activa de empleo.
Para ello Lee Hecht Harrison recomienda algunos trucos que ayudan a posicionar el perfil en los primeros resultados de búsqueda de los ATS:
- Evitar el uso de tablas. En muchas ocasiones, por hacer más estético el curriculum, se colocan tablas y en su interior se clasifica información sobre el perfil profesional. La mayor parte de estos programas no es capaz de descifrar la información de estas celdas, por tanto, será más productivo prescindir de ellas.
- Comenzar el CV con un extracto o resumen de tus logros. Si tu último trabajo es tu mejor valor añadido para optar a esa candidatura o has potenciado tu marca personal a través de las redes en un aspecto concreto, debes facilitarle el trabajo al sistema, que lo interpretará así si esa información se encuentra dentro de una sección que localice y priorice con facilidad este resumen.
- Indicar correctamente todas las secciones del curriculum vitae, tales como experiencia previa, formación, habilidades, logros… Así, el programa identificará la información por sectores claramente diferenciados y la filtrará de forma similar, adecuando ese perfil eficientemente a las ofertas de empleo.
- Hacer de cada experiencia laboral un dato claro y conciso. Estos programas de búsqueda relacionan de forma ordenada el contenido de cada sección. En lo que a la experiencia previa se refiere, siempre filtrarán en primer lugar el nombre de la compañía, la posición ocupada, la fecha y la posterior descripción del puesto, si la hubiera. Por lo que, en este caso, es mucho más fácil posicionar el CV si se jerarquiza la información de esa manera. Además, los sistemas de reconocimiento de los ATS a la hora de identificar las empresas necesitan ciertas palabras de ayuda, como siglas “S.L.” o “S.A.” que hagan más claro el dato que deben interpretar.
- Utilizar encabezados estándar. A veces, si un CV excede de dos páginas, los candidatos identifican con nombre y contacto las páginas secundarias, de tal forma que puede generarse un error de lectura en el software de búsqueda, pudiendo echar por tierra ese perfil. Para evitar esto es recomendable utilizar encabezados estándar, al estilo de los que proponen procesadores de texto como Microsoft Word, que consiguen pasar desapercibidos para estos sistemas, al no estar dentro del mismo rango de documentos editables.
- Diseñar versiones atractivas y originales del curriculum vitae. Será útil para diferenciarse en las entrevistas de trabajo o para enviarlo directamente a la red de contactos -sin pasar por los ATS-.